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Félix Marina se prepara para catar uno de sus vinos que envejecen en barrica s.g
El vino que saca una sonrisa

El vino que saca una sonrisa

Félix Marina, bajo la marca Feliz, ha apostado por elaborar únicamente blancos en Ribera del Duero, una zona de tintos

Susana Gutiérrez

Aranda de Duero

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Sábado, 19 de diciembre 2020, 09:03

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La vida está hecha de momentos felices. Muchos de esos instantes se disfrutan acompañados por un buen vino. Eso debió pensar Félix Marina, al elegir su marca. Feliz, un vino cuya imagen es una sonrisa que transmite optimismo, frescura y consigue una clara diferencia con el resto. Su bodega, emplazada en la Denominación de Origen Ribera del Duero, se ha especializado en vinos blancos, aprobados dentro del marchamo de calidad desde la añada 2019, y elaborados con la variedad albillo mayor. Una decisión que rompe con lo que es habitual en esta zona vitivinícola de calidad, una tierra conocida internacionalmente por sus tintos.

«Pensé en hacer algo diferente a los demás, ser la única bodega que solo hace blancos, de momentos con tres propuestas que quiero ampliar dentro de poco con un frizzante y un vino dulce», explica Félix Marina. Incide en que la albillo se ha estudiado muy poco en la zona, y «ofrece muchas posibilidades, en barrica, en vasija de barro…». La singular seña de identidad del vino Feliz también viene marcada por su nombre, que evoca a los buenos momentos y a un estado positivo y alegre. «Siempre he pensado que la felicidad tiene que ser un equilibrio entre todo lo que te gusta, algo que también hay que buscar en los vinos. Además, nos dedicamos a un sector en el que tenemos que hacer felices a las personas», detalla.

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El ya denominado vino «que te saca un sonrisa», presenta tres propuestas que definen su evolución. Uvas Fresca, Vides Olvidadas y Cepas Entre Viñas, del más joven al más envejecido. «Uvas frescas es un producto para gente joven, un vino fácil y fresco. Vides Olvidadas es para aquellos que quieren dar un paso más en este tipo de blancos con barrica. Entre Viñas, sin duda, es ideal para quienes les gusten los grandes vinos, los matices, que busquen más allá», defiende su creador. En esta línea, desvela que los dos vinos envejecidos duermen en barrica durante doce meses, la mitad de acacia y la mitad de roble francés. «La acacia da otros matices, una nariz totalmente diferente. No la utiliza mucha gente». A mayores, para el vino de más alta gama se eligen las dos mejores barricas de acacia y roble francés, y permanecen en la vasija en gres de barro entre ocho y diez meses.

Feliz Cepas Entre Vinas permanece entre ocho y diez meses en vasija de barro
Feliz Cepas Entre Vinas permanece entre ocho y diez meses en vasija de barro S.G

Para explicar su forma de hacer vino, Marina incide en que «cuando buscas que tu producto exprese cosas distintas, más complejas», hay que utilizar muchas herramientas que aporten «esa expresión que te da resultados diferentes». Es este sentido, cuenta algunos secretos como que «desde la viña ya seleccionamos cepa a cepa lo que nos gusta, hacemos pie de cuba para sacar la expresión del albillo y otras herramientas para llegar al resultado final». Es más, confiesa que le apasiona todo lo que queda por descubrir de la variedad albillo, como «saber la evolución, hemos catado vinos de cuatro y cinco años que están muy nuevos, una evolución que va muy hacia arriba, pero no se sabe hasta cuándo. Se ha investigado poco y tienen mucho que ofrecer».

Mientras ultima sus propias instalaciones en Aranda de Duero, el vino Feliz se elabora en Bodegas Solterra en Roa. De momento, se producen algo más de 10.000 botellas, con uvas seleccionadas de viticultores de varias zonas de las provincias de Soria y Burgos. Y es que, en la actualidad, solo existen 500 hectáreas de albillo, de las casi 24.000 de viñedo que hay en Ribera del Duero. Algo que ha hecho que la uva suba su cotización en el mercado y en pocos años haya duplicado de largo su precio. A mayores, tiene un coste de producción alto, «hay muy poco rendimientos, entre el 60 y el 65%, hay muy poca extracción y muchas mermas». Con la vista puesta en el futuro, Marina prevé la plantación inminente de 3,5 hectáreas de albillo en el término municipal de Hoyales de Roa, «en un terreno que tenemos ya preparado para comenzar en el mes de marzo»

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