Borrar
Félix G. Modroño. A. O.

Félix G. Modroño | Escritor vizcaíno con raíces zamoranas

«El vino resulta absolutamente literario incluso como obra de arte»

Gusta maridar sus obras con historia, amor y vino, tres elementos que armoniza en sus novelas

Lunes, 4 de diciembre 2023, 00:48

Comenta

Félix G. Madroño gusta maridar sus obras con historia, amor y vino, tres elementos que armoniza en sus novelas y a los que habría que añadir el género policíaco. El escritor arma su décima obra, en la que, como reconoce, «también tendré en cuenta el vino».

–De orígenes zamoranos, nacido en Barakaldo y afincado en Santander, ¿cómo ha influido esa triangulación de coordenadas en su vida?

–De manera decisiva. También he vivido en otros muchos lugares, he estado afincado muchísimos años en Andalucía. La pérdida de raíces e identidad es como muy literario, aunque a lo mejor en la vida real no es tan satisfactorio, pero a la hora de crear y describir te permite fantasear y recrear otras realidades y tener un conocimiento profundo de lo que es, en mi caso, la sociedad española tanto del norte como del sur. Te permite ser mucho más objetivo también.

–¿Y cómo llega a posicionarse el vino en su obra literaria?

–Cuando empiezo a escribir novelas ambientadas en el siglo XVII necesitaba un vino, un siglo en que el único vino que soportaba las travesías del Atlántico era el de Toro; ahí empieza a aparecer el vino en mis novelas. Incluso los vinos de Cigales también aparecen en el XVII, y en mi novela 'Muerte Dulce'. Pero es en 'Secretos del Arenal' donde recreo la historia de amor entre la propietaria de una bodega y un sumiller, y ahí sí que el mundo del vino está presente en toda la historia. Me documenté bastante bien, tuve como asesor a José Joaquín Cortés, Nariz de Oro, y me adentré bastante en el mundo del vino.

–¿Qué vio en el mundo del vino para introducirlo en su obra?

–El vino no deja de tener un componente romántico desde el mismo momento en que alguien piensa en crear una bodega. Tiene mucho de alquímico también a la hora de elaborarlo. Creo que los productores de vino son unos románticos, mucho más allá del negocio, y en cierto modo crean su propia obra. Tiene mucho paralelismo con la literatura porque no deja de ser una obra de arte en sí mismo.

–¿Qué géneros gusta mezclar en sus novelas?

–Soy un enamorado del género histórico, en el que me gusta incluir elementos policíacos y, por supuesto, en todas mis novelas hay un componente emocional y sentimental muy importante. Mis novelas giran en torno a la historia, a la novela negra y a la romántica.

–En vinos, ¿es de paladar inquieto o de gustos clásicos?

–Me dejo llevar por todo tipo de vinos y me encanta descubrir nuevos vinos. Me da igual los tintos que los blancos, cada uno tiene su momento. Los enamorados de los vinos tenemos que conocer lo clásico, pero también tenemos que probar nuevas aventuras.

–¿Qué autores le han influido?

–En castellano soy un enamorado de la obra de García Márquez y Miguel Delibes y de los últimos tiempos me siento influido por Javier Marías, incluso por Arturo Pérez Reverte en cuanto a su sentido de la aventura.

–¿Su origen zamorano tiene que ver con su interés por el vino?

–Es evidente. Mis abuelos eran aguardenteros y mi abuelo materno tenía una bodega que seguimos teniendo la familia. La elaboración casera de vinos ha estado siempre presente en casa donde siempre se han bebido vinos cosecheros de la tierra.

–Tinto zamorano, txakolí vasco, chacolí cántabro y burgalés. Por qué decantarse por uno solo pudiendo disfrutar de todos, ¿no?

–Todos, nunca hay que elegir. Además, hablando tanto de chacolís como de vinos de Toro son vinos que, curiosamente, inicialmente eran vinos mucho más recios y ahora son vinos que han evolucionado de una manera tan exquisita que da gusto tomarlos.

–¿Qué libro está leyendo?

–'No te veré morir', de Antonio Muñoz Molina, uno de mis autores favoritos.

–¿Y vino, cuál ha sido el último que ha degustado?

–Me regalaron unas botellas de la bodega Campillo, bodega donde se cerró el trato para que el Guggenheim llegara luego a Bilbao. Es un vino muy interesante y sobre todo con una importancia histórica que aparece, obviamente, en mi novela 'La ciudad de la piel de plata'.

–Recomiende un libro para estas navidades y un vino con el que maridarle.

–Mi última novela, 'La ciudad de la piel de plata'. La recomendaría a los lectores que no han leído todavía nada de mi obra. Y, cuando me quiero dar un baño de humildad, recurro a 'El amor en tiempos de cólera', de García Márquez, uno de los libros imprescindibles. Vino recomendaría uno que se llama 'Válgame Dios', de la bodega Campo de Toro, de un enólogo que es otro de esos románticos, un mexicano que abandona México para hacer vino en Toro, lo cual me parece muy admirable.

–¿Literariamente se le ocurre una manera mejor de matar que la ideada por Poe en 'El Barril de Amontillado'?

–A la hora de construir mis crímenes procuro ser más sutil y ponérselo un poco más complicado a los investigadores.

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

elnortedecastilla «El vino resulta absolutamente literario incluso como obra de arte»

«El vino resulta absolutamente literario incluso como obra de arte»