Carmen Araus | Técnico superior en Vitivinicultura

«La piel es un reflejo de cómo estamos por dentro»

Licenciada en Ciencias Químicas, técnico superior en Vitivinicultura, profesora y coordinadora del Curso Superior de Enología, Sumillería y Enoturismo en el CIFP San Gabriel –Aranda de Duero–, Carmen Araus aplica también sus conocimientos en crear cosméticos que tienen al vino, la uva y la propia vid como elementos esenciales de su formulación.

–¿Qué la lleva a decantarse por el mundo del vino?

–Mi familia es de la zona de Arlanza y toda la vida en mi casa se ha hecho vino. Siempre me ha gustado el mundo del vino, pero no era una cosa que me planteara en mi vida laboral, porque acabé la carrera y he estado trabajando 20 años en el sector químico. Soy dada a los cambios y los retos y llegó un momento en el que me planteé qué es lo que me podría gustar además de lo que estaba haciendo. El vino apareció como opción, así que decidí probar.

–Y formarse académicamente.

–Mientras seguía trabajando comencé a estudiar el Grado Superior de Vitivinicultura y me enamoré del mundo del vino. Luego di el salto saliendo del trabajo que llevaba haciendo 20 años, seguí estudiando, acabé y me metí de lleno en el sector, porque he encontrado algo que me apasiona. Para mi es fascinante y en lo que quiero estar.

–Y la cosmética con vino y sus derivados, ¿cómo llegó a ella?

–Por casualidad. Una amiga que tenía muchos problemas en las manos me pidió ayuda para solucionárselos, porque había probado muchos productos del mercado y no le habían ayudado. Comencé a investigar, a formarme y aprendí que, tanto el vino como los productos derivados, como el aceite de pepita de uva o la hoja roja de vid, tienen propiedades antioxidantes y que pueden ayudar a regenerar la piel, a evitar arrugas, etc. Y pensé que era una manera muy bonita de unir las dos cosas: el poder ayudar a las personas, generar bienestar y además mezclarlo con mi pasión, que es el vino. Me puse a formular y después de muchas pruebas fallidas di con una fórmula que ayudó a mi amiga a tener las manos bien.

–Y de ahí, a difundirlo y que se conociera...

–El boca a boca hizo que otras personas se interesasen por ello, me preguntaran e, incluso, me pidieran alguna cosa concreta. Es entonces cuando llegó el momento en el que me planteé enfocarlo profesionalmente y cuando inicié todos los trámites administrativos que hay que realizar y cumplimentar para poner en marcha el proyecto, que es en lo que estoy ahora.

–¿En qué nuevos cosméticos está trabajando ahora?

–A parte del bálsamo multifuncional para pieles agrietadas, he desarrollado un bálsamo labial que ayuda con los herpes de los labios y un sérum para la noche. También estoy trabajando en un sérum antiedad y un estimulador capilar.

–¿Qué pasos hay que dar para comercializar un cosmético?

–Hay varias fases: tiene que hacerse en un laboratorio homologado, que cumpla con las condiciones que impone la ley; toda la materia prima tiene que ser trazable y de proveedores acreditados y registrados legalmente, y cada una de las fórmulas tienen que pasar una serie pruebas que garanticen su estabilidad y adecuación a la normativa vigente. Además, hay que hacer un montón de papeles, incluso a nivel europeo. Es un proceso que lleva un mínimo de seis meses si se realiza en un laboratorio ya homologado, pero se suele alargar más. Además, para un artesano que quiera registrar sus fórmulas según la normativa, los costes son los mismos que para una multinacional, algo que hay que tener también en cuenta.

–¿Dónde consigue la materia prima para los cosméticos?

–El vino es de una bodega de Ribera del Duero, certificada en ecológico, y el aceite de pepita de uva y todos los extractos de hoja roja de vid son de proveedores certificados, los cuales intento que sean de proximidad. Para la fase de investigación, parte de la materia prima la recojo en las viñas que cuido tanto en Ribera del Duero como en Arlanza.

–Un buen consejo de cuidado para nuestra piel...

–La piel es un reflejo de cómo estamos por dentro. Por ello es muy importante intentar huir de productos que no sean naturales, comer e hidratarse bien y mantener la piel siempre limpia e hidratada, buscando el producto que mejor le vaya a cada uno, ya que no todo nos vale a todos.

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