Nueva añada del Gran Vino de Rueda, una apuesta por defender el origen

Provenir de viñedos con una antigüedad superior a 30 años, tener un rendimiento máximo de 6.500kg/ha y una transformación de kilos a litros del 65%. Son los tres requisitos que tiene que cumplir el Gran Vino de Rueda (GVR), la categoría más gastronómica de esta Denominación de Origen que antes de que acabe el año tendrá lista su segunda añada (2021), doce meses más tarde que el joven de la misma cosecha. El motivo de la demora en salir al mercado es su compleja elaboración, ya que «el Gran Vino de Rueda pretende defender el origen de nuestra uva autóctona, la verdejo; y demostrar su versatilidad y capacidad de envejecimiento a través del trabajo y la experimentación de los enólogos con esta variedad», asegura Carlos Yllera, presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Rueda.

La nueva añada 2021 de Gran Vino de Rueda ha pasado durante el mes de octubre estrictos controles de calidad del Consejo Regulador, además de someterse al análisis sensorial y fisicoquímico que realizan desde el comité de catadores de la DO Rueda, formado por enólogos, sumilleres y profesionales del sector. Desde el CRDO Rueda informan de la «excelente acogida de la primera añada 2020 del Gran Vino de Rueda, tanto en el sector HORECA como para el consumidor final, que cada vez está más formado y apuesta por la innegable calidad de los vinos DO Rueda», comenta Carlos Yllera. «Una tendencia que, seguro, irá en aumento con la nueva añada de 2022 que sale ahora», añade.

La proyección del Gran Vino de Rueda trasciende el ámbito nacional, donde ha sido protagonista de catas en ferias relevantes como Sur Wines & Gourmet en Torremolinos (Málaga), hasta lograr al reconocimiento a nivel internacional. De hecho, varios medios referentes en el sector vinícola como la revista americana 'Wine Enthusiast', la inglesa 'Decanter' o la alemana 'Meinininger Weinwirtschaft' ya han destacado en sus páginas la calidad del GVR. En concreto, la publicación germana publica que el Gran Vino de Rueda contribuye a «la supervivencia de viñas viejas con sus genotipos y clones originales» y «puede hacer feliz al creciente círculo de aficionados a los vinos blancos españoles de alta calidad».

En la añada 2020 de Gran Vino de Rueda fueron 23 las bodegas que optaron por elaborar sus vinos bajo el amparo de la marca de distinción del GVR: una contraetiqueta especial, diseñada en tonos dorados y negro, colores que quieren transmitir elegancia y exclusividad. Además, esta contraetiqueta cuenta con una estampación diseñada específicamente para la Denominación de Origen Rueda para certificar su calidad y su origen.

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