Juan Miguel Fuentes Sardón: «La normalidad es clave para que se recuperen el consumo y las ventas»

–¿Hay nuevas bodegas?

–Durante el año 2020 se incrementó en tres el número de bodegas inscritas, con lo cual son doce. Se dieron de alta Bodega Castillo del Buen Amor, en Villanueva de Cañedo (Salamanca); Bodegas y Viñedos Sotero Pintado, en Benegiles, y Bodega Dominio de Sexmil, en Cabañas de Sayago, está últimas en la provincia de Zamora.

–¿Cuáles son los principales mercados para sus vinos?

–En el mercado nacional, Zamora, Castilla y León, Madrid, Asturias, Valencia y País Vasco, principalmente. En el mercado internacional, comercializamos nuestros vinos en países tan dispares como Estados Unidos, China, Polonia, Suecia, Suiza o Rusia.

–¿Cómo les ha afectado la pandemia durante 2020?

–La reducción en la comercialización es muy similar a la bajada del vino certificado con DO puesto que en las bodegas había poco vino almacenado de cosechas anteriores y, durante 2020, han sido muy prudentes en las solicitudes de la calificación y entrega de contraetiquetas.

–¿Cómo ha quedado la entrega de contraetiquetas?

–La reducción de litros de vino certificado (-38,65%) y de tirillas emitidas (-38,34%) durante el ejercicio 2020 se debe a la negativa incidencia producida por la evolución de la pandemia de coronavirus. Los largos periodos de cierre de los establecimientos del canal de hostelería han supuesto una reducción de ventas de vino de nuestras bodegas, que no ha podido ser compensada con el incremento de comercialización experimentado en los establecimientos del canal de alimentación. El reducido tamaño medio de nuestras bodegas inscritas determina que, tradicionalmente, los vinos de nuestra Denominación de Origen estén más presentes en el canal de hostelería que en el canal de alimentación. La reducción real tanto de vino certificado como de tirillas emitidas respecto a un año habitual puede estar alrededor del 20%, puesto que se deber tener en cuenta que en 2019 tuvimos un incremento, respecto a 2018, del 36,51% en litros de vino certificado y del 35,99% en tirillas emitidas.

–¿En qué proporción se han visto afectadas las ventas en el mercado nacional?

–Se han visto reducidas en torno al 20% durante este año 2020.

–¿Han subido las ventas de vinos de la DO 'on-line'?

–Sí se han incrementado las ventas 'on-line', pero tampoco ha compensado la reducción registrada en el canal de hostelería.

–Y las exportaciones, ¿cómo han evolucionado en 2020?

–Las exportaciones se han reducido alrededor del 25% respecto a lo habitual en nuestra DO. Estamos exportando alrededor del 25% del total del vino certificado con DO Tierra del Vino de Zamora.

–¿Han recibido alguna buena noticia?

–Hemos tenido una buena cosecha de uva, tanto en cantidad como en calidad, y en ningún caso hemos tenido incidencias negativas a causa del coronavirus durante la vendimia. Recogimos 717.582,05 kilogramos, el 14,56% más que en 2019. Además, a esta fecha, las cepas presentan un extraordinario vigor debido a las lluvias que se produjeron en marzo y abril de 2020. Esta situación la estamos comprobando ahora durante las jornadas de poda. Si el resto del ciclo vegetativo se presenta de una forma adecuada, podríamos tener una buena vendimia 2021. Pero habrá que esperar para ver cómo se desarrollan las condiciones climáticas. Especialmente importante en nuestra DO es que no se produzcan heladas tardías a finales de abril o principios de mayo.

–¿Cuáles son los principales retos para este año?

–En cuanto al tema comercial, habrá que esperar que con el plan de vacunación planteado para hacer frente al coronavirus se vaya consiguiendo la inmunidad de grupo, tanto en nuestro país como en el resto del mundo, y que con ello podamos ir recuperando la normalidad que tanto deseamos. Dicha normalidad, tanto en el plano sanitario como en el económico, es fundamental para que se recuperen los consumos y las ventas anteriores a la pandemia.