La Familia Malleolus se viste con nuevas etiquetas
Bodegas Emilio Moro presenta las nuevas añadas de sus tres vinos más icónicos
Bodegas Emilio Moro, una de las bodegas más reconocidas a nivel nacional e internacional de la Ribera del Duero, renueva la imagen de tres de sus vinos más icónicos, la Familia Malleolus, con unas etiquetas que rinden homenaje a sus orígenes.
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El camino de la bodega vallisoletana comenzó hace más de 100 años y, desde entonces, el mundo del vino y los Malleolus, han ido evolucionando, convirtiéndose en un referente en la compañía y en el sector.
Junto a este cambio de imagen, presentan las nuevas añadas de los tres Malleolus que mantienen la esencia que les ha convertido en tres vinos de referencia en nuestro país. La familia Moro persigue la perfección de sus productos y estas nuevas añadas de sus tres referencias, Malleolus, Malleolus de Valderramiro y Malleolus de Sanchomartín, son la prueba de su esfuerzo para lograrlo, contando para su elaboración con uvas de una calidad inmejorable.
«Nuestro objetivo es buscar la máxima calidad de nuestros vinos y con la familia Malleolus, lo hemos conseguido», ha comentado el presidente de Bodegas Emilio Moro, Javier Moro.
Malleolus 2020 es la nueva añada de este tinto histórico. Un vino elegante, con una gran personalidad y con un equilibrio perfecto entre la madurez y la frescura. Con ese característico color rojo cereza el Malleolus vuelve un año más para enamorarnos con su alta calidad y su gran expresión aromática en la que destacan los olores de los frutos negros. Este vino, envejecido en barrica de roble francés, deja un sabor voluminoso y maduro en boca que perdura largo tiempo después de tomarlo.
«Malleolus tiene el carácter de la uva y enseguida se desarrolla», afirma el director técnico, Álvaro Maestro, quien lleva 18 años vinculado a la bodega.
Malleolus de Valderramiro 2019 es el gran Tinto Fino que vuelve con toda su potencia, estructura y gran intensidad. Con un ciclo vegetativo caracterizado por lluvias escasas y temperaturas elevadas este vino se ha realizado con una uva equilibrada y de calidad extraordinaria. El vino resultante es sabor potente, pero equilibrado que deja un delicioso recuerdo en boca con su remarcada vocación frutal. Con su distintivo color rojo granate el Malleolus de Valderramiro 2019 será el perfecto acompañante para maridar con un buen asado.
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Según Álvaro Maestro, este vino es «expresivo, elegante y presenta seriedad en la fruta», además no teme confesar que es su preferido. «Es un vino que entra acariciando y se va besando», ha comentado.
Malleolus de Sanchomartín 2019 es el vino tempranillo nacido en el Pago de Sanchomartín, situado en Pesquera de Duero. Un vino poderoso, elegante y persistente que vuelve a ofrecernos un sabor equilibrado con ciertas notas frutales. Con un paso agradable y postpuesto, largo y persistente este vino es el perfecto acompañante de cualquier gran celebración u ocasión especial.
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Para Maestro es el vino más elegante y aunque en este momento, ya es un vino excelente, «la proyección en botella es brutal», ha explicado. En definitiva, tres vinos, tres imágenes, pero la misma esencia.
Nuevas añadas, nueva imagen
Los Malleolus han sido, son y serán un símbolo de elegancia, delicadeza y distinción. Y para estar en armonía con este nuevo lanzamiento, se visten con nuevas etiquetas. Manteniendo su identidad, continúan llevando sus característicos medallones, que han sufrido cambios el color de sus ribetes para acompañar a las cápsulas con el color de cada Malleolus. Una combinación perfecta entre historia y evolución.
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Para Bodegas Emilio Moreno, la tradición es un valor insustituible y, como homenaje a su historia y a sus inicios, estas nuevas etiquetas incluyen la firma de Emilio Moro como en su día la incluían las primeras etiquetas de la bodega. Asimismo, la posición del medallón recupera en cierta forma la posición que tenía al principio.
Suelos diferentes
Además, cada uno de los Malleolus procede de un tipo de suelo diferente, lo que les concede unas características y unas peculiaridades muy diferenciadas, detalle muy importante que también aparece destacado en esta nueva etiqueta.
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El origen de los suelos de Bodegas Emilio Moro es pelágico, compuesto por sedimentos marinos. Fruto de estos, de la erosión fluvial, del río Duero y de cauces secundarios, como son los arroyos que a su paso forman los horcajos, se forma una degradación de los suelos presentando zonas más o menos evolucionadas, dependiendo de dónde nos encontremos. Bien sea en los páramos, en el valle o en las laderas. Podemos distinguir tres tipos de suelos:
Pedregoso. Se trata de suelos con una alta presencia de elementos gruesos, lo que limita su capacidad para retener agua y nutrientes. Son suelos pobres y bastante secos, cuya maduración comienza y termina antes. Con ellos conseguimos uva de altísima calidad con la que, finalmente, elaboramos vinos maduros y con gran melosidad.
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Arcilloso. Son suelos calizos lavados por el efecto de la lluvia, la caliza pasa a un segundo plano y aparecen tonos rojizos por óxidos de hierro. Se trata de suelos fuertes, con buena capacidad de retención de agua, que dan lugar a vinos robustos, con buena madurez, con buen cuerpo y con una excelente intensidad.
Calizo. Son suelos con una alta concentración de caliza. Se trata de los suelos más codiciados alrededor del mundo por aportar personalidad y exclusividad a los vinos. Su principal secreto son los sedimentos marinos que aportan características imprescindibles para conseguir vinos elegantes y muy sutiles.
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