Borja Fernández: «Mi comida favorita es el cocido gallego de mi abuela»

Exfutbolista, empresario hostelero e integrante del cuerpo técnico del Real Valladolid Promesas, Borja Fernández se manifiesta un enamorado de la cocina tradicional, aunque reconoce que no le hace ascos a probar bocados más vanguardistas.

–Lo primero, ¿cómo lo lleva con su restaurante Melêl con todo esto de la pandemia?

–A nivel empresarial ha sido complicado, pero hemos conseguido resistir durante este tiempo tan complicado. No ha sido fácil.

–¿Qué tipo de comida le gusta?

–Me gusta de todo. Mi comida favorita es el cocido gallego de mi abuela. Pero cuando viajo me gusta visitar restaurantes para probar su menú-degustación o cosas nuevas. La comida me gusta toda. No es como la música, pues ahí no puedo escuchar por ejemplo reguetón (risas).

–¿Prefiere platos originales u opta por los que conoce?

–Más que ir sobre seguro, me decanto un poquito más por la cocina tradicional. Pero no tengo problemas en probar cosas que estén ricas. Si voy a un establecimiento con menú-degustación, quiero que, si hay doce platos, siete u ocho me impresionen de verdad.

–¿Es más de Ribera del Duero o de Ribeira Sacra?

–La denominación de origen que más gusta es Ribera del Duero, pero montamos Melêl pensado que Ribera está muy bien pero existen otros vinos ricos en el mundo. Me gusta probar de todo. Si quiero algo rico, un Mauro, que no es Ribera del Duero pero que me parece fantástico. Si quiero experimentar, me decanto por otra cosa.

–Una vez que dejado el fútbol profesional, ¿se da más caprichos culinarios?

–Me cuido más ahora. Practico mucho deporte, pero no llega al nivel que hacía como profesional. Me gusta estar bien, primero por salud y luego por estética. Busco estar en mi peso.

–¿Es cocinillas?

–Me encanta cocinar. De hecho quedo con gente del deporte de Valladolid normalmente en mi casa, aunque cocine otro. Suelo hacer cosas básicas, pero ricas. La verdad es que no tengo paciencia para cocinar. Quiero cosas que estén sabrosas pero rápido.

–Además del cocido de su abuela, ¿qué plato le priva?

–Un clásico, huevos con patatas.

–¿Qué restaurante, aparte del suyo, suele recomendar en Castilla y León?

–Los recomiendo en función del perfil de cada persona. Puedo recomendar a mis amigos del grupo Blablabla, que tienen varios restaurantes como Doña Pendeja, La Cacatúa o La Cotorra, o El Rincón del Labrador, en La Santa Espina. Si vienen a comerse un lechazo, les reservo yo directamente en La Parilla de San Lorenzo. Mi número uno en Valladolid es Martín Quiroga.

–En Castilla y León se come...

–Muy bien. En España se come muy bien en todos las zonas geográficas. Si vas al sur, comerás unas cosas espectaculares. Si te diriges a otro lugar, otras que están maravillosas. En el norte ni te cuento. Reconozco que yo soy muy de comida gallega, de la de mi tierra, pues se trata de algo que me recuerda a toda mi vida. Si preguntas a alguien dónde se come mal en España, estoy seguro de que no es capaz de decirte un solo sitio.

–¿Cuál es su aperitivo favorito?

–Sin duda, un vermú. Si estamos en invierno, con unos callos posiblemente. Si nos encontramos en verano, me voy más al salmorejo. No sé si marida, pero a mi me gusta mucho. Por lo menos por separado me encantan.

–Eso del maridaje resulta a veces complicado.

–No creo en el maridaje entre comillas. A veces con un pescado me apetece más un vino tinto o al revés un blanco con una carne. Entiendo que haya ciertos códigos, pero muchas veces nos obsesionamos demasiado.