La última función de Lola Herrera en 'Cinco horas con Mario': «He sido tan feliz...»

Llora Carmen en escena, sentada, las manos en el regazo, el féretro a su lado, y suplica: «Mario, mírame o me vuelvo loca». «Por favor, por favor», dice entre lágrimas antes de la caída del telón. Y entonces, un estruendo de aplausos inunda el Teatro Calderón.El público en pie. Cuatro espectadores corren con flores al pie del escenario. Y cuando el terciopelo se levanta de nuevo, allí está ella, Lola Herrera, la actriz que anoche, después de casi 43 años, se quitó el luto de Carmen Sotillo.

La de este miércoles ha sido su última funcion de 'Cinco horas con Mario', la obra de teatro, escrita por Miguel Delibes, que estrenó el 26 de noviembre de 1979 en el Teatro Marquina de Madrid. «No podía haber un escenario más hermoso para el final», aseguró entre el cariño del público. «Aquí se cierra un ciclo muy importante. Como sabéis, hoy ha sido la última representación hecha por mí de esta obra. Ha sido un recorrido muy largo y gratificante, como persona y como actriz. Ha sido una obra que han visto miles y miles de personas en distintas épocas a lo largo de tantos años».

Herrera, de 86 años, celebró que su última vez en la piel de Menchu haya sido en Valladolid, «en mi tierra y en la tierra de Miguel», dijo con un deje de emoción que fue arropado con un caluroso aplauso. «Aquí, el lenguaje de Carmen nos suena a todos;es un castellano que reconocemos, con esa musicalidad que captó tan maravillosamente bien Delibes, el autor de una obra que me ha hecho tan feliz». «Miguel –dijo– quiero darte las gracias una vez más por todo lo que me has regalado, por tu amistad, por tu labor en la cultura, por esa generosidad...». También tuvo Herrera palabras de recuerdo para José Sámano –«ya tampoco está con nosotros»– y Josefina Molina. Con ellos, aseguró, ha vivido «cosas muy gratificantes, con lealtad, con riesgo, con amor al teatro. Hoy no hay gente dispuesta a hacer lo que ellos hicieron», apuntó, en recuerdo de los promotores de una obra de teatro a la que Lola Herrera dice ahora adiós. «Me voy feliz de Valladolid, con mi medalla». El lunes recibió la Medalla de Oro de la ciudad.

«Aquí tengo mis raíces y hoy ha venido a verme Jimena, mi sobrina nieta, de 8 años, que ya se sabe el comienzo de 'Cinco horas con Mario'. Ya tengo quien me sustituya», bromeó, para después de lanzar varios besos al aire, dejar el escenario y abandonar para siempre el luto de Carmen Sotillo.

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