Ana Belén y José Luis Gómez estrenan su 'Romeo y Julieta' sénior en Valladolid

Esta resurrección de los jóvenes que viven la historia de amor más famosa del teatro nace hace tiempo, cuando José Luis Gómez vio una representación de la Royal Shakespeare Company que, respetando el texto, otorgaba el protagonismo a dos actores de edad avanzada. El drama del amor prohibido quizá podía trasladarse a otras coordenadas. Así que el fundador del Teatro de la Abadía empezó a considerarlo e inoculó la curiosidad en la que fue su compañera en dos montajes de la Compañía Nacional de Teatro en 1986, 'Ofelia' y 'Hamlet', a las órdenes de José Luis Plaza. También le interesó Rafael Sánchez, director suizo-español que estaba al frente del Theater Neue Markt de Zurich, donde Gómez logró una gran crítica a su trabajo como mimo cuando era joven.

«Es un director seguro e inspirado», dice el actor, al que invitó a hacer 'Tiempo de silencio' en la Abadía y superó la prueba con nota. Ahora Sánchez vuelve a España, «es interesante la diferencia entre el teatro alemán y el español», a un concierto de Víctor Manuel en el que descubrió sus «raíces asturianas, mis abuelos eran de Gijón» y a dirigir a la mujer y al hijo del cantante. «Me interesa la vejez, dentro de poco solo habrá viejitos en Europa y la gente joven tendrá que venir de otra parte, pero no importa a mezcla es siempre mejor. Me pregunto qué pasa con la gente mayor que nos quitamos del medio, por qué rechazamos un beso en público de dos ancianos, a qué edad salimos de la vida social», se inquiere mayéuticamente el director. Sobre cómo integrar esas edades en la sociedad, sobre el amor en la edad madura, hablan la Julieta de Ana Belén y el Romeo de José Luis Gómez. Humor y ternura, dentro del drama, subrayan. «Hay un momento en el que Irene (la chelista) me tiene que hacer el sonido de una ambulancia para que pueda coger el tono para cantar», cuenta Gómez que considera «enternecedor ver a los dos ancianos gagás avanzando en las sillas de ruedas. Es chistoso y tierno a la vez».

Ana Belén es una Julieta que llega a esta familia «con el recuerdo de las primeras veces que haces teatro, ha sido más jugar que actuar, todos los días íbamos al ensayo diciendo 'vamos a ver de qué me toca hacer hoy'». En cierta manera son parte del experimento de «qué pasaría si en vez de morir Romeo y Julieta a los 13 y 14 años despiertan 50 años después. Ahí comienza nuestra función, nuestra reflexión sobre un amor de viejos, sobre qué pasa con los mayores, hecha con mucho sentido del humor».

Junto a ella, su hijo David San José, compositor de la música e instrumentista en escena, porque a los dos protagonistas les acompañan otros tres actores músicos que han ensayado con ellos durante siete semanas y aún siguen puliendo. «La ventaja de que seamos músicos es que estamos acostumbrados a improvisar», apunta Irene Rouco, que disfruta mucho «formando parte de esto». Por su parte, José Luis Torrijo, que trabajó con Gómez en 'La Celestina', suma papeles al de músicos, como la aya de Julieta «es como volver al teatro primitivo, te pones un delantal para ser la aya y luego una casaca para ser el fraile. En esta función jugamos en la primera división con José Luis y un mito, Ana Belén. Me sorprende cada vez que pienso que canto con ella». David ha hecho una «ecléctica» selección de temas para los distintos momentos de la obra que van desde clásica, jazz al bolero o el pop.

También la música es un atractivo para los públicos más jóvenes aunque Ana Belén apuntó que hay un problema de fondo más serio: «¿Realmente se les está enseñando a los jóvenes la importancia del disfrute de al cultura?».

'Romeo y Julieta' podrá verse este viernes, sábado y domingo a las 19:30 h. en el Calderón de Valladolid, desde donde girará por toda España.