«Hemos sobrevivido gracias a las casetes, los dj's y las discotecas»

Álvaro Urquijo sabe que está en una de las giras más importantes del grupo. Los Secretos llevan años agotando tickets en sus conciertos y eso es un balance dulce después de una carrera tan longeva como irregular. «Somos una banda de directo, somos de una generación que venía de vender discos y ahora los discos son solo objetos de coleccionista. Vivir de tocar es un lujo que no dejamos de agradecer», confiesa.

La gira está concebida como un premio a la resistencia. «Vamos a hacer un concierto con todo un ejército de éxitos. Nosotros también somos público y nos encanta que nuestros grupos favoritos nos den lo que queremos escuchar», dice. «Aunque somos 'talluditos', nos cuidamos y nos obsesionamos con hacer todo lo mejor posible, precisamente para que no nos pese la edad. Los Secretos somos sinónimo de buen 'show', de buenas guitarras, de buenas armonías vocales».

'Desde que no nos vemos' fue el título del homenaje que Los Secretos, varios artistas invitados de honor y 12.000 espectadores ofrecieron al fallecido Enrique Urquijo el 17 de noviembre de 2019 en el Wizink Center. Más de dos años después, Álvaro rememora aquel concierto. «La huella de mi hermano en la música ha superado, con creces, lo que él podría haber concebido». El cantante de Los Secretos se explica: «En la época de Enrique, nunca fuimos cabezas de cartel, nunca fuimos números uno, y que ahora una canción suya como 'A tu lado' tenga 50 millones de descargas a él le hubiera encantado disfrutarlo». Ciertamente, Los Secretos es una banda a la que se identifica con los 80. Sin embargo, es necesario recordar que en la época de los cardados, las hombreras y el tecno-pop, los creadores de 'Sobre un vidrio mojado' no fueron respetados ni por la industria ni incluso por algunos grupos (integrados bajo la denominación de 'Hornadas irritantes') que tanto a Los Secretos como a Nacha Pop les tildaban de 'babosos'. El propio Álvaro es el que menciona aquellos años ingratos.«En 1983, el directivo de nuestra compañía nos echó porque decía que nuestra música olía a vaca. No entendía el que mezcláramos pop español con esquemas de la música 'country' y con influencias de grupos como The Byrds o Flying Burrito Brothers». Los primeros 90, cuando llegaban los 'loops' y ya empujaba un 'indie' patrio en inglés, Álvaro recuerda el escepticismo con el que les trataban algunos medios. «Cuando nos preguntaban si añadiríamos 'loops' a nuestra música, siempre respondíamos que teníamos un buen batería y que nos preocupábamos mucho por tener un gran sonido orgánico, además de por grabar en analógico. Y claro, nos llamaban antiguos».

Los Secretos tuvieron la fortuna de congregar a un público leal que, con el paso de los años, no ha mermado en seguimiento a los discos y a las giras. «Hemos sobrevivido gracias a los radiocasetes de los coches, a los dj's de los pequeños bares y de las antiguas discotecas. En definitiva, a un público que ha estado ahí pese a que hubiera épocas en las que desaparecíamos de las teles y de las emisoras».

Parte de esta ingratitud aparece en la biografía 'Siempre hay un precio', que Álvaro se animó a escribir en la cuarentena. El cantante confiesa que la idea de hacer una biografía oficial «viene de una necesidad de aclarar muchos aspectos de la vida del grupo». Álvaro añade que «en las entrevistas que nos hacían en el 20 aniversario de la muerte de mi hermano, muchos periodistas estaban desinformados. Y a veces leíamos cosas que no tenían nada que ver sobre cómo había muerto Enrique». Pese a que Los Secretos podrían vivir de rentabilizar sus canciones, Álvaro sostiene que ya hay temas nuevos que esporádicamente acogen en su repertorio de directos. «Nos gusta que las nuevas canciones pasen primero por el filtro de los conciertos. Está bien que comiencen a viralizarse en vídeos que graban los espectadores con el móvil. Ha cambiado la manera de exponer tu música y de presentar canciones nuevas». Tras esta gira que el sábado pasará por Valladolid, el grupo se plantea precisamente un próximo disco tras cuatro años de su último trabajo de temas nuevos con el disco 'Mi paraíso'.

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Los otros 80

Aunque los años 80 pasaron a la historia por la estética 'after-punk', por las mechas del heavy-metal más 'glam' o por el pop más sofisticado de los nuevos románticos, lo cierto es que, bajo cierta sombra, existió una escena de pop y rock clásico formado por grupos que vestían con pantalones vaqueros, botas campestres, chalecos y camisas 'folkies'. En definitiva, gente muy normal haciendo pop-rock atemporal y de calidad, cuyas canciones hoy pueden escucharse sin los rubores ni los sonrojos que provocan las modas más efímeras. Hablamos de Dream Syndicate, The Long Ryders, Tom Petty & The Heartbreakers, R.E.M., Katrina & The Waves o de las mismísimas The Bangles. En España, tuvimos a Los Pistones, a Los Secretos, a Nacha Pop y en un nivel más underground a La Granja y a Los Negativos. Álvaro Urquijo confiesa que «no ir con las modas tiene su precio y es una lástima que haya tantas buenas bandas que no puedan resistir el ninguneo de la industria». Sobre el 'mainstream', sentencia y a la vez se ríe:«Veo lo más escuchado de 1969 con The Who, Hendrix, Stones o Beatles y lo comparo con el de ahora y se me cae el alma…»