El Patio Herreriano celebra su aniversario con la música de Abel Paúl
El compositor vallisoletano reivindica la escucha atenta con un programa de «electrónica en miniatura» este miércoles en la Capilla de los Fuensaldaña
Saxo, clarinete, guitarra y recursos electrónicos son los instrumentos que desarrollarán este miércoles el programa 'La escucha en el umbral', diseñado por el compositor vallisoletano ... Abel Paúl. Será en la Capilla de los Fuensaldaña, en el Patio Herreriano que celebra su aniversario con música. Pedro Pablo Cámara, Gustavo A. Domínguez y Pedro Rojas Ogáyar interpretarán obra de Paúl, de Giacinto Scelsi y Mauricio Pauly.
«El programa va en conjunción con los músicos. Hay dos obras mías y otras dos, una de los años sesenta y otra actual, que tratan desde diferentes puntos de puntos la experimentación con el sonido. La Capilla tiene un acústica peculiar y son tres aproximaciones diferentes al uso del espacio», explica Abel Paúl (Valladolid, 1984).
'La escucha en el umbral'
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Obras de Abel Paúl, Giacinto Scelsi y Mauricio Pauly.
uIntérpretes. Pedro Pablo Cámara, saxo, Gustavo A. Domínguez, clarinete, y Pedro Rojas Ogáyar, guitarra.uMiércoles, 4. 20:00 h. Capilla de los Fuensaldaña, celebración del 23 aniversario del Museo Patio Herreriano. Entrada libre.
Paúl trabaja habitualmente con los tres músicos. «Son intérpretes de una capacidad técnica notable muy comprometidos con la experimentación seria y la música contemporánea. Entienden bien mi lenguaje. Hay otros excelentes músicos pero que no consiguen conectar con el lenguaje propio de un compositor», cuenta el creador. Si tiene que definir ese «lenguaje», Abel la considera «electrónica en miniatura. En general la música contemporánea, el rock o cualquier otra, tiende a enfocar la electrónica como una función envolvente, con grandes amplificaciones. Yo me planteo el trabajo opuesto, indago en el límite perceptible de la electrónica. A veces pongo micrófonos dentro de los instrumentos, juego con el roce de la amplificación, la relación física, las distintas interacciones que provocan. Lo llamo la poética del híbrido».
El catedrático de composición del Conservatorio de Málaga ha desarrollado casi toda su carrera fuera de su comunidad. Doctor por la Universidad de Huddersfield (Reino Unido). Desde 2008 ha sido ganador de concursos en la Universidad de Illinois, el del Centro Nacional de Difusión Musical, l Beca Leonardo-BBVA, el de la SGAE, el Mauricio Kagel de Viena, entre otros. «Los concursos me sirvieron pero tampoco son imprescindibles. Las obras pueden tardar en ser aceptadas e interpretadas, las obras tienen vida propia y en cualquier momento salen. Lo importante es encontrar una comunidad musical que entienda tus ideas y tu lenguaje, que tu trabajo les ofrezca la posibilidad de desarrollarse ellos también. Eso es más esencial que la exposición pública».
En una sociedad llena de caminantes con cascos en sus orejas, de lugares públicos con música y ruido de fondo permanentemente, el reto del compositor es hacerse oír. «Reivindico otro tipo de escucha, una profunda, que fomente un tiempo en el que solo se esté atento al sonido sin ninguna distracción. Eso es cada vez más difícil, pero nos da la oportunidad de sentarse y escuchar sin más». No cree que el público español sea anómalo respecto al resto en su consideración de la música contemporánea. Hay cierta gente curiosa, deseosa de escuchar algo nuevo, como va a un espectáculo de danza experimental o a una galería de arte. Quizá la única diferencia es que en España se invierte menos en música. Pero creo que hay espacios interesantes donde hacer cosa nuevas y están abiertos para quién quiera acudir».
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