La OSCyL cierra temporada con las despedidas de Mahler y Strauss
La soprano Miah Persson interpretará las 'Cuatro últimas canciones' del bávaro a las órdenes de Thierry Fischer, que también dirigirá la 'Quinta' del bohemio
La despedida «realista y luminosa» de la vida. Así califica la soprano Miah Persson las 'Cuatro últimas canciones' de Richard Strauss que interpreta esta semana ... con la Orquesta Sinfónica de Castilla y León. Thierry Fischer, director titular, completa el programa con la 'Sinfonía nº 5', de Mahler. El alarde sinfónico de estos dos gigantes posrománticos cerrará la temporada de la OSCyL.
Persson está familiarizada con «el lenguaje musical» de R. Strauss. Ha encarnado a varios de sus personajes operísticos y es requerida para estas canciones con asiduidad. «Son cuatro poemas (de Hermann Hesse y Joseph von Eichendorff) que elige para representar la despedida de la vida. Comienza con una persona madura que siente que va a vivir su última primavera. Avanza en los versos el cansancio por el trabajo, de la existencia, hasta el último que es como darse a mano y atravesar el mundo. El final es muy bonito, muy lento, la voz casi susurra, en la orquesta suena la flauta piccola como si fuera un pájaro o una luz que se abre en el cielo», explica la soprano sueca. «No es triste, creo que es realista. No es la desesperanza de la 'Segunda' de Mahler, que viene a decir cuando muero empiezo a vivir. Las cuatro canciones son la preparación para al última frase que dice 'esto puede que sea la muerte'. Su esencia es positiva, el camino hacia la muerte».
Su voz comparte escenario con 90 músicos. «Confío en que el director encuentre el equilibrio. Lo bueno de Strauss es que cuando escribe más denso para la orquesta, la voz tiene el papel más alto».
Concierto nº18 de abono
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Orquesta Sinfónica de Castilla y León, dirigida por Thierry Fischer. Soprano, Miah Persson.
Jueves y viernes. Auditorio Miguel Delibes, 19:30h. Entradas de 10 a 30 euros.Programa. 'Cuatro últimas canciones', de Richard Strauss; 'Sinfonía nº 5', de Mahler.
Desde su formación, a Persson le interesó el teatro y ha sido testigo de cómo el aspecto dramático crecía en la ópera. «Fue a raíz de grabar dvs en los noventa. Los directores de escena escrutan tu cara. Pero es casi imposible gesticular cuando estás cantando a Verdi o Puccini. El público no demanda más gestos o movimientos». Miah alterna la ópera, en la que «se canta mucho e intensamente» con conciertos y recitales, en los que tiene más libertad y más intimidad. Además colabora con orquestas y ensembles dedicados a música antigua, a las órdenes de Gardiner, Jacobs o Herrewegue.
Junto a la última obra de Richard Strauss, cuyo estreno no llegó a escuchar, la 'Quinta' de Mahler. Inés Mogollón, musicóloga que escribe una brillantes notas al programa, nos advierte que «la música no es el lenguaje de la melancolía, es la melancolía; la más profunda, hermosa y desconcertante experiencia de lo efímero». Si somos trágicos «cantemos nuestro propio destino». Mahler ha perdido a Alma, su esposa. A ese desamor dedica el 'Adagietto' que popularizó Visconti en 'Muerte en Venecia'.
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