María Martín, soprano
«No sé para qué invierten tanto si nos van a dejar ir»Cantará con la pianista Irene Alfageme, ambas vallisoletanas, el programa 'Caminamos' en el ciclo de Juventudes Musicales este sábado
La soprano María Martín vuelve esta semana a su ciudad, Valladolid, para ofrecer un recital en el ciclo de JuventudesMusicales, este sábado en el Teatro Calderón. Estará acompañada por la pianista Irene Alfageme, primera colaboración entre la soprano y la repertorista, profesora en el Real Conservatorio de Madrid. Ambas se tenían ganas.
María viene de Bremen, donde trabaja desde hace siete años. Fue a hacer un máster y luego le ofrecieron formar parte de su ópera. «Es un trabajo estable para toda la temporada. Hacemos seis montajes distintos cada año, entre óperas y operetas, dos o tres de reposición. Les gusta el repertorio alemán, también el italiano, hacemos algo del ruso y el checo. Cuesta un poco más el español, les falta la zarzuela», explica esta soprano. «En Alemania hay más trabajo y más infraestructura. Cada vez echo más de menos mi país, mi gente, pero no puedo tirar por la borda tanto esfuerzo. Allí puedo vivir de mi profesión».
Y de allí parte el viaje del programa 'Wir wandelten' (Caminamos') que interpretará este sábado a partir de las 20:00h. «Hay canciones relacionadas con el camino del amor, de la muerte, de la desesperanza que decidí ordenarlas también relación con mi recorrido. Hoy mi casa está en el norte de Alemania. A una hora de Bremen está Hamburgo, donde nació Brahms», y con su ''Wir wandelten' y su 'Sechs Gesänge' comenzarán. Luego bajan hacia centro Europa con dos canciones de Clara Schumann para continuar con otras de la compositora francesa C. Chaminade y de su compatriota Poulenc. Terminarán con un ciclo de Fernando de Obradors.
«La canción es un género muy apropiado para esa sala la escucha todo. Así se pueden apreciar los matices de la canción en la que la música va muy unida al texto. Eso nos permite contar historias con un hilo conductor», cuenta María Martín. Formada en canto el Conservatorio Superior de Castilla y León, en Salamanca, y en piano en el Musikene, se pregunta «para qué invierten tanto en nosotros si luego nos dejan ir. La formación musical en España es muy alta. El nivel medio que llevamos es superior a lo que hay por ahí, lo triste es que se aprenda aquí para dar fruto fuera. Si me planteo volver tendría que pensar en docencia o en gestión cultura para lo que me sigo formando, pero no podría vivir de cantar».
