Bellísima despedida del ciclo de cámara
CRÍTICA DE MÚSICA ·
El trío Vibrart y el ensemble de Percusión de la OSCyL dejaron algunos de los mejores momentos de la temporadaSecciones
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CRÍTICA DE MÚSICA ·
El trío Vibrart y el ensemble de Percusión de la OSCyL dejaron algunos de los mejores momentos de la temporadaLa despedida del ciclo de cámara y recitales nos dejó una inesperada propuesta que resultó bellísima y original, el trío Vibrart junto a miembros de ... percusión de la OSCyL, anunciaban un nocturno para trío con piano, una de las últimas páginas de Schubert.
Ciclo de Cámara y Recitales. Trío Vibrart. Miguel Colom, violín; Fernando Arias, violonchelo; Juan Floristán, piano.
El recuerdo de los tríos op 99 y op 100 nos llenó de una melancolía que se expresa en la cuerda de esta página, a pesar de la certera afirmación del piano. Todo a modo de preámbulo que el trío unió con la versión que de la sinfonía nº 15 de Shostakovich hizo Vikyorv Derevianko con la aprobación del autor. Sin apenas despedir a Schubert, entramos de lleno en una versión insólita, depurada y detallada de una obra en la que no se puede descartar su carácter testamentario, a la vez que supone un repaso a las miserias, ironías y otros recursos que Shostakovich utilizó para resaltar o eludir verdades. Nunca dejó de lado la percusión, así que la versión tiene en esta obra un protagonismo distinto de la versión sinfónica.
Aunque en el primer movimiento aparezcan referencias que restan tensión, (Rossini o Wagner) son desviaciones breves que sirven de guiño para dar paso a los tiempos lentos. Una marcha fúnebre pone énfasis y da entrada a los instrumentos de percusión esenciales en este relato profundo. Celesta, Xilófono, timbales, látigo, gong, platillos, etc. nos relatan con fuerza o sutileza el gran enigma de Shostakovich. Entre ellos, la caja china se eleva con su inconfundible timbre para, más que una caja de Pandora, dar paso a una reflexión ejemplar que deja tiempo entre silencios para expresar con una coordinación notable al grupo que supo ensamblar un discurso difícil. Fueron los silencios los mejores aliados para construir esta versión largamente aplaudida. A veces, la música de cámara ofrece posibilidades insospechadas y en esta ocasión el 'ruido' habitual de Shostakovich dio paso a un lado para dejar que la esencia, escasa en decibelios pero llena de intención musical, pusiera final a un ciclo que ha reunido algunos de los mejores momentos de la temporada .
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