La conexión española de Britten

Vino en 2015 con el Concierto nº3 de Brahms y la violinista noruega Vilde Frang hipnotizó al público. Su musicalidad, su presencia en el escenario, su forma de escuchar a la orquesta y esa apariencia de criatura robada al bosque es recordada dos temporadas después. Esta semana toca con la Sinfónica de Castilla y León el Concierto para violín de Britten. La dirige López Cobos, el maestro que puso en pie el Réquiem de guerra, del británico, en 2013 en ese mismo escenario.

Britten era amigo del violinista español Antonio Brosa, a quien dedicó su primera suite para violín. Cuando se decidió a escribir un concierto para este instrumento, también fue Brosa el depositario de sus dudas y quien lo estrenó en el Carnegie Hall de Nueva York en 1940. Vilde Frang ensaya con la OSCyL buscando «esa conexión española, los escucho con esa idea». Ha grabado recientemente esa obra junto con otro concierto de Korngold. «Me gusta tocar una obra sobre lo que trabajado tan al detalle durante el proceso de grabación. Por otra parte, ahora que ya estoy preparada para una grabación con cierto dominio, resulta que ya lo grabé. Elegí el de Korngold para acompañar al de Britten en el disco porque son compositores y obras que se complementan como el ying y el yang. Para mí, son ambos conciertos románticos y técnicamente muy similares, incluso con una plantilla orquestal casi idéntica», dice la joven elegida por Anne-Sophie Mutter. «Mientras trabajé en su fundación, me prestaron en Jean-Baptiste Vuillaume de 1864. Lo toco desde hace 13 años, luego tuve la ocasión de comprarlo. Es un instrumento excelente y no tiene los precios astronómicos de los stradivarius o los guarneri». Frang considera que un músico «nace, no se hace» y se siente agradecida a todos sus profesores«que han sido muy diferentes, incluso entre ellos se contradecían, porque me han hecho encontrar mi voz tras aprender algo de cada uno. Fui una mala estudiante, perezosa y arrogante, capaz de estar dos años sin profesora porque la que deseaba no tenía horas libres. En ese tiempo aprendí de mí misma, desarrollé mi método, busqué mi voz».

Vilde Frang grabará en verano un disco con el concierto de Bartok y música de cámara y otro «de pequeñas piezas que son diamantes musicales, algo que querido hacer desde hace mucho». López Cobos acompaña el concierto con las Matinées, de Britten, y la Séptima de Sibelius.