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Manuel Arranz, Luis de la Torre, Mauro Sanz y Andrés de la Fuente, primeros componentes de L'ikros.

L'ikros, invencibles 45 años después

El grupo vallisoletano celebrará el próximo 17 de julio su récord internacional, todavía imbatido, de actuación sin interrupción en directo sobre un escenario

Sonia Quintana

Jueves, 16 de junio 2016, 20:53

Han pasado 45 años y hay detalles de aquella actuación que Mauro Sanz, exbatería de L'ikros, recuerda como si hubieran ocurrido ayer. Junto a Andrés de la Fuente, guitarra, teclados y voz; Carmelo Diáñez; y Andrés Lajo 'Pelujo', bajista, tocaron sin parar durante más de cuatro días en la pista de baile de la ya desaparecida sala Dimol, sita en el kilómetro 187 de la carretera de Madrid. L'ikros había sido fundado en 1966 por Manuel Arranz, Luis de la Torre, Mauro Sanz y Andrés de la Fuente pero el servicio militar hizo que dos de los miembros originales de la banda ya no pertenecieran al grupo en 1971. Fue Roberto Vítores, dueño de la mítica sala vallisoletana de los años sesenta, quien avaló la propuesta de L'ikros de intentar tal hazaña y para ello no dudó en organizar un festival en beneficio de Asprona y contratar los servicios del notario José María Carvajal Gatón. «Para prepararnos estuvimos muchos días tocando en nuestro local de ensayo. Primero fueron ocho horas seguidas; luego, 24; y así hasta que llegamos hasta las 48 horas. En ese momento nos dimos cuenta de que podíamos hacerlo. El récord nacional lo tenía un grupo de zaragoza que había estado 72 horas tocando sin parar», cuenta Mauro.

No sólo batieron el récord nacional sino que, cien horas después, también lograron el internacional («que tenía un grupo de Nueva Orleans con 96 horas sobre el escenario», apostilla el exbatería de L'ikros). «En aquella época había muchos grupos y la idea nos pareció una manera estupenda de hacernos publicidad». «Intentamos ponernos en contacto con los del libro Guinness pero nos fue imposible, relata Mauro, quien se mira las manos cuando recuerda cómo les sangraban los dedos a Andrés y Carmelo después de cuatro días, con sus cuatro noches, tocando la guitarra eléctrica. «Paramos porque con el punteo a Andrés y a Carmelo ya les sangraban los dedos y yo tenía las muñecas dormidas. Me las habían vendado para ir tirando pero, al final, ni las sentía», rememora el exbatería de L'ikros, reconvertido desde hace años en humorista.

El acta notarial, que conservan como una joya, lleva adjuntos los testimonios manuscritos de muchos de los que por allí pasaron esos días. Un total de once folios. «Había gente las 24 horas del día. Los ambientes eran de lo más dispares. A las ocho de la tarde llegaban los que iban a bailar; sobre las 12 de la noche venían los camareros que ya habían cerrado los bares, periodistas y otra gente de la noche; sobre las cinco de la mañana llegaban las prostitutas; y a las ocho de la mañana empezaban a llegar los obreros de la zona para tomar café. Dimol era un restaurante y la gente iba allí a desayunar, almorzar, comer y cenar. Nunca estuvimos solos, siempre estuvimos muy bien acompañados, además de por amigos y compañeros músicos», recuerdan Mauro y Manuel Arranz, que ejerció en aquella gesta de técnico de sonido del grupo, cuyo nombre significa 'Los Pacíficos'.

L'ikros comenzaron a tocar el 17 de julio de 1971 a las 19.02 horas y abandonaron su proeza el 21 de julio a las 23.02. ¡Cien horas exactas después! «Yo, José María Carvajal Gatón, notario de Valladolid, hago constar la permanencia del conjunto musical conocido por Los L'ikros en su actuación sin interrupción desde el día de hoy (y hasta el 21 de julio) interpretando distintas composiciones musicales y actuando sin dicha interrupción por los menos dos de sus componentes, al objeto de batir el récord nacional que en la actualidad existe». ¡Prueba superada! ¡Récord conseguido y con la mejor publicidad! «Salimos en el 'Ya', el 'Abc' y hasta en Televisión Española», recuerdan Mauro y Manuel. «Aquello nos vino muy bien. Fuimos teloneros de Juan Pardo y Fórmula V, entre otros, y hasta nos propusieron irnos de gira por Sudamérica con Mari Trini. Pero la novia de Carmelo no le dejó», se lamenta Mauro, como si la propuesta acabara de caer sobre su mesa.

«Nuestra idea era haber conseguido solamente el récord nacional, lo del mundial surgió tocando. Nos vimos con ganas de seguir cuando ya habían pasado las 72 primeras horas. «Con sus turnos, a partir de las tres de la madrugada, de cinco horas, que aprovecha un miembro del grupo para descansar mientras los otros tres siguen tocando (el notario se conformaba con dos). Con quince minutos, también por turnos, para comer», añade Andrés de la Fuente, exguitarra y voz del grupo vallisoletano. «Atrás quedaron más de dos cartones de tabaco. Más de una docena de pollos (fríos). Más de 16 litros de té», detalla Andrés. «Leche, tila, frutas y un jamón al que le dimos tal paliza que no quedó ni el hueso para el cocido», acota Mauro. «Nos hicieron unos análisis previos en el Clínico para ver si podíamos aguantar y luego, cada 24 horas, en el descanso de cada uno, nos miraban los médicos. Estábamos muy cuidados».

Han pasado 45 años de aquel verano de 1971 y su récord aún no ha sido superado. Mauro, Andrés y Carmelo (Pelujo ya ha fallecido) mantienen intactos en su memoria aquellos días en los que se fotografiaban con Juan Pardo o compartían escenario con la popular orquesta de música afrocubana, Lecuona Cuban Boys. No llegaron a grabar ningún disco pero no les hizo falta para que su nombre diera aquellos días la vuelta al mundo (o por lo menos, a España).

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