José Mercé: «Por márketing se han hecho fusiones que son infusiones»

A la edad en la que un chaval de hoy se asoma a la adolescencia, él se subió a un tablao profesional. José Soto Soto (Jerez, 1955) nació en una saga flamenca y no se sustrajo al destino. Este año celebra con un disco los 40 años de cante, con la colaboración de amigos como Tomatito, los Habichuela, Diego el Morao, Vicente Amigo... Precisamente a este último toma el testigo del primer concierto extraordinario en el auditorio Miguel Delibes. Conoce el escenario, así como el Calderón o el extinto Café España. «Siempre digo que la gente del norte tiene una sobriedad y una sensibilidad especial para escuchar el flamenco», afirma José Mercé, el nombre artístico del citado Soto. Hoy intercala su voz con la música de la Sinfónica de Castilla y León más el Orfeón Burgalés.

'Misterios: la pasión perpetua se estrenó en Sevilla en 1998 ¿la han hecho más veces?

Es un montaje que necesita que le demos una vuelta, y tras la revisión de Valladolid, espero que pueda ser paseado por toda España.

¿Cómo es la relación de un arte tan personal como el flamenco con una orquesta sinfónica?

Es fácil cuando la gente sabe estar en el escenario y es profesional, sabe de qué va. Siempre es una alegría estar con una orquesta y con un maestro como José Miguel.

¿Si tuviera que sintetizar la obra, qué diría?

Es una obra de flamenco tradicional, aunque sea un flamenco más abierto, siempre se sujeta a la base y la raíz. Por eso lo hago.

A finales de los noventa abre una puerta en su carrera y también hace versiones de canciones de cantautores, ¿cómo define su estilo personal en ese campo?

Siempre que sea abierto respetando la base y la raíz del flamenco es una maravilla, supone una mayor riqueza. En lo que no estoy de acuerdo es en los abusos de flamenquitos y fusiones que son infusiones por razones de márketing. Afortunadamente hay fusiones muy importantes y bien hechas que le han dado otra vida al flamenco.

A finales de los noventa abre una puerta en su carrera y también hace versiones de canciones de cantautores, ¿cómo define su estilo personal en ese campo?

Hago versiones a mi gusto. Siempre trato de llevar a mi mundo, que es el flamenco, cualquier composición que me interesa. Coja lo que coja, mi versión suena a flamenco. Cuando hice la versión de Al alba, del maestro Aute, con la misma música y letra hice otra canción, sonaba distinto.

Acaba de publicar el álbum que recoge 49 temas importantes en sus 40 años de cante ¿tiene prevista gira?

A partir del 16 de enero comenzamos en el Teatro del Circo Price.

Durante su vida, el flamenco ha salido del tablao para tomar todo tipo de escenarios ¿es un triunfo del género o se ha popularizado perdiendo su pureza?

Fui el primer flamenco que subí al escenario del Teatro Real. Creo que es importante que todo el mundo se dé cuenta de que el flamenco es nuestra cultura y nuestra música. Nos ha costado mucho que se le reconozca como patrimonio inmaterial, pero aún hay quien se sorprende de que el flamenco esté donde está. Vamos poquito a poco abriendo el cante y eso cuesta mucho trabajo hacerlo

Quienes han nacido en una saga flamenca viven la escuela en casa, pero ¿cómo es la transmisión fuera de la familia?

Afortunadamente hay una gran riqueza entre las generaciones jóvenes. Yo les diría que no abandonen nunca la base, que esa es la referencia. Y después que no empiecen la casa por el tejado, que primero aprendan la base y lego busquen su forma de expresar su personalidad

¿Vive para cantar o viceversa?

No sabría vivir sin cantar, el flamenco es mi vida. A los 13 años dejé el colegio y me subí a un escenario, desde entonces soy cantante profesional. No sabría hacer otra cosa.

En su última portada aparece como un semidios sin arrugas ni historia, ¿se siente así?

(Ríe). La vida me ha tratado bien y parece que el físico no se ha estropeado mucho, por fuera.