Villanubla, cuna de versos
Los poetas locales Hilario Álvarez, Carlos Valentín y Marcelino Díez, organizan un recital-presentación de sus respectivos libros de poesía para sus vecinos
Tal vez sean las tupidas nieblas que dan nombre a su pueblo. O tal vez, el páramo infinito sobre el que éste se asienta, o ... quizás la apasionante historia que envuelve estos terruños. El caso es que Villanubla es cuna de poetas. Y para muestra, bien valen Carlos Valentín, Hilario Álvarez y Marcelino Díez. Tres orgullosos vecinos de este municipio, que acaban de publicar sus libros «Humor en Verso', 'Se me agota el tiempo' y 'Romances del páramo viejo', respectivamente, los tres de la editorial Maxtor, y que los presentarán en sociedad ante sus convecinos. Será, el próximo 4 de noviembre a las 19:30 horas, en la Casa de Cultura de Villanubla. «En nuestro pueblo hay mucho talento. Hay gente que escribe muy bien y que tiene material como para escribir un libro. Sólo les falta dar el paso como hemos hecho nosotros», cuentan estos nublenses.
Hilario Álvarez (Villanubla, 1955), jubilado del sector de la banca y corresponsal del desaparecido diario Alerta en Valladolid, es el más veterano de los tres en esto de publicar un libro. Acaba de publicar el cuarto, 'Se me agota el tiempo', el primero de poemas y lo ha hecho inspirado, sobre todo, por sus dos nietos, Pedro y Mateo. «Quiero que este libro quede el día de mañana para ellos, para que sepan cómo le surgió la vena artística a su abuelo», dice emocionado. «Es un libro nacido en la pandemia y en él reflejo muchas de las secuelas que nos ha dejado y en cómo ha influido en nuestro estado de ánimo», comenta este escritor. Sus primeros libros se agotaron en cuestión de días. Sus paisanos se lo quitaban de las manos. Para impulsar las ventas del último, publicado en época de pandemia, le tocó tirar de ingenio. «Vivo en Laguna de Duero y tengo un bar debajo de casa. Ni corto ni perezoso, bajé con mis libros al bar y puse un cartel en el que escribí: 'Pongo mi talento a tu alcance, por un módico precio' y así vendí todos. He tenido que hacer otra tirada para la presentación en Villanubla», cuenta este escritor.
Carlos Valentín (Villanubla, 1956) siempre ha trabajado en banca. Un oficio muy serio para un humorista en potencia. Quiso seguir los pasos de su idolatrado Gila, pero le pudo más la seguridad de un trabajo fijo. Su sentido del humor, su ingenio y su facilidad para los juegos de palabras le han valido para escribir su libro 'Humor en Verso', autopublicado en 2020 y cuyos beneficios van destinados íntegramente a la Casa de Beneficencia. En él recopila 50 de sus mejores poesías que tienen como objetivo lograr la sonrisa del lector, no en vano, esta obra lleva por subtítulo 'Sonrisas a 24 céntimos la pieza'. «El libro vale 12 euros, por eso digo que la poesía sale a 24 céntimos. Si la lees dos veces, sale a 12», dice con su fino humor. En este libro de humor poético, aparecen versos de muy diferente temática, especialmente de sucesos cotidianos, como la ITV, el tabaco o los okupas. «Tengo material para otro libro. La época de la pandemia ha sido la más prolífica para mí, por ello, según la aceptación que tenga este libro, volveré a autopublicar. No lo hago por un motivo económico, sino, sobre todo, por hacérselo llegar a la gente del pueblo», dice este poeta, que es además, uno de los fundadores del recital de cuartetas de su pueblo.
Para Marcelino Díez (Villanubla, 1966), su primer libro, 'Romances del páramo viejo', es un sueño hecho realidad. El prólogo lo escribió su amigo Hilario y la portada, es de su amiga Pilar Valentín. Fue su profesor de literatura, quien le despertó a los 14 años, el amor por las letras. Marcelino, que profesionalmente trabaja como funcionario en el Centro Penitenciario de Valladolid, tiene un don para la lírica. Él es capaz de transformar la realidad en poesía. Muchas de sus creaciones han alcanzado distintos reconocimientos en certámenes, justas y concursos. «Mi libro es una recopilación de los poemas que he ido escribiendo a lo largo de mi vida y que están relacionados con el sabor al pueblo, a las raíces y al entorno de Villanubla. No es complicado autoeditar un libro, sólo es necesario atreverse a dar el paso. Espero que no sea el último y por eso, pronto, me pondré a trabajar en el siguiente», adelanta.
Unos conocían lo que los otros iban creando y entre los tres, se han animado para dar el paso y publicar sus escritos. Este trío de amigos que comparten su inquietud por la literatura, se muestra muy ilusionado con el recital que tienen programado para el próximo día 4 en la Casa de Cultura de Villanubla. «Será un acto bonito y en un lugar entrañable. Nos hace muchísima ilusión firmar nuestros libros a nuestros vecinos y amigos. Tenemos las dedicatorias preparadas para cada uno de ellos», concluye Marcelino.
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