Poetas periodistas defienden la vigencia de la poesía como «resistencia frente a la banalización cultural»
Aganzo, Elguero y Quirós protagonizan un lúcido debate en la Feria del Libro de Valladolid sobre la relación entre periodismo y creación poética
La poesía como forma de resistencia. Como antídoto frente a la prisa, la banalización cultural y la mercantilización del pensamiento. Esa fue la idea central que sobrevoló la conversación entre Carlos Aganzo, Ignacio Elguero y Julián Quirós, tres periodistas que también son poetas —o poetas que también ejercen el periodismo—, en una mesa redonda celebrada en la Feria del Libro de Valladolid bajo el título 'Poesía de rigurosa actualidad'.
En tiempos de algoritmos, estudios de mercado y literatura entendida como producto de consumo, los tres coincidieron en reivindicar la poesía como un espacio necesario para la reflexión, la emoción y el lenguaje esencial. «La poesía no tendrá nunca la audiencia del Gran Hermano, pero es importante para mucha gente. Aunque sean seis, eso ya es mucha gente», ha apuntado Ignacio Elguero, actual director de Educación y Diversidad Cultural de RTVE.
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El encuentro ha servido para revisar la evolución del vínculo entre periodismo y creación literaria, desde la figura decimonónica del poeta-periodista hasta el columnista como forma dominante del periodismo literario en el siglo XX. Carlos Aganzo, subdirector de la Fundación Vocento, ha situado ese cambio tras los años cuarenta: «El columnismo convirtió al escritor en alguien que se arrima al periódico por supervivencia. Pero la figura del poeta-periodista se fue apagando». Sin embargo, defendió que la prensa —y en especial la local— mantiene aún una responsabilidad insustituible en el cuidado de la cultura: «Aunque tengamos pocos medios, sabemos que la cultura local es un valor diferencial. Y lo ha sido siempre, incluso en tiempos de escasez».
Elguero, por su parte, ha compartido su experiencia en la defensa de la poesía desde medios públicos. Reconoce haber tenido que enfrentarse incluso a sus propios superiores por impulsar espacios dedicados al género en Radio Nacional. «A mí me han llamado al despacho para echarme una bronca por dirigir un programa de poesía. Me dijeron: 'Te pagamos para otras cosas, no para esto'», ha relatado.
Más tajante fue Julián Quirós, actual director de ABC, al criticar la deriva comercial de algunos sectores del mundo editorial y mediático: «Nos mandan libros diseñados con algoritmos, donde se cambia al protagonista por una mujer violada porque el mercado lo pide. Eso no es cultura, es consumo. Y hay que saber distinguirlo», ha afirmado. A su juicio, los medios serios tienen la responsabilidad de preservar los criterios culturales frente a las modas y fenómenos de redes.
En el tramo final, se ha abordado también la convivencia entre poesía tradicional y nuevas formas de difusión digital. Si bien han reconocido que muchos fenómenos virales generan un cierto interés por la poesía, también han coincidido en marcar distancias con lo que Quirós llamó «para-poesía». «No vamos a negar su existencia, pero no podemos confundirlo con literatura», ha sentenciado.
La buena noticia, concluyeron, es que la poesía sigue viva. Y que todavía encuentra espacio —y lectores— en lugares como la Feria del Libro de Valladolid.
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