Manuel Vilas: «El humor es fundamental en mi obra porque la vida se vive mejor como una comedia»
El autor conversa con Raquel Martos en Fuensaldaña, dentro del marco del festival Blacklladolid
Tras las visitas de Carlos Zanón, Leonardo Padura, Luz Gabás o Mikel López Iturriaga, entre otros, el certamen nacional de literatura y gastronomía «Blacklladolid» acoge ... hoy a la dupla compuesta por Mikel Santiago y Manuel Vilas, quien el pasado año publicó 'El mejor libro del mundo'. Vilas habló junto a Raquel Martos en torno a la literatura, la vida, Trump, el amor o el humor, entre otros temas.
«Vivimos un momento en España y otros países europeos donde muchas ciudades están deseosas de cultura», ponderó Vilas en declaraciones previas sobre su visita a Blacklladolid. «Festivales como este triunfan en toda Europa como consecuencia de ese anhelo de cultura que tiene la gente, cada uno de estos actos se celebran con las salas llenas». Y es que, para Vilas, la experiencia del lector requiere trascender de la mera lectura de la obra: «Los encuentros con los autores son una celebración pública de las cosas que nos aporta un libro, el contacto entre vida y literatura, y que propicia la conversación pública y social con otros lectores que fomenta la literatura misma».
En su intervención, Vilas incidió en la idea de «animal literario» que ha trasladado en entrevistas anteriores: «Escribo porque no sé hacer otra cosa», aseveró. Para él, «el escritor tiene una necesidad psíquica de seguir adelante, y lo peor que le puede pasar es tener un éxito que le impida continuar escribiendo». Con frecuencia, asimila el autor de 'Ordesa' el vínculo entre literatura y vida; «pues leer nos ayuda a enfrentar los miedos y sinsabores de la realidad», y otorga especial relevancia al humor.
«El humor es fundamental en mi obra porque es muy importante en la vida, y yo no sé vivir sin humor», subrayó, ostentando su origen aragonés y el empleo de la comedia de otros conciudadanos como Luis Buñuel: «El humor tiene que ver con la inteligencia y la tolerancia, con la crítica al poder, y es la forma más bella de comunicarte con tus amigos», describió. «No evita los grandes dolores y sufrimientos del mundo, es algo que se alcanza después de presenciar injusticias, guerras, etc.».
Al hilo de la crítica del poder Martos aludió, precisamente, al fulminante despido del humorista Jimmy Kimmel por sus ácidas críticas al presidente de los Estados Unidos: «Trump no es lo importante, sino los millones de votos que ha tenido», apuntó Vilas. «Entender por qué su mensaje ha calado es la mejor manera de combatirlo». De vuelta al humor, la charla no escatimó un nuevo relato de las anécdotas de su padre con la obsesión de aparcar el coche a la sombra; como se relata en 'Ordesa', y el peso que tiene la comedia en su último trabajo, 'El mejor libro del mundo', publicado en septiembre de 2024.
Certeza matemática
A aquellas neuras paternas en pos de un lugar para el vehículo a salvo del sol a las propias de portar una báscula para los viajes o, claro, el anhelo de escribir la mejor novela jamás pergeñada; se alude en ese último trabajo: «Nació en el momento en que cumplí sesenta años, con la certeza matemática de tener más pasado que futuro, un enfrentamiento con la mortalidad que se convierte en algo cómico a lo largo de la novela», explicó el escritor.
Ese anhelo de excelencia, que se encuentra presente incluso en su propia madre, una ama de casa convencida de hacer la mejor tortilla de patatas del mundo, es, en última instancia, un acto de amor: «Los seres humanos resplandecemos cuando tratamos de hacer lo mejor posible», explicó, derivando que, al final, todo lo que se busca es el amor: «Es a lo que hemos venido al mundo, a enamorarnos de un cielo, del bosque, de una mascota, de una persona o del mundo», afirmó.
En la jornada de ayer también intervino el escritor vasco Mikel Santiago; autor de 'La última noche en Tremore Beach' o 'Cuando llega la noche', que en noviembre publicará 'La chica del lago'. Santiago profundizó en claves de su nuevo trabajo y de sus procesos literarios, y abundó en los paralelismos entre literatura y gastronomía: «La creatividad es como una nevera, y en la mía como ingrediente no debe faltar un gran personaje, pues todas mis novelas, para bien para mal, están narradas por su protagonista», apuntó. «A veces en la nevera creativa solo hay una cebolla y medio ajo, y hay que aprender a cocinar con pocos ingredientes para que, con habilidades de buen cocinero, lograr llevar a buen puerto una buena narración».
Asimismo, la cuarta jornada de Blacklladolid también dio cabida en su arranque, con la participación de Javier Pérez Andrés, César Pérez Gellida y Dolores Redondo, a la presentación de Tere Guerra Pino, una autora de cuatro libros y activista con parálisis cerebral, así como un «ejemplo del tesón del oficio de escribir», en palabras de Redondo.
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