La Feria del Libro rinde homenaje a Miguel Delibes

La Feria del Libro celebró ayer el Día de Delibes, con un programa de actos que sirvieron para recordar los 40 años del ingreso del escritor vallisoletano en la Real Academia Española. Uno de los más emotivos tuvo lugar al rememorar las dos almas de Miguel Delibes como literato humanista y amante de la naturaleza con su discurso en la Real Academia como hilo conductor. De ello se encargaron su hijo Miguel Delibes de Castro y Miguel Lizana, ambos biólogos, el primero como investigador en la Estación Biológica de Doñana, y el segundo en la Universidad de Salamanca, donde impulsó su nombramiento como doctor honoris causa en 2008.

En un encuentro moderado por el periodista Vidal Arranz ambos recordaron cómo el discurso El sentido del progreso desde mi obra, publicado tiempo después con el título Un mundo que agoniza, causó gran sorpresa en la RAE en 1975 al erigirse el nuevo académico en una de las primeras voces de alarma de la sociedad civil en una época en la que la conciencia medioambiental planetaria comenzaba a despertar. «Hablaba de la naturaleza agredida, del agotamiento de los recursos naturales, de la desaparición de especies, de los plaguicidas y su efecto letal, de cómo los gobiernos trataban de controlar a los individuos... muchos de aquellos problemas tienen una vigencia agravada por el paso de los años, no han perdido actualidad», destacó Miguel Lizana.

En esta línea, aludió a los efectos del calentamiento global y del cambio climático, «que lo tenemos encima y ya veremos a dónde nos lleva, porque los países siguen sin tomarse en serio las emisiones contaminantes».

Ante el público que asistió ayer a este encuentro en el Auditorio de la Feria, Miguel Delibes de Castro subrayó que con el texto de ingreso en la RAE su padre pretendía hacer un discurso más moral que académico, y recordó que no es casual que de su pasión por la naturaleza cuatro de sus siete hijos sean biólogos y, añadió, «todos naturalistas. Nos transmitió el interés por la naturaleza y nos retroalimentábamos: se quejaba de que se secaba un río y nos lo contaba, o cómo desaparecían las truchas y las perdices rojas y nos preguntaba por la influencia que en ello podían tener los pesticidas».

Tanto Lizana como Delibes de Castro reseñaron que en ese texto se anticipaban ya cuestiones de plena vigencia cuando en los años setenta alertaba el autor de El camino de la insostenibilidad de un sistema económico basado en el crecimiento ilimitado. «Advertía de que ese planteamiento conduce al desastre ecológico, hablaba de la fungibilidad de las cosas, que ahora llamamos obsolescencia programada, de producir y consumir para que todo siga funcionando», comentó Miguel Lizana.

Con preguntas del público concluyó el acto de recuerdo, al que acudieron el alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva; la concejala de Cultura, Mercedes Cantalapiedra, y el director de la Fundación Miguel Delibes, Alfonso León, entre otros.