El vuelo de François Bazin
La nieta del escultor que encandiló a la industria automovilística en los años veinte recupera un cuaderno de apuntes del artista
Santiago de Garnica
Valladolid
Viernes, 27 de noviembre 2020, 07:53
François Víctor Bazin nació en París en el año 1897. Crecería en un ambiente artístico, en una familia de grabadores que emigra a Chile: su padre es profesor en la Escuela de Bellas Artes de Santiago. En 1913 vuelve a París, donde estudia en la Escuela de Artes Decorativas y luego en la de Bellas Artes. Es contemporáneo de escultores y medallistas como Paul Belmondo, Pierre Marie Poisson y Charles Despiau, y admirador de Rodin y Bourdelle, que se convierten en sus referentes.
En plena Primera Guerra Mundial, en 1916, es movilizado e incorporado a la escuadrilla de cazas SPAD 164 CF (provistos de los motores Hispàno Suiza) donde pilotará a partir de 1917. En esa época el gran as de la aviación francesa es Georges Guynemer que desaparecerá el 11 de septiembre de 1917 en una misión en el cielo belga. Guynemer ha derribado 53 aviones enemigos en poco más de dos años con su SPAD S.VII, bautizado como Vieux Charles, y en el que figuraba el dibujo de una cigüeña, símbolo de su escuadrón, el Grupo 12 o 'Groupe de las cigognes' (Grupo de las cigüeñas), una de las escuadrillas más prestigiosas a la que también pertenecía el célebre pionero de la aviación Roland Garros.
Bazin, durante su época de piloto, no deja de dibujar en su cuaderno de bocetos, que ha llegado hasta nuestros días conservado por su nieta Julie Bazin, en el que se puede ver ya un estilo inspirado en las tendencias del art déco, una economía de líneas y curvas, de precisos detalles.
Terminada la terrible contienda, Bazin es licenciado. Marc Birkigt, ingeniero, director técnico y socio de la empresa Hispano Suiza Fábrica de Automóviles S.A (fundada en Barcelona en 1904 por Damián Mateu) es un buen conocedor del talento artístico de Bazin. Los motores Hispano Suiza han equipado a los aviones Spad y ahora, con la llegada de la paz, se abre una etapa de expansión de sus automóviles.
Ya desde 1910 la moda de las figuras sobre los radiadores se ha ido extendiendo. Tras la guerra esta tendencia se acentúa pues muchos particulares querían distinguir sus coches encargando figuras artísticas: firmas como Hermès proponían tapones de radiador en edición limitada. Y también las marcas, con temáticas centradas en muchos casos en animales o en figuras femeninas como el famoso Spirit of Ecstasy de Rolls Royce. Pero si los motivos serán muy variados, también los materiales empleados en la realización, desde fundiciones en aleación, en bronce principalmente, con tratamientos diferentes, hasta el vidrio, como el caso de Lalique.
Birkight quiere que una mascota adorne el tapón de sus coches. Y esa mascota debe ser una escultura que reproduzca, todo un homenaje al desaparecido piloto, la célebre cigüeña de Guynemer en pleno vuelo: Bazin se pone manos a la obra. Comienza así una bella historia de amor entre el artista y el automóvil.
Construido de forma simultánea en Barcelona y en la fábrica de Bois-Colombes en las afueras de París, el Hispano Suiza H6 B es desvelado en el Salón de París de 1919. Es una obra maestra destinada a satisfacer los deseos de una clientela afortunada, la misma que aparece en la popular novela de Pierre Frondaie, 'L'homme á l'Hispano', el gran 'best seller' de los años veinte adaptado en dos ocasiones al cine.
Algunas de las cigüeñas de Bazin tendrán unas características diferentes, entre ellas una creada especialmente para el automóvil del conocido tenista y embajador de la marca homónima, René Lacoste, en que el ave porta en su pico una pelota de tenis.
La cigüeña de Bazin que vuela sobre el radiador del Hispano HB6 es uno de las más bellas y significativas figuras en la historia del automóvil. Pero no es su único trabajo: entre 1920 y 1935 creará unas setenta mascotas diferentes, tanto para particulares como para marcas, fieles a una línea. Entre ellas cabe destacar Le Triomphe, la Victoria Alada que ornaba el radiador de los magníficos Isotta-Fraschini, como en el que acudía a los estudios la estrella Norma Desmond (Gloria Swanson) conducida por su fiel mayordomo, chofer y exdirector Max von Mayerling (Erich von Stroheim) en 'El crepúsculo de los dioses' ('Sunset Boulevard').
Pero en el universo creativo de Bazin relacionado con el mundo del automóvil no se puede olvidar la mujer Mangbetu. André Citroën lanza en 1924 el Crucero Negro, expedición denominada oficialmente como 'Citroën-Centre-Afrique'. El fotógrafo de la expedición cae enamorado, en el antiguo Congo Belga, de la impresionante belleza de Nobosudru, favorita de Touba, jefe de la tribu de los Mangbetu en el Zaire. Esta tribu era famosa por vendar la cabeza de las niñas desde su nacimiento para conferirles una forma muy particular del cráneo. Contactado por Citroën, Bazin se apasiona por el físico de esta mujer, de cuello sin fin, porte altivo y rostro que fluye hacia delante, que se convertirá en el símbolo del Crucero Negro. El artista sublima los rasgos de Nobosudru, con una sabia mezcla de curvas y cortes vivos. Las mejillas son esculpidas en ángulos, sin concesiones, contrastando con la perfilada melena y el tocado.
La escultura de Bazin no solo sirvió como mascota de tapón de radiador sino que también sería reproducida en numerosos carteles sobre esta expedición, convirtiéndose en todo un símbolo de la misma.
Animado por su segunda plaza en el Premio de Roma de escultura de 1925, Bazin prosigue en esta vena y crea otras figuras para tapones de radiadores que se harán famosas desde el bellísimo elefante de los camiones Latil al Centauro de Unic, pasando por el Unicornio de los Licorne (unicornio en francés).
François Bazin muere en el año 1956, protagonizando en su última etapa creativa como autor de varios monumentos. Sus figuras de radiador vuelven hoy a revivir de la mano de su nieta Julie Bazin que ha relanzado sus mascotas así como realizado una colección de joyas que nos devuelven al maravilloso art déco de Bazin.