'Avatar, el sentido del agua', una necesidad

Muchísimo público que no saldrá defraudado. Además, el filme trata sobre 'el otro': unos humanos depredadores y violentos y una tribu que es objeto de persecución por ellos. Incluso otra etnia semejante a esta puede ser su enemiga. Luego están las aves y los gigantescos y afables monstruos marinos, en los que también se agarraban, salvo un tiburón con muy mala leche que destruye todo lo que puede.

350 millones de dolores ha costado, que ya deben de estar amortizados. Un lujo y una labor genial de los especialistas con el agua como milagro estético y filosófico. Larguísimas secuencias, la del entrenamiento acuático de la familia, el ataque del escualo, la lucha final en la que humanos indígenas y animales se juntan. Ahora es el momento de la violencia, aunque el malo revivirá, supongo, para las siguientes películas.

Una fotografía ejemplar. Unas bellas canciones. Y los efectos. Hay dos clases de cine (algunas películas como 'Drive my car' son excelentes, como parte del cine español), pero Cameron es campeón del espectáculo. Todos los actores responden a su llamada, en esta obra singular que yo, por mi parte, prefiero a los héroes de Marvel. Los mundos imaginarios siempre son un atractivo y crearlos y darles continuidad (tan peligrosa), un desafío. 'Avatar, el sentido del agua' se ha incorporado a los fenómenos económicos de un arte e industria llamado cine.