La Virgen de la Soledad, entre las tallas preferidas por los espectadores de 'Almacén'
Lidera la votación entre los visitantes de la muestra del Museo Nacional de Escultura para elegir hasta el 19 de enero qué obra del depósito incorpora a la colección permanente
Aspiran a ser 'ascendidas' de categoría artística, del sótano a la colección permanente. En esta tesitura se encuentran un puñado de obras integrantes ... de 'Almacén. El lugar de los invisibles', la exposición que entre mayo y noviembre del año pasado recibió 32.000 visitas y que el Museo Nacional de Escultura decidió prorrogar hasta el 19 de enero ante «la gran acogida del público».
Hasta la fecha, sus más de trescientas obras de arte de entre los siglos XII al XVIII –en su mayoría de autoría anónima y salvadas de expolios, guerras y ventas fraudulentas– han sido contempladas por 42.000 personas que han visto exhibidas por primera vez estas piezas que habitualmente permanecen guardadas en el depósito del museo por falta de espacio o de encaje en el discurso expositivo. «La acogida entusiasta de la crítica y del público es unánime, ha sido considerada entre las tres exposiciones más relevantes del año en España», se destaca desde el museo.
Bajo el lema 'Libera una escultura' se invitó a los espectadores a elegir una de las obras de 'Almacén' –la mayoría de autoría anónima y procedencia desconocida– para integrarla en la colección permanente cuando acabe la exposición que alberga el Palacio de Villena.
A través de Facebook, Twitter e Instagram se organizó una votación en la que el público indica el nombre o la imagen de la pieza seleccionada, seguido del hastag #LiberaUnaEscultura. «La iniciativa surgió a instancias de la actitud de los visitantes durante el transcurso de la exhibición, pues insisten a diario en conservar visibles las obras almacenadas». Desde el Colegio de San Gregorio también se subraya que a falta de que el próximo 19 de enero se cierre el período de votaciones, una primera aproximación sitúa la imagen vestidera de la Virgen de la Soledad como una de las predilectas: «De esbelto cuerpo cónico, cabeza desnuda y aire apenado, vive en el almacén como una escultura-bastidor, a la espera de las tocas, encajes y sayas que exigiría su exhibición pública», se apunta desde el museo.
Otra de las piezas que más adhesiones concita es la talla de San Félix de Valois, «cofundador de la Orden Trinitaria y de los Cautivos, primera institución oficial de la Iglesia dedicada a la liberación de prisioneros, imagen que conservará sus grilletes aunque salga del almacén», bromean los organizadores de la votación. A cierta distancia en preferencia del público se sitúa San Juan Evangelista, «una escultura que, como otras tantas, llegó al museo en 1941 a través del Servicio de Recuperación Artística y muestra las huellas de hachazos sobre su garganta que delatan los episodios iconoclastas de la Guerra Civil».
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