Fofito trae a Valladolid el recuerdo de los míticos 'payasos de la tele'
«Trabajamos para tres generaciones: abuelos, hijos y nietos», asegura el actual referente clown de la familia Aragón
Desaparecidos Gaby, Fofó y Miliki, el trío original de los 'payasos de la tele', Fofito, que formó parte del clan en sus tiempos de mayor ... esplendor, ha quedado como el último superviviente de una tradición mítica que sigue despertando añoranza. «De la saga de la camiseta larga y los zapatones quedo yo», admite el célebre clown, que actúa en Valladolid como atracción principal del Circo Holiday desde el 19 de marzo hasta el 4 de abril. Y lo hace con la responsabilidad de atender al público de siempre y al de hoy, de modo que los clásicos mandan en el repertorio.
Una camiseta larga, por cierto, que tiene su historia. «Las primeras las hicieron mi madre y mis tías en San Juan de Puerto Rico con un punto tan malo que cuando las lavaron se estiraron de forma anormal. Mi madre estaba muy disgustada, pero cuando se la probó mi padre, Fofó, le gustó el efecto. 'Pues tiene gracia', dijo. Y nos quedamos con ellas. Y desde entonces ya las mandamos hacer específicamente así», recuerda Fofito, que conserva en su casa las camisetas de su tío Miliki, de su padre, de Emilio hijo cuando hacía de payaso con el clan familiar… «Todo eso yo lo guardo porque no me gusta tirar las cosas que he utilizado en los espectáculos. Hasta que mi mujer dice 'venga' y me obliga a deshacerme de algo porque ya no cabe más».
Lo que los espectadores del circo podrán ver es una selección de los mejores momentos del espectáculo que Fofito y su hija Mónica Aragón rodaron por los teatros de España antes de que el Covid convirtiera tal empeño en misión casi imposible. En el circo recrearán las viejas historias de siempre, en las que Mónica hará el papel de Gaby, de payaso serio, y Fofito aquel otro que caracterizó su padre Fofó, y luego Miliki, el payaso tonto que resulta ser el verdaderamente listo, y el que engaña a todos. Todo ello salpicado por las canciones de toda la vida, que siguen funcionando entre el público infantil como si fueran de ayer.
«Son dos espectáculos en uno», explica Fofito. «La primera parte es el circo de siempre, con uno mayores trapecistas de hoy en día, el payaso más joven que trabaja por España, Chicharrín, y otras muchas atracciones, y la segunda parte es la nuestra». En esa parte, la traca final, «se ven las aventuras que hacíamos en televisión, con las canciones clásicas, que son las que el público me pide, porque trabajamos para tres generaciones: el abuelo, el padre, que es el que nos veía en televisión, y sus hijos». Y al final de la actuación, firma de autógrafos, con las cautelas que imponen la pandemia y la precaución frente a los contagios.
«Éste es el circo que más seguridad tiene. Toman la temperatura al público cuando entra, hay acomodadores que se encargan de repartir a los asistentes por familias y garantizando la distancia de seguridad, todos deben llevar mascarillas… Estamos trabajando muy bien», explica el célebre payaso de la tele.
Fofito se cuenta también entre los que lamentan la desaparición de los animales, por causa de las prohibiciones legales. «Sin animales el circo ha perdido al menos el 50% de los espectadores que tenía, pero hemos luchado mucho para salir adelante. Hemos visto que hay circos sin animales por el mundo a los que les va bien y estamos tomando nota de cómo lo hacen». Los modelos son el Circo del Sol, por un lado, pero también otros circos de Alemania y otros países europeos.
«Al faltar mis tíos y mi padre, el que se ha quedado como el abuelito de la familia he sido yo», reconoce Fofito, que está ilusionado porque ve el relevo del clan familiar en su nieto Marcos, al que le vuelven loco las cosas de su abuelo. Además, ya le llaman de Argentina para programar una gira para el año que viene. «Siempre que me preguntan hasta cuándo va a durar el circo respondo lo mismo: Mientras haya un niño en el mundo, existirá un circo». Un niño, o un adulto dispuesto a reavivar las llamas de su infancia, como tantos que acuden a sus espectáculos a disfrutar con sus hijos y con sus propios recuerdos.
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