La diversidad y el gusto estético símbolos de la cultura africana

La historia, religión, la cultura e incluso la forma de vida de sus habitantes quedan grabadas en su arte, en el caso del africano no fue hasta el siglo XX cuando adquirió una especial relevancia para Occidente, sin embargo, es el fiel reflejo de la diversidad de este continente. Precisamente poner en valor y divulgar esta riqueza son los objetivos que persigue desde su creación el Museo de Arte Africano de Valladolid, gestionado por la Fundación Alberto Jiménez-Arellano Alonso.

La Fundación se constituyó en 2004 en el seno de la Universidad de Valladolid, aunque el museo no abrió sus puertas en el Palacio de Santa Cruz hasta el 2006. El matrimonio Jiménez-Arellano Alonso quería que las piezas que coleccionaba su hijo tuvieran un fin social. Las unieron con las obras que ellos mismos llevaban adquiriendo desde los años 50 y buscaron una entidad académica que se comprometiera a conservarlas y divulgarlas, pero también a fomentar la investigación sobre el arte africano. Así la casualidad, más que la vinculación de la ciudad a esta cultura dotó a Valladolid de «una colección de importancia mundial», según detalla la directora del museo, Oliva Cachafeiro Bernal.

Desde finales de 2019 el Salón de Rectores acoge una recopilación de monedas tradicionales africanas, una muestra que «asombra a los visitantes porque no se trata del dinero como lo conocemos en la actualidad, si no que son objetos tradicionales, casi esculturas, que utilizaban como pago las clases dirigentes en África hasta las primeras décadas del siglo XX».

En la sala del Renacimiento se puede visitar la colección de escultura figurativa en terracota que recorre los pueblos ubicados en las cuencas del río Níger, Congo, Tanzania y Etiopia. Tal y como explica Cachafeiro es «una de las más excepcionales de Europa, tanto por el número como por la relevancia de las culturas que representa». Estas piezas comparten ahora espacio con los jinetes Bankoni, Dakkakari o Guimbala de entre los siglos V y XX, muy recurrentes en esta corriente artística por el significativo valor que le otorgan al caballo en el África Subsahariana.

En el tercer espacio, la sala San Ambrosio se encuentra la colección del Reino de Oku con objetos vinculados al rey de esta comunidad situada en la República Camerún, concretamente en la región de Grassland. La directora del museo apunta que es la primera vez que se exhibe fuera del país una selección de piezas locales de madera y tejidos como esta. Aunque no se encuentran expuestos de forma habitual la Fundación cuenta también con piezas de arte contemporáneo y terracotas chinas.

Por otra parte, recuerda que en la galería superior se encuentra el espacio de exposiciones temporales, que en la actualidad acoge la muestra 'Ser mujer', un proyecto fotográfico de investigación sobre mujeres migrantes en Valladolid de Sara Pérez, que se ha prorrogado este verano. La covid-19 ha obligado también a hacer modificaciones en la programación didáctica. De hecho, Cachafeiro comenta que desde el pasado mes de marzo las actividades con los colegios están suspendidas. No obstante, están programados diversos talleres infantiles de una jornada para un máximo de cinco niños por grupo. Además, se los paneles audiovisuales se han desconectado y los visitantes podrán obtener toda la información en la web o escaneando los códigos QR.