El caso de Raúl de la Hoz y unas Cortes más opacas

Hay algo más llamativo aún que tratar de entender que el término 'exclusivo' pueda voltearse hasta significar lo contrario: con tiempo sobrante para ocupaciones añadidas retribuidas generosamente. Hay algo más insólito que intentar descifrar cómo puede estirar tanto las horas un responsable parlamentario de primer nivel, que gestiona además 1,39 millones de euros anuales que las Cortes ingresan al grupo popular para gastos, con tareas añadidas en la dirección del partido y una vida familiar a caballo entre España e Italia... ¿Cómo puede con todo y lograr arañar tiempo al reloj como para desarrollar una tarea que implica que un bufete le pague 40.000 euros? Un sueldo majete.

Siendo llamativo lo anterior, hay todavía algo más inaudito y es que en Castilla y León tengamos que enterarnos de esa situación por Bruselas. En esto de la Transparencia parece que Europa termina, no en los Pirineos, sino en el Condado de Treviño que da entrada a Castilla y León. Hemos sabido del sueldo público y el sueldo privado de Raúl de la Hoz por la declaración de bienes que ha tenido que presentar para ser eurodiputado.

¿Los procuradores de Castilla y León no cumplen con esta exigencia? Sí, lo hacen, pero lo que no es obligado para ellos es que sea pública. A tiempos de Transparencia, cristal político esmerilado. U opaco directamente. Aquí es el dirigente es quien decide si los ciudadanos pueden consultar su declaración de bienes o si en las Cortes se guarda bajo candado. Todo amparado en una lectura peculiar de la Ley de Protección de Datos, porque en otros sitios rige también esta norma y la información es pública. Vaya filón que ha encontrado buena parte de la dirigencia autóctona de Castilla y León en esta legislación para abonarse al 'top secret' y eludir controles.

Es un fastidio poner en el escaparate público pisos, hipotecas, coches, motos, fincas heredadas... Seguro que sí, pero sentarse en un escaño es algo voluntario. Si no quieres pasar por ese escrutinio, no te presentas y solventado el apuro.

Ese no dar cuentas no surge de la nada, por generación espontánea. Hace meses publicamos una información que reflejaba que en cuestión de Transparencia, las Cortes iban hacia atrás. Los nombres de los perceptores de dietas y kilometrajes (procuradores sin sueldo) fueron cambiados por iniciales. Y sustituyeron la opción de encontrar en un solo 'clic' el listado del nombre, apellido y retribución de los procuradores con sueldos por un 'rodeo' con los cargos sin especificar ocupante y listados parciales por separado...

30 de los 81 procuradores mantienen en secreto actividades y bienes. La mayoría del PP. Cuídense los transparentes de ese grupo que sí las publican del reproche que puede suscitar su decisión en la bancada. Tan a chufla se tomaron en 2022 sus señorías la obligación de presentar esas declaraciones que al menos 31 incumplieron el plazo o rellenaron con errores el formulario. Que se le pase la fecha para liquidar el IVA a un autónomo y verá.

La doble retribución de Raúl de la Hoz no es ilegal. Las Cortes de Castilla y León son un parlamento raro, con las incompatibilidades sin regular. Un agujero normativo de décadas. No era urgente ni importante, si permiten la ironía.

Mejor no preguntarnos para qué sirven esas declaraciones si nadie fiscaliza en las Cortes las que no se publican. Si admiten sugerencias, pueden hacer un taller de papiroflexia con ellas. Modelar avioncitos de papel, subir a la azotea y probar a lanzarlos. Y premio para quien atine en una papelera de la calle.