La subasta de caza en Zamora ahonda la brecha en torno al lobo

La Junta Consultiva de la Reserva Regional de Caza facilitó estos datos tras su reunión del pasado 21 de abril, un anuncio que ha ahondado la brecha en torno al lobo en pleno debate sobre la protección del cánido y su inclusión en el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre). Esto supone que dejaría de ser especie cinegética al norte del Duero. Al sur ya está protegido.

Está previsto que la subasta de los permisos de caza se realice entre los meses de junio y julio de forma telemática, pero tras su anuncio, las reacciones no se han hecho esperar. La organización ecologista WWF ha reclamado a la Junta de Castilla y León que suspenda la subasta de las doce autorizaciones de captura de lobos, que considera que serán «las últimas antes de que se apruebe definitivamente la prohibición de cazar la especie al norte del río Duero».

Entiende WWF que se trata de «una auténtica provocación por parte de la Junta, a las puertas de que sea protegido y deje de ser especie cinegética en España». Sin embargo, desde la Consejería de Fomento y Medio Ambiente han recordado que es un procedimiento ordinario que se hace todo los años en base a la normativa en vigor, que es la Estrategia para la Conservación y Gestión del Lobo del año 2005 y la aprobación de los cupos de caza en las comarcas loberas al norte del río Duero por la Dirección General de Patrimonio Natural y Política Forestal.

«El lobo es actualmente una especie cinegética al norte del Duero y no parece razonable aplicar un proyecto de norma que no ha culminado su procedimiento de tramitación», explican desde la Consejería. Hay que recordar que Castilla y León es una de las once comunidades de las 19 que hay en España que han pedido la retirada de la medida hasta que se modifique la vigente estrategia nacional de gestión y conservación de la especie.

En Zamora, ganaderos y cazadores no han recibido de buen grado la petición de WWF de suspender la subasta y destacan los beneficios que supone para los pueblos que pertenecen a la Reserva Regional de Caza. En total, 41 localidades de 12 ayuntamientos.

En la temporada pasada, los ingresos totales por caza en la Reserva de la Sierra de la Culebra ascendieron a 203.643 euros. Concretamente, la cuantía por la captura de lobos representa unos 70.000 euros al año. En esta zona, la de mayor densidad lobera de Europa occidental, y donde además se encuentra el Centro del Lobo Ibérico de Castilla y León 'Félix Rodríguez de la Fuente', se ha disparado desde el año 2018 el número de daños a ganaderos provocados por el predador, especialmente en la cabaña ganadera de vacuno, según los datos facilitados por la Junta Consultiva de la reserva de caza.

El número de cabezas de ganado afectadas ha pasado de 20 en el año 2018 a 57 en 2020, lo que ha provocado que se haya cuadruplicado el importe pagado a los ganaderos, que supera los 38.000 euros.

José Manuel Soto es uno de los ganaderos de la Sierra de la Culebra y responsable de Medio Ambiente de COAG de Zamora. Mientras está en el campo con las ovejas, pide a los ecologistas que respeten a los pueblos de la Sierra de la Culebra.

«La venta de piezas de caza son los únicos ingresos que percibimos los pueblos de la reserva y esos ingresos son para los ayuntamientos. Los ecologistas tienen todo el derecho del mundo a opinar, pero los que vivimos aquí también tendremos derecho a opinar y a decidir sobre lo que hay que hacer en nuestros pueblos», manifiesta, al tiempo que añade que del dinero que se recauda de la actividad cinegética, aportan un 15% para el fondo de gestión, que se destina al mantenimiento de este espacio.

«Si los pueblos no vamos a tener unos ingresos, ¿para qué queremos la reserva de caza y la fauna?» se pregunta José Manuel Soto, quien afirma que en los últimos tres años se han incrementado mucho los daños en ganaderías de vacuno, aunque en muchas localidades la ganadería ha desaparecido y la agricultura lo está haciendo porque «nos invaden los ciervos y los jabalíes».

En la misma línea se mantienen los cazadores de la provincia, que destacan la inyección económica que supone la caza para los pequeños pueblos de la reserva. El delegado provincial de la Federación de Caza, José Antonio Prada, defiende que estos recursos son necesarios para los pueblos y que de otra forma no los tendrían.

«No entendemos que se plantee una prohibición de la caza cuando tanto el lobo como el ciervo, el jabalí y todas las especies de caza mayor están en expansión. Es más, hay que hacer controles permanentes para intentar que no hagan daño a los cultivos, aparte de la problemática que pueden tener con enfermedades y con accidentes de carretera, que cada vez son más numerosos en nuestra comunidad».

José Antonio Prada asegura que los cazadores son imprescindibles, que la actividad cinegética es la única herramienta de gestión y que es necesario controlar las poblaciones. «La subasta de caza es algo normal de la zona, que se viene haciendo durante muchísimos años con beneficios para todos, incluido el lobo».

En este sentido, afirma que la provincia contabiliza tantos ejemplares de esta especie como Francia. «Tenemos una expansión del lobo como hacía muchísimos años que no se conocía en España tanto al norte como al sur del Duero», defiende, y sostiene que medidas como la prohibición de la caza lo que hacen es «acabar con los pueblos».

En el otro lado se sitúan las asociaciones ecologistas, como WWF, que ha pedido la suspensión de la subasta, o Ecologistas en Acción, cuya portavoz en Castilla y León, Carolina Martín, confía en que el lobo se incluya en el listado de especies protegidas y, por lo tanto, deje de ser especie cinegética.

Carolina Martín considera que la subasta de caza es «un golpe de efecto y un puñetazo en la mesa» de la Junta de Castilla y León porque «saben que el lobo se va a incluir en el listado de especies en régimen de protección especial y de aquí a que se puedan cumplir estos supuestos cupos que están sacando, el lobo va a estar protegido».

«Confiamos en que el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico cumplirá su compromiso de proteger al lobo», afirma sobre una medida que cree que redundará en un mejor estado de conservación de las poblaciones del animal y en mejoras para las explotaciones ganaderas. Sobre los recursos económicos que deja la caza en los pueblos de la Sierra de la Culebra, desde Ecologistas en Acción defienden que «el lobo vivo genera unos beneficios económicos incluso superiores al lobo muerto», a través de actividades de empresas como la observación del animal.