Sindicatos y partidos y asociaciones de izquierdas exigen «que se cumpla el Estatuto»
Llaman a la movilización de la sociedad civil para «evitar que se retroceda en Castilla y León» con las políticas de PP y Vox en la Junta
Antes de empezar el acto sonaba Maneras de vivir, de Leño. Para inaugurarlo, 'Bella ciao'. Y para comenzar con los discursos salió el tótem del ... socialismo castellano y leonés, Demetrio Madrid, el único que ha gobernado Castilla y León bajo las siglas del PSOE. La escenografía cuenta cosas. Y en el evento convocado por los sindicatos hablaba todo, especialmente el eslogan: '40 años de estatuto de autonomía de Castilla y León. Por su cumplimiento'. También el contexto. Después de una celebración institucional discreta, resuelta con un discurso de cinco minutos de Carlos Pollán (Vox) y un pincho para los invitados, sin medalla de las Cortes y con siete de los ocho partidos del hemiciclo quejosos o porque no se cumple el Estatuto (PSOE, Unidas Podemos, Por Ávila, Ciudadanos, Soria ¡Ya!) o porque prefirirían que no existiera (UPL, Vox). Incluso Vicente Andrés, de CCOO, presente en el Pleno del aniversario, echó en falta a varias figuras muy representativas. «Solo hubo un expresidente [de la Junta], Demetrio Madrid. El resto, tanto Aznar como Posada, Herrera o Lucas no asistieron a ese acto, seguramente por cuestiones distintas».
UGT, CCOO, PSOE, Izquierda Unida, asociaciones. Llenazo en la Cúpula del Milenio para conformar lo que Demetrio Madrid calificó como «un acto cívico parecido a los que fueron en otros tiempos, otros lugares». El ex presidente de la comunidad autónoma (1983-1986) participó como ponente en la redacción del primer Estatuto de autonomía y recordaba las tensiones territoriales de entonces, que de hecho subyacen hoy en León, sin ir más lejos. «La derecha quería una mancomunidad de diputaciones, porque es su base política en la comunidad, la capacidad de entrar en las cocinas de nuestros pueblos para determinar quién va a seguir gobernando provincias y comarcas», advertía desde el escenario. En cierto modo, Vox le da la razón. Quiere anular el Estado de las autonomías porque lo considera fallido, y su modelo es el de las provincias, con las funciones principales -Educación, Sanidad- centralizadas en el Gobierno de España. Ahora que se acercan las elecciones municipales se empezará a comprobar hasta qué punto Vox ha sido capaz de tejer una red de candidaturas en el medio rural que pretende copiar el modelo del Partido Popular, el único capaz de presentar listas en los 2.248 municipios de Castilla y León en 2019.
«Tenemos que hacer lo que estamos haciendo hoy, explicar a los ciudadanos lo que está ocurriendo», clamaba Demetrio Madrid. Porque, señalaba, «el ataque al Estatuto es el ataque a la Constitución». Se refería al artículo 7: «Los sindicatos de trabajadores y las asociaciones empresariales contribuyen a la defensa y promoción de los intereses económicos y sociales que les son propios». Y el artículo 16 del Estatuto de autonomía, que Luis Tudanca (PSOE) valoró el día anterior como una pequeña Constitución autonómica, dice que uno de los principios rectores de las políticas públicas debe ser «el fomento del diálogo social como factor de cohesión social y progreso económico, reconociendo el papel de los sindicatos y organizaciones empresariales como representantes de los intereses económicos y sociales que les son propios, a través de los marcos institucionales permanentes de encuentro entre la Junta de Castilla y León y dichos agentes sociales».
Resistir y salir a la calle
Los sindicatos incidieron en los incumplimientos del Estatuto. «La comunidad está semiintervenida. El Gobierno ya ha tenido que intervenir con uno de los incumplimientos constitucionales, el aborto, pero hay otros tres: el Serla, la eliminación de la vida política de los sindicatos y las políticas de igualdad que están cercenando», afirmó Vicente Andrés (CCOO). Faustino Temprano (UGT) incidió en que «los artículos que afectan a los trabajadores no se están cumpliendo». Y ambos hicieron una llamada a «resistir y salir a la calle», como dijo Temprano.
Luis Tudanca (PSOE) abundó en esa «necesidad de movilizar a la sociedad civil» en este contexto. «Esta es la demostración de que hay una resistencia, de que hay otra Castilla y León posible, que la inmensa mayoría de esta tierra no va a permitir que se retroceda en lo que tantísimo esfuerzo ha costado construir». Y respaldó su postura Juan Gascón, de Izquierda Unida: «Como diría Galeano, mucha gente pequeña, o grandes organizaciones formadas de gente pequeña, haciendo cosas pequeñas, pueden transformar Castilla y León para que esta comunidad tenga futuro».
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