El sector agrario regional trata de garantizar el suministro a sus clientes
La rama hortícola es la que tiene más actividad en cuanto a recolección, mientras las industrias patateras o de carne multiplican su actividad
En estos tiempos de confinamiento frente al coronavirus los profesionales del sector agrícola y ganadero de Castilla y León no paran y, con ellos, todos los que tienen que envasar o distribuir sus productos. En esta época del año es la rama hortícola la que suma más actividad en cuanto a extracción de productos de la tierra.
«En circunstancias normales estarían cuatro máquinas cosechando zanahorias y ahora mismo hay siete», comenta José Antonio Pérez Rincón, agricultor y presidente de la cooperativa asentada en Olmedo (Valladolid) Horcaol. Cuenta con 25 socios, «más o menos todos tienen sus máquinas y nos hemos organizado para poder sacar con arreglo a lo que nos están pidiendo», añade.
La meteorología puede limitar la actividad en un sector «bastante mecanizado», pero «siempre dejamos las tierras arenosas para poder seguir sacando». «Estamos trabajando a tope, muchas horas, casi el doble, pero que la gente no piense que va a existir tanto problema porque cuando se tranquilice, no va a faltar, estamos preparados y acostumbrados».
Consejos y recomendaciones
Otra cosa es cuando la zanahoria llega para su envasado. «Estamos haciendo un esfuerzo muy, muy grande, intentando no fallar a nuestros clientes que nos piden y nos piden, vamos al límite y con el inconveniente de que tenemos que mantener unas normas de seguridad», indica Roberto de Castilla, gerente de Horcaol.
En el caso de las patatas la región no está en campaña de recogida, pero cuenta con una de las industrias de referencia del país, Patatas Meléndez, en Medina del Campo (Valladolid). «Hemos tenido que implementar un turno más y contar con más personal porque tenemos tres o cuatro veces más producción», explica su CEO, Javier Meléndez.
«El esfuerzo que estamos haciendo es increíble, hemos pasado de 300 trabajadores a casi 400, pero la disposición ha sido total, la gente está apostando por ayudar aunque sea con turnos de 12 horas», indica. De ahí que haya anunciado que los trabajadores recibirán una compensación del 10% del salario bruto en marzo «como reconocimiento al esfuerzo».
Su prioridad es servir a los clientes habituales e incide en que la situación «ha pillado con mucha patata en el almacén. Nuestro estocaje es de mínimo un mes, pero se está trayendo patata de terceros países para poder suministrar y anticiparnos a los meses venideros. Ahora lo importante es el suministro con una patata con todas las garantías; todos tendremos que hacer esfuerzos, pero el suministro está garantizado», dice.
Sacrificios los domingos
La Cooperativa Dehesa Grande de Vitigudino (Salamanca) también asume «esta locura» con más turnos, y hasta sacrifican reses los domingos. «Hubo clientes que se quedaron desabastecidos el fin de semana y toca trabajar hasta que esto se calme», apunta Octavio Gonzalo, gerente. «No hay desabastecimiento, hay suficiente producción, pero es verdad que un cliente se puede quedar sin producto porque desde que nos pide, matamos y se enfría, no lo tiene hasta tres días después».
Además la planta de Azucarera en La Bañeza (León) sigue recepcionando remolacha, y agricultores como Carlos Ortega, en Nava de Arévalo (Ávila), se preparan para sembrar fresas con su cuadrilla de 20 trabajadores, «cada uno en un coche». Todo con tal de seguir alimentando los mercados.
«Nos toca trabajar duro para que la gente pueda comer»
Víctor Manuel Rodríguez es agricultor en Traspinedo, además de concejal del Ayuntamiento, y reconoce que sí que se ha notado que ahora tienen más trabajo. «Estábamos sacando un camión o dos diarios de zanahorias por agricultor y, como no hay reservas en los mercados y hay mucha más demanda, hemos tenido que sacar casi el doble para que pueda llegar a Mercamadrid y a los consumidores bastante cantidad para garantizar el abastecimiento. Nos toca trabajar duro para que la gente pueda comer», constata.
Estos días también hace otras tareas. «Fumigo el campo, el cereal. No corres mucho riesgo porque estás solo en el campo, metido en un tractor y sin estar en contacto con nadie. Y_son tareas que hay que realizar, porque de eso depende que tengamos cereal para dentro de tres meses. Si no cuidamos las cosechas se estropean, y la gente tiene que comer igual. Hay que seguir manteniendo todo vivo para que no se echen a perder los productos», reflexiona.
Víctor Manuel Rodríguez hace notar, asimismo, que en su sector «nadie está tirando por poner precios al alza ahora que las cosas van mal. Esperemos que con esto la sociedad se dé cuenta realmente de la situación que tenemos todos los días del año en el campo». Respecto a la ganadería, y aunque hace un mes que ya no tiene ovejas, explica que «pasa lo mismo: tienes que ir a dar de comer y atender a los animales y tienen que venir a recogerlos para el matadero, a traer el pienso... A los profesionales del transporte también hay que hacerles un gesto de reconocimiento. El teletrabajo solo vale para ciertos sectores«, concluye el agricultor.