Renault montará coches híbridos o eléctricos en Valladolid y Palencia en función de la demanda

Las factorías de Renault ya han pasado por la fase de la transformación y en la actualidad, tras sucesivas inversiones en digitalización e integración, son capaces de afinar la producción en función de las necesidades de cada momento. Así sucede ahora, con la compaginación de coches de combustión, híbridos enchufables y, desde este mismo mes, híbridos recargables.

En el acto en el que Renault ha presentado su estrategia eléctrica para la próxima década, el director de fabricación del grupo, José Vicente de los Mozos, ha explicado que hace años que las fábricas de Valladolid y Palencia cuentan con líneas de ensamblado flexibles, homologadas con las de la Alianza Renault-Nissan-Mitsubishi, que «integran plataformas capaces de montar vehículos térmicos, mixtos, o eléctricos». «El Captur en Valladolid es un ejemplo. En función de cuáles sean las necesidades y la demanda de las gamas de los vehículos adaptaremos el plan de transformación de las plantas», ha señalado.

Según los planes anunciados por el Grupo Renault en una jornada sobre la transformación de la marca de cara al futuro eléctrico, los coches híbridos e híbridos enchufables, los que se fabrican en la comunidad, tendrán una tercera evolución tras la enchufable y la recargable y su vida en las carreteras irá más allá de 2030. La normativa de la Unión Europea fija el fin de su comercialización en 2050. «La fábricas españolas se van a centrar en vehículos electrificados y motores híbridos, además de las cajas E-Tech en Sevilla», ha concretado De los Mozos.

El fabricante francés construirá su Renault ElectriCity, un macroproyecto que en palabras del consejero delegado, Luca de Meo, constituye «un ecosistema eléctrico compacto, eficiente y de alta tecnología en el norte de Francia junto a la MegaFactory de Normandía». El objetivo del fabricante es conformar una cartera de productos más equilibrada, con diez nuevos modelos eléctricos, incluido un R-5 que costará un 30% menos que el ZOE, y un totalmente nuevo MéganE en 2022. Su previsión pasa por fabricar hasta un millón de eléctricos en 2030, «desde vehículos urbanos rentables hasta coches deportivos de gama alta», ha señalado De Meo, quien ha asegurado que la marca quiere «popularizar» ya los coches del futuro.

El directivo ha detallado las alianzas establecidas por Renault con empresas como STMicroelectronics, Whylot, LG Chem, Envision AESC y Verkor con la finalidad «resguardarse de la falta de fiabilidad de la cadena de suministro» que la multinacional francesa está sufriendo actualmente con el desabastecimiento de semiconductores en sus fábricas españolas.

El director de Fabricación de Renault, José Vicente de los Mozos, ha detallado en el acto de presentación de los planes eléctricos de la empresa el propósito de Renault de agrupar las plantas de Douai, Maubeuge y Ruitz y crear un parque de proveedores.«Será el mayor centro de producción dedicado al vehículo eléctrico de Europa y el mayor proyecto industrial de Francia y tiene una ubicación ideal, en el corazón de la demanda europea, ya que Francia, Reino Unido, Alemania, Italia y España representarán alrededor de dos tercios del total en 2025», ha señalado. Según De los Mozos, «la eficiencia industrial es clave para la competitividad» y Renault tiene que »acelerar la digitalización de las fábricas y el desarrollo de aptitudes para seguir orientados al negocio».

Renault invertirá 10.000 millones en electrificación en los próximos cinco años. El ecosistema industrial al que se refirió De Meo implica la creación de 700 nuevos puestos de trabajo para fines de 2024. Además, junto con Envision AESC y Verkor, Renault creará 4.500 puestos de trabajo directos en Francia para 2030. Al ser el mayor centro de producción dedicado a vehículos eléctricos en Europa, Renault quiere hacer de estas plantas la unidad de producción de vehículos eléctricos más competitiva y eficiente de Europa, con 400.000 vehículos producidos por año para 2025.

El CEO de Renault ha manifestado que los coches eléctricos de la marca deberán cumplir tres condiciones: «ser atractivos, competitivos y contribuir a la rentabilidad de la empresa en la misma medida que los de combustión». De Meo ha asegurado que los modelos eléctricos serán más rentables que los de combustión en 2025. La rentabilidad del negocio estará así en torno al 5%. Además, la compañía espera reducir en un 60% el coste de las baterías en la próxima década.

De Meo se ha referido al «reto» de la empresa hacer coches eléctricos más atractivos que los de China o cualquier otro país, para lo que ha solicitado también la colaboración de las autoridades legislativas europeas. Y en cuanto a la estrategia de la empresa en cuanto a lanzamientos, ha asegurado: «Tenemos una gama de productos sólida y completa. Probablemente el Clio se quedará, pero no tenemos previsiones más allá de 2027. El ZOE cesará en 2024 y será sustituido por alguno de los vehículos presentados hoy, R-5 o MéganE».