Los productores auguran una buena campaña de remolacha con más de 100 toneladas por hectárea
La zona norte cuenta con 24.150 hectáreas, cuya raíz comenzará a arrancarse en la segunda quincena de septiembre
No será hasta la segunda quincena del mes de septiembre cuando la fábrica de Acor en Olmedo (Valladolid) comience a recibir la remolacha procedente de ... las 14.150 hectáreas que la cooperativa tiene contratadas. De forma escalonada, se irán sumando los centros de Azucarera: Miranda y La Bañeza, a mediados de noviembre, y Toro, sobre la segunda semana de octubre. En total, otras 10.000 hectáreas.
Queda tiempo y nunca se sabe lo que puede suceder, pero a día de hoy el optimismo es la baza con la que juega el sector, pues todo apunta a que será una campaña buena, muy buena para algunos, en la que se van a superar notablemente los rendimientos del año anterior.
«El cultivo va muy bien porque se sembró en el momento justo, de manera temprana, y el tiempo ha acompañado para su evolución», comenta Miguel Ángel Catalán, director del servicio agronómico de Acor.
De forma puntual, «las tormentas de granizo han afectado a algunas parcelas que perdieron parte de la hoja y eso es siempre un retroceso en el ciclo», pero aclara que la remolacha «no es como otros cultivos, en los que el granizo puede hasta acabar con la planta. En este caso, rebrotra y continúa; el ciclo no se muere, queda tocada y se recupera pero con un poco más de retraso».
En buena fecha
Hasta ahora, las enfermedades como la cercospora no han hecho acto de presencia, aunque siempre se recomienda al agricultor que esté pendiente para que «a los primeros síntomas hagan el tratamiento».
En cuanto a los kilos por hectárea, Catalán es de los que piensan que se van a superar las 100 toneladas: «Puede haber hasta 20 toneladas más por hectárea que el año pasado, pero es verdad que fue especialmente malo y este es uno de los mejores».
De igual modo, en esta campaña hay una diferencia notable en cuanto a las previsiones de la apertura de la fábrica de Olmedo. Se baraja la fecha del 23 de septiembre, un mes antes que el año anterior, que se comenzó a recibir raíz el 20 de octubre. «El año pasado la siembra se retrasó y este se ha hecho en su época, por lo que es probable que se abra un mes antes».
Las percepciones de Azucarera en función de lo que ven en el campo son básicamente las mismas que las de Acor. «El cultivo, afortunadamente, va muy bien y si el año pasado fue dificilísimo desde el punto de vista agronómico, este año apunta por encima de la media, aunque queda cultivo por delante», matiza Salomé Santos, directora del Área Agrícola de Azucarera.
Justifica que en esta ocasión «se ha sembrado en buena fecha, con el suelo bien preparado; no ha habido fenómenos extraños ni brotes de enfermedad».
Salomé Santos apela a la «prudencia» porque «queda partido por delante», pero se atreve a avanzar que se estará en la media de los años buenos, por encima de las 100 toneladas por hectárea. Recuerda que el año pasado, en algunos casos, no se llegaron a las 80.
En cuanto al precio, también hay buenas noticias. «Después de tocar suelo a 319 euros la tonelada, el precio se ha ido elevando de forma paulatina hasta situarse en algunas compras por encima de los 500 euros». De hecho, los precios de referencia ahora mismo se mueven en torno a medias de 460 euros. «Estimamos que el ingreso del agricultor puede subir de los 39 euros, más o menos, ya no está tan lejos de los 42 euros».
Precios
Esos 39 euros salen de sumar los 26 euros de precio base, las ayudas y el complemento vinculado al precio del azúcar que, como ahora es alcista, se nota en la cifra final.
Azucarera ha acusado su cambio de modelo y ha perdido 7.000 hectáreas en la zona norte con respecto al ejercicio anterior. Santos insistió desde el primer momento en que era algo necesario para asegurar la viabilidad en el futuro: «Estamos en un punto de inflexión, un cambio de tendencia y creemos que ha pasado la tormenta».
Esa pérdida de superficie se va a traducir en una campaña corta en las fábricas, «pero esto va a permitir que entren todos los agricultores en el mes óptimo».
De forma paralela, el sector también está pendiente de la negociación del nuevo Acuerdo Marco Interprofesional (AMI), dado que el vigente concluye este año.
«Estamos barajando opciones internamente y realizando consultas y al volver del verano llegar a algo más formal», concluye Santos.
Por otra parte, sigue adelante el proceso de arbitraje que algunas organizaciones agrarias han iniciado contra la multinacional y cuya solución puede demorarse varios meses.
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