La incidencia de covid en la región se cuadruplica pese a las restricciones
El descenso suave de las últimas seis semanas en plantas y UCI persiste a pesar de los nuevos brotes
La prórroga de las medidas restrictivas en Castilla y León para atajar la quinta ola de la pandemia no han logrado contener el goteo de ... brotes de las celebraciones y 'no fiestas' de agosto y ya se están disparando los contagios, como ocurre en Peñafiel, que, entre los 60 de los más de 5.000 habitantes de Castilla y León, es el que mayor incidencia de contagios tiene a los 14 días (800 casos por 100.000 habitantes). O en Aranda de Duero que, 14 días después del festival Sonorama, encabeza la lista de contagios en los municipios de la región con más de 20.000 habitantes y es el segundo en incidencia semanal. El primero es Medina del Campo, que este fin de semana ponía fin a su Feria.
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Ignacio Rosell defiende la prórroga de las medidas restrictivas para garantizar menos brotes en la vuelta al colegio
Sin embargo, a pesar de que los contagios no paran (Castilla y León registró ayer 197 nuevos casos covid, con lo que su número acumulado desde el inicio de la pandemia alcanza los 295.422 contagios) no se traduce, como ocurría en las oleadas anteriores de la enfermedad, en la sobresaturación de las plantas de los hospitales y el desbordamiento de las unidades de críticos, donde persiste un descenso suave en las últimas seis semanas que sujeta la presión hospitalaria.
La ocupación de camas en las UCI por enfermos covid a fecha de este lunes es del 21,08% (de una ocupación total del 60,27%), mientras que al principio de la quinta ola, el 1 de julio, los críticos de coronavirus ocupaban el 9,07% y el 19 de este mes, cuando la Junta decidió que mantendría la prórroga del endurecimiento de las medidas, ya había subido la presión en las UCI de los contagiados por coronavirus hasta el 14,87% (la ocupación total, al igual que a mediados de junio, estaba en torno al 55,7%).
Respecto de los ingresos en planta, de una ocupación total del 72,35%, los enfermos con covid hacen el 4,49% mientras que el 24 de junio apenas eran el 1,21%.
Aranda, 14 días después del Sonorama, registra la incidencia más alta de los 16 pueblos con más de 20.000 habitantes
El experto Ignacio Rosell pone el énfasis en que, globalmente, los datos de Castilla y León están mejorando y «no estamos en una situación mucho peor de la que teníamos en julio». Insiste en revalidar las normas, «que no son caprichosas» y que «no hay una receta mágica para enfrentarse a una enfermedad que tan solo existe desde hace año y medio».
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Pero lo cierto es que todavía falta mucho para reducir la incidencia y la presión hospitalaria a los niveles de junio. Indica el especialista que la semana del 24 de ese mes, el día de San Juan, la ocupación en los complejos hospitalarios estaba en porcentajes mínimos. Había 35 casos por cada 100.000 habitantes en incidencia semanal. Tres semanas después, entre el 4 y el 11 de julio, «nos pusimos en máximos, 460 contagios por cada 100.000 habitantes». A partir de entonces, la quinta ola ha ido perdiendo fuerza, pero los descensos han sido de goteo lento. Esta última semana, del 16 al 22 de agosto, la incidencia a siete días ha sido de 130 casos por cada 100.000 habitantes.
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«Llevamos bajando seis semanas, mes y medio, pero todavía estamos cuatro veces por encima de los contagios registrados el 24 de junio», dice Rosell. ¿Las causas? Las consabidas. «Las vacaciones de verano, salen los estudiantes, las fiestas, sin mascarilla al aire libre (la gente entendió que el virus se había acabado)... pero poco a poco se ha ido controlando», indica este especialista en medicina preventiva y salud pública. «Afortunadamente», apostilla, la elevada incidencia no se ha reflejado en altos registros de mortalidad ni en la UCI, y aquí se ve la protección de la vacuna, pero esta tiene que estar complementada con medidas porque no hemos alcanzado la inmunidad de grupo».
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El profesor Rosell quiere desmontar el apelativo de 'ola joven' para la quinta ola porque, subraya, «empezó en jóvenes, pero no hay que olvidar que están en riesgo muy alto los mayores de 65 años». ¿Por qué se contagian menos, entre la población de no vacunados, los menores de 12 años? «Sencillamente, porque los niños no salen por la noche. Claro que la incidencia también ha subido en ellos, pero no tanto como los grupos de 12 a 19 y 20 a 29 años». Y aconseja que, como no se va a vacunar a los menores de 12 años, «la mejor protección para que no haya brotes en los coles es mantener las medidas en la sociedad».
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