Fernández Mañueco conversa con la socialista Ana Sánchez, momentos antes de la reunión. C. Espeso

Mañueco y Tudanca constatan que su acuerdo es inviable y Vox modera sus exigencias al PP

La reunión entre populares y socialistas termina precipitadamente y entre reproches en víspera del encuentro oficial, el miércoles, con los de Abascal

Susana Escribano

Valladolid

Lunes, 21 de febrero 2022

El encuentro entre PP y PSOE para hablar de la gobernabilidad de Castilla y León duró apenas 15 minutos y acabó atropelladamente y con cruce ... de reproches entre Alfonso Fernández Mañueco y Luis Tudanca. Finiquitada la conversación con el PSOE, los populares pasan página y enfocan a la cita del miércoles, con Vox, en un momento en el que la formación de Santiago Abascal atempera las exigencias al PP que lanzó al calor del escrutinio. Juan García-Gallardo, cabeza de cartel de Vox, se mostró este lunes proclive a «ceder en lo que sea necesario», salvo en la reclamación de entrar en el gobierno de la Junta.

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La reunión entre PP y PSOE sirvió para constatar que un acuerdo a lo 'Merkel' entre las dos fuerzas mayoritarias forma parte de la utopía política. También para armar los argumentos de partida, a favor y en contra, del pacto con Vox. Mañueco insistió en que no habrá repetición de elecciones y en que aspira a un gobierno «fuerte», con un acuerdo parlamentario que haga posible que dure «cuatro años». Eso solo es factible, tras descartar al PSOE, con los 13 procuradores de Abascal. Son los únicos que sumados a los 31 de PP permiten superar el listón de 41 escaños que otorga la mayoría absoluta en el hemiciclo de las Cortes de Castilla y León. Mañueco insiste en que el «diálogo» lo dirige él y es cosa del PP de Castilla y León. Deja fuera así cualquier pretensión que pudiera tener una dirección nacional de su partido noqueada tras el enfrentamiento cainita entre Pablo Casado y la madrileña Isabel Díaz Ayuso.

El aspirante a revalidar como presidente de Castilla y León acusó a Luis Tudanca de ser una «marioneta» de Pedro Sánchez y de buscar enredar con «maniobras de distracción», sobre «cordones sanitarios» o cuestiones de «ayuntamientos o de otras comunidades». Lamentó que tras plantear a los socialistas propuestas como un grupo de trabajo para elaborar un programa legislativo, o compromisos que afectan al Gobierno de la nación como un calendario sobre infraestructuras pendientes o medidas contra la despoblación solo encontraron como respuesta «rechazos, evasivas y silencios». Incluso alguna burla, deslizó. Ese fue, según Mañueco, el momento en el que dio por acabado el encuentro. «Lo que quieren las personas de Castilla y León es que haya un gobierno y yo quiero un gobierno en solitario. Lo demás son maniobras de distracción y excusas para cumplir las órdenes de Sanchez», censuró el dirigente del PP.

«Mañueco solo quiere hablar de cómo seguir en el poder a cualquier precio y de cualquier manera y para eso que no cuenten con el PSOE»

Luis Tudanca

La versión que sobre la reunión trasladó Luis Tudanca fue diametralmente opuesta. Acusó a Fernández Mañueco de no tener el menor interés en sentarse a hablar de Castilla y León con el PSOE y mostró su «estupefacción» porque la delegación del PP (Mañueco, Francisco Vázquez y los consejeros Carlos Fernández Carriedo e Isabel Blanco) se levantará al cuarto de hora de haber cruzado saludos. Fue, dijo el socialista, en cuanto se mencionó la palabra corrupción. «Le he dicho 'una de las cosas que nos diferencia es la corrupción' y, en ese momento, el señor Mañueco se ha levantado y se ha marchado». Ni siquiera dio tiempo a que los socialistas plantearan medidas sobre regeneración política.

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El dirigente del PSOE aseguró que desde el PP no han querido hablar con ellos ni de quién presidirá el parlamento de Castilla y León ni de la propuesta de que los populares rompan vínculos con Vox en otras instituciones para que el PSOE se abstenga en la investidura de Fernández Mañueco. «Si no lo quieren hablar nosotros es que lo han hablado con ellos. Tienen decidido que van a gobernar con Vox», argumentó Luis Tudanca. «Solo quiere hablar de cómo seguir en el poder a cualquier precio y de cualquier manera y para eso que no cuenten con el PSOE», concluyó el responsable del PSOE en referencia a la intenciones de Alfonso Fernández Mañueco. «No hay más alternativa, o a Vox se le deja fuera de las instituciones o no se le deja», zanjó el socialista.

Y ahora, Vox

Alfonso Fernández Mañueco ha citado para este miércoles a Juan García-Gallardo. El candidato de Vox reitera que los 212.600 votantes que han elegido su papeleta y los 13 procuradores de su bancada no son menos que los que respaldaron en 2019 a los 12 parlamentarios de Ciudadanos. Los de Abascal presionarán con la baza de la repetición de elecciones, porque entrarán en la reunión con la premisa de que la abstención para que Mañueco gobierne en solitario, que demandan los populares, no es asumible. «Si alguien quería que el PP gobernara en solitario, deberían de haberles votado directamente a ellos», remarcó García-Gallardo al día siguiente de las elecciones.

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Los populares entienden que están en mejor situación que en 2019 para negociar un acuerdo con Vox. Entonces fue el PSOE la fuerza más votada con Luis Tudanca ganador de las elecciones y Cs podría haber apoyado a los socialistas si Albert Rivera no hubiera acordado en Madrid que el PP era socio preferente en las negociaciones y que con el PSOE no se hablaba. Ahora eso también ha cambiado. Entienden en el PP que la 'bisagra' de Vox no abre hacia los dos lados. Es unidireccional, en sentido único, el de sumar con el PP. Esos son los planteamientos de partida, de cara al contacto 'oficial' entre Alfonso Fernández Mañueco y Juan García-Gallardo Frings.

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