Igea, absuelto de un delito leve de amenazas

Es «público y notorio», continúa la magistrada, que ese día se estaba celebrando la votación de las primarias y que Igea era el candidato alternativo al propuesto por Madrid (Silvia Clemente) y que ese fin de semana Francisco Igea había denunciado al comité de garantías de Ciudadanos las posibles irregularidades en la votación de las primarias que daban como ganadora a Clemente, «hechos que ocurrieron en el intervalo de las 48 horas desde que supuestamente se produjeron las amenazas y el momento de presentación de la denuncia» por lo que «el denunciante pudo actuar movio por un móvil espurio cuando presentó su denuncia el día 11 de marzo, ante la impugnación formulada por el investigado, que finalmente le dio como ganador en las elecciones primarias». El propio denunciante reconoció en el juicio que fue al conocer este resultado cuando le reveló a todo el mundo que el investigado le había amenazado el viernes anterior, «máxime si tenemos en cuenta que el artículo 12 de los estatutos del partido establece que es una infracción muy grave la amenaza a cualquier afiliado o trabajador del partido».

El 11 de marzo de 2019, Collantes presentó denuncia contra Igea alegando que el 8 de marzo anterior se había encontrado con él en la calle Correos de Valladolid y este le amenazó «poniéndole el dedo índice entre ceja y ceja», al tiempo que le decía. «La próxima vez que hables de mi familia te reviento la cabeza», amenaza que repitió otras dos veces, además de añadir, después de haberle convencido en responsable de comunicación de la formación naranja de que él no estaba detrás del 'tuit', «si vuelve a salir algo de mi familia te destrozo y reviento el partido por dentro porque tengo documentación que si sale a la luz va a hacer mucho daño».

El fallo, emitido por la magistrada Soledad Ortega, recoge como antecedentes que, tal y como declararon ambas partes durante el juicio, la noche anterior al encuentro se publicaron unos 'tuits' bajo los seudónimos 'Ramsay Boltom' y 'palmerovalladolid' en los que se imputaba al cuñado de Igea unos hechos que podrían ser constitutivos de delito. El denunciante, en el momento de producirse los hechos, era miembro de la junta directiva y responsable provincial de las redes sociales de Valladolid de Ciudadanos, mientras que el investigado era el candidato no oficial del partido que se presentaba al proceso de primarias en Castilla y León.

Ambos litigantes mantuvieron «versiones claramente contradictorias sobre lo ocurrido» el 8 de marzo, indica la juzgadora. Mientras que el denunciante sostuvo que había quedado con Mario Pulido Arribas, también de comunicación de Ciudadanos aunque en el Ayuntamiento de Valladolid, para hablar de los 'tuits' que se habían publicado sobre la familia del investigado, cuando Igea apareció y sin «los buenos días» le amenazó y, al contestarle que le juraba por su hija que él no había sido el autor, le volvió a repetir la amenaza, pese a que le reiteró que no había sido y que le parecía feo que se hablara de la familia de los candidatos a las primarias.

Igea, por su parte, aunque reconoció el encuentro y también que estaba muy enfadado, «negó las amenazas y recordó que le dijo que no iba a tolerar que esto sucediera, ni que se hicieran trampas, ni que intentaran torcer la voluntad de los militantes del partido porque se votaría limpiamente y se aceptaría el resultado», en alusión a las primarias y le advirtió «claramente que si seguían así iban a reventar el partido».

El político absuelto, que ayer se limitó a agradecer en un 'tuit' el apoyo de los militantes de Ciudadanos, no quiso hacer valoraciones de la sentencia en caliente, aunque hoy las hará en León, donde participará en un foro.

Tampoco su compañero de partido y presidente de las Cortes autonómicas, Luis Fuentes, fue más allá del «máximo respeto a las resoluciones judiciales».