Los hospitales de Valladolid atienden cada año más de 1.800 urgencias por alcohol o drogas

El año pasado, la comunidad registró 3.279 episodios que necesitaron atención de urgencia en un hospital. Y eso pese a que solo hay cuatro centros monitorizados en la región por el Sistema Autonómico de Información sobre Toxicomanías de Castilla y León: Complejo Hospitalario de León; el Río Carrión de Palencia y los dos de Valladolid: Clínico y Río Hortega de Valladolid. Solo en estos dos últimos se atendieron 1.833 casos el año pasado, último informe de la Junta cerrado. Una casuística que fue bastante más alta en 2019 con 2.391 casos –también fue elevado en el resto de la región–; pero ese fue un año excepcional, la comparativa con fechas previas, como con 2018 (1.757) revela una tendencia al alza.

El abuso del alcohol es lo que más lleva al hospital. Siempre, desde los registros del año 2000, ha sido así pero las proporciones se van acercando con los años. Mientras a comienzos de siglo la intoxicación etílica suponía en torno al 80%, en la segunda década ya baja a representar en 75% y ya en 2020 supone el 66% y un punto menos en 2012.

El comportamiento varía según sean drogas o alcohol. En el primer caso tienen mayor frecuencia de lunes y viernes (53%) mientras que las borracheras se relacionan con el fin de semana (54%). Los datos del Comisionado Regional para la Droga también revelan que, en la distribución por grupo de edad, desde los 18 hasta los 45 años (sobre todo desde los 36) es la droga la gran protagonista y, a partir de dicha edad, toma el relevo el alcohol, especialmente hasta los 55 años.

La mayoría de las urgencias se relacionan con el consumo de una única sustancia (78,4%), tanto en el hombre como en la mujer, con dos productos baja al 14,5%. Cuando la demanda asistencial viene provocada por una sola, el alcohol es lo más frecuente (56,3%) y, en particular, en el hombre. Los hipnóticos y sedantes –en este caso el dato es más femenino– son los segundos más habituales en una emergencia por intoxicación. El policonsumo es habitual en el 21,6% de los episodios y es semejante en el hombre y en la mujer. El grupo etario que con mayor frecuencia pisa el hospital es el de los 18 a los 35 años. Tampoco escasea la combinación de alcohol con los hipnóticos y sedantes.

Para incluir un caso en estas estadísticas, el proceso sufrido debe de ser agudo por intoxicación de cualquier sustancia que afecta a la conciencia o a la actividad mental tanto esporádicamente como de forma crónica con un consumo perjudicial, síndrome de dependencia, de abstinencia, trastorno psicótico, síndrome amnésico, entre otros. Las sustancias en las que la intoxicación aguda se recoge con más frecuencia son los hipnosedantes (44,4%) seguidos por el alcohol (24,2 %).

En 2021, de los 1.371 de los episodios de urgencia relacionados con el consumo de drogas ilegales, 494 fueron intentos autolíticos (36%). Los episodios relacionados con la intención de suicidarse son mucho más numerosos en las mujeres (73,5 %) y en el grupo de 18 a 35 años (60,5%). La edad media es de 39,6 años –algo más mayores los varones que las mujeres–. Hay un 11,7% de los episodios con intento autolítico en menores de 18 años, sobre todo femeninos.

Las drogas más empleadas para intentar quitarse la vida son los hipnóticos y los sedantes (89,7%); seguidos de los antidepresivos (15%), casi siempre por consumo oral (99,2%). En cuanto a la resolución de la urgencia, se produce con el alta médica en el 59,5% de los pacientes; el ingreso hospitalario, en el 34,8%; el alta voluntaria en otro 5,1% y el traslado a otro centro sanitario, que es lo menos habitual, en el 0,4%, de las asistencias sanitarias.

El número de episodios de urgencia relacionados con el consumo de sustancias psicoactivas oscila, desde el año 2000, entre los 562 y los 3.945 episodios al año. La proporción de las urgencias relacionadas con el consumo de drogas ilegales en la mujer se incrementa respecto al hombre en el último año y, además, la edad media presenta una tendencia ligeramente descendiente en dicho tiempo en ambos sexos. En cuanto al cannabis, asciende y ocupa el segundo lugar en 2011, a la vez que la cocaína desciende al tercer lugar. La heroína se mantiene estable en los últimos años.

La vía de consumo inyectada se mantiene estable, en valores mínimos, a partir de 2011, a la par que aumentan la pulmonar o fumada y la esnifada.

El alcoholismo hace más estragos entre la población masculina que en la femenina. El consumo es tres veces superior pero en ambos sexos va al alza.