Fernández Mañueco: «Estamos mejor preparados, lo que vemos hoy hubiera sido más calamitoso en marzo»

–El confinamiento perimetral de la comunidad ha arrancado con disturbios graves en Burgos, ¿qué valoración hace de esas protestas? ¿qué pueden pensar los ciudadanos cuando ven a la Policía replegarse ante los alborotadores?

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–Tengo que destacar que son episodios protagonizados por una minoría y agradecer la responsabilidad demostrada por la gran mayoría de personas de Castilla yLeón. Estos hechos son reprobables y no ayudan en nada a la lucha contra el coronavirus, que es el único enemigo. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad tienen mi confianza, apoyo y solidaridad y así se lo he transmitido al delegado del Gobierno. Entiendo el cansancio del conjunto de la sociedad, pero ahora más que nunca debemos mantener la calma y la unidad para vencer al virus.

–El miércoles, en la reunión de Ávila sobre los confinamientos autonómicos, usted destacó que había tres presidentes dispuestos a dar un paso al frente. Eso implicaba un acuerdo en la misma línea y no lo refrendó luego Díaz Ayuso.

–Bueno, y lo sigo diciendo, somos tres presidentes [Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid] dispuestos a dar un paso al frente, que creemos en la España autonómica y queremos mandar un mensaje de que en este momento echarse a un lado no sirve. Queremos dar un paso al frente desde el diálogo y la unidad y creo que el mensaje que trasladamos era así. A partir de ahí, cualquier otra consideración no tiene sentido continuar con ella.

–Viendo la influencia de Madrid en la primera ola sobre el sur de Castilla y León, ¿considera que Díaz Ayuso puede ser desleal institucionalmente por las reticencias a perimetrar su comunidad?

–No, yo creo que estamos en el momento del autoconfinamiento inteligente, de responsabilidad individual. Tenemos que restringir al máximo nuestros movimientos, y no me refiero entre comunidades autónomas, también entre ciudades y municipios en la propia comunidad y la propia provincia. Ir del trabajo a casa, de casa al trabajo, tener los menores encuentros posibles. Estamos en transmisión comunitaria en nuestra comunidad, que es la que yo conozco con mayor detalle, y tenemos que limitar al máximo la movilidad.

–Habla de la segunda ola y estamos en una incidencia de más de 700 contagios por 100.000 habitantes cuando la referencia de normalidad es de 25. ¿Cómo hemos llegado hasta aquí? ¿El verano ha sido tiempo perdido?

–Hemos tomado medidas desde el mes de julio, algunas impopulares, pensando en la salud de la gente. Confinando municipios, ciudades, restricciones... Fueron eficaces y luego se ha visto que eran insuficientes. Con el frío, la gente ha empezado a entrar en establecimientos cerrados y eso ha incrementado exponencialmente el contagio. Hemos prohibido fumar en la calle si no hay distancia adecuada, recordado la obligatoriedad del uso de la mascarilla, reducido a seis los grupos de no convivientes, cerramos las barras de los bares, junto con Valencia fuimos la primera comunidad en acordar el toque de queda, hemos tomado la decisión del cierre perimetral de Castilla y León. Nadie podrá salir ni entrar, salvo las excepciones establecidas, que son las del estado de alarma, y la vuelta ciclista a España. La próxima semana tomaremos nuevas medidas si la pandemia no baja la curva.

–¿Cuáles están barajando?

–Me van a permitir que sea prudente, queremos que los sectores afectados sean los primeros en conocerlas.

–¿Le transmiten los ciudadanos hartazgo por cómo se ha gestionado políticamente la pandemia?

–Esto es una situación excepcional. Nadie estaba preparado. Es así. Pero es verdad que estamos mejor preparados que en marzo y abril. Lo que estamos viviendo hoy hubiera sido en marzo mucho más calamitoso. Tenemos que aprender de los errores, por eso le hemos pedido al Gobierno una evaluación de qué se ha hecho bien y qué no. Cuanto antes.

–¿La decisión de Castilla y León de imponer el toque de queda fue un 'hasta aquí hemos llegado'?

–Ante problemas comunes, debe haber soluciones comunes. Se adoptó el criterio de cierre nocturno todos a la misma hora, fue una dura decisión, pero todos nos pusimos de acuerdo más allá de límites geográficos o colores políticos. Y nos pusimos de acuerdo en el inicio del curso escolar y también fue un éxito. En la España autonómica tiene que impulsar la coordinación el Gobierno de España, no puede echarse a un lado. Pensábamos que el jueves de la semana pasada iba a haber una decisión sobre el toque de queda, estuvimos esperando y el viernes lo acordamos y entró en vigor el sábado.

–Se la jugaron, porque no pidieron el estado de alarma, necesario para restringir derechos fundamentales.

–Sobre esto hay varias reflexiones. Venimos pidiendo al Gobierno un instrumento jurídico intermedio, que permita no tener dificultades con la ratificación de los tribunales de justicia, desde el respeto, que no nos dio la razón [El TSJ de Castilla y León no ratificó el toque de queda implantado por la Junta], pero nos viene a dar la razón en la necesidad de ese instrumento. Una decisión similar en Valencia sí fue ratificada por su Tribunal Superior. También hemos exigido al Gobierno criterios comunes. Si en vez de hablar ahora de incidencia a 14 y 7 días, de la positividad, la ocupación en hospitales y UCI, hubiéramos hablado en julio, hubiéramos eliminado cualquier tentación de confrontación entre administraciones.

–¿Cree que es buena decisión de dejar el catálogo de medidas abierto para que las comunidades seleccionen y no que sea de obligada aplicación?

–El Gobierno coordina, las comunidades autónomas aplican, entre todos tomamos las decisiones y cuanto mayor unidad haya en las decisiones, mejor. Así funciona la España de las autonomías. Y es verdad que la incidencia de unas no es igual a la de otras.

–La semana pasada el ministro Illa decía junto a usted que consideraba que la respuesta a la crisis del Gobierno central y las comunidades autónomas había sido razonablemente buena, ¿comparte esa valoración?

–Creo que ha sido razonablemente buena, pero el Gobierno de España no puede trasladar responsabilidades hacia las comunidades y mirar para otro lado.

–Castilla y León recentralizó en primavera la gestión de los hospitales para poder llevar enfermos de una provincia a otra...

–...Más que recentralizar, coordinar...

–...En España se están viendo los 17 sistemas, las 17 respuestas, incluso al contar datos. Eso ha ocasionado problemas para diagnosticar lo que estaba pasando. ¿No hay una manera de coordinar esa respuesta?

–Se lo dijimos al ministro de Sanidad. Hay posibilidades de mejorar la coordinación, por ejemplo, de traslados entre comunidades. Ahí el Gobierno tiene margen para poder insistir en la coordinación.

–¿Momentos como el de la votación de Verónica Casado le han supuesto llevarse alguna reconvención del partido?

–No, no, no. Cuando hablamos de cuestiones que afectan a la vida de las personas, no hay recomendaciones ideológicas que valgan. Se ha escrito mucho que no corresponde con lo que yo he vivido. Ni recibí instrucciones antes ni llamadas críticas después.

–Las residencias fueron un drama en primavera y tiene ahora una situación muy comprometida. ¿Cómo entra el virus tras semanas de aislamiento sin visitas? ¿Qué es lo que falla?

–En la primera ola, cuando el Gobierno de España nos advirtió de que el virus estaba aquí, ya era tarde...

–Nos referimos a ahora, desde septiembre hacia acá.

–Ahora estamos adoptando medidas. Seguimos insistiendo en la formación del personal o incrementando la realización de test PCR y de antígenos. En alguna residencia se hicieron los PCR, todos negativos, y a los dos días entró el virus. También estamos analizando las aguas residuales de 700 residencias para detectar con anticipación el virus y se está trabajando para que los profesionales hospitalarios puedan atender cuanto antes a las personas mayores. Nuestra obsesión es proteger a los mayores, vivan en residencia o en domicilios.

–Apelan ustedes constantemente a la responsabilidad de los ciudadanos en el cumplimiento de la distancia, la mascarilla, la ventilación, pero ¿hasta qué punto son responsables los gestores públicos de la situación actual?

–Bueno, nosotros estamos mejor preparados que en la primera ola. Tenemos más respiradores, más de 500; más personal, hemos contratado casi 3.500 personas en el sistema sanitario de salud; estamos haciendo más de 54.000 test a la semana; hemos incrementado el número de UCI, teníamos 166 camas y hubiera saltado el sistema de las UCI por los aires hace muchas semanas; tenemos una reserva estratégica de material de protección para los profesionales... Hemos ido adaptándonos a las circunstancias, por eso necesitamos esa evaluación, para aprender de nuestros errores.

–¿Hay médicos y personal especializado para atender todas esas UCI, los respiradores? ¿Los médicos han ido a la huelga por la saturación que tienen?

–Hemos pedido al ministro más convocatorias mir, mayor agilidad en la homologación de títulos extracomunitarios...Estamos contratando a todos los profesionales que están a nuestra disposición. Esa huelga iba contra un decreto del Gobierno que apoyamos, porque poder cambiar profesionales de una especialidad que no afecta al covid para poder seguir trabajando en labor hospitalaria nos parece imprescindible. Recuperar la labor de médicos jubilados, anticipar la de los mir de los últimos cursos me parece imprescindible en una situación excepcional. La huelga, desde el respeto más absoluto, llega en un momento inoportuno.

–¿Le preguntábamos si vamos a tener suficientes médicos?

–Iremos adaptándonos a la situación de cada momento. Se mantiene gran parte de la actividad quirúrgica y asistencial; en marzo se suspendió casi de raíz y todos esos profesionales se reorientaron a la atención de pacientes de UCI e ingresados en planta.

–¿Necesitará Castilla y León sacar pacientes a hospitales de otras regiones?

–Vamos a tener tranquilidad y a confiar en las decisiones que se adoptan, en el sistema público de salud, y vamos a utilizar, si fuera necesario, los recursos del sistema privado.

–¿Pero están hablando con otras comunidades?

–Castilla y León tiene un plan y estamos trabajando para la peor de las hipótesis, porque vivimos esa hipótesis en marzo y abril y queremos estar mejor preparados para adoptar más medidas. Nos ponemos en la peor de las hipótesis y a partir de ahí, ver si podemos ir ganando posiciones.

–La consejera Casado ha dicho que han planteado al Gobierno la necesidad de ampliar la regulación del estado de alarma por si es necesario un confinamiento domiciliario. ¿Van a insistir en que se habilite esa medida?

–¿Es algo que queremos? No. Y estamos trabajando para evitarlo entre todos. Pero esto no es solo un esfuerzo individual o de las administraciones públicas, sino colectivo. Tendremos que ir tomando medidas para ir adaptándonos a la situación sanitaria.

–¿Qué diferenciaría ese confinamiento del de marzo?

–En marzo, de manera abrupta, se confinó y se metió a todo el mundo en casa. Se cerró. Es más, durante unos días se cerró totalmente la economía. Y nosotros entendemos que lo que hay que hacer es dar pasos de manera progresiva. Vamos introduciendo restricciones y el toque de queda, en sí mismo, es un camino hacia ese paso. Esperamos que el toque de queda pare la curva. Si no lo hace, tendremos que seguir tomando medidas. Hemos adoptado restricciones territoriales que en municipios pequeños eran eficaces a 14 días y en grandes ciudades necesitaban un periodo más largo. Ahora en Palencia y León se están reduciendo los niveles de contagio, algo importante. Todas las medidas tienen sus consecuencias positivas.

–Aprobaron en marzo ayudas a empresas y trabajadores. ¿Cuándo van a cobrar los afectados por ERTE la ayuda de la Junta?

–Se ha cobrado una parte, la consejera de Empleo está trabajando un plan de choque con el Diálogo Social. Tendremos que hacer un esfuerzo complementario. Hay sectores muy castigados por la pandemia, y no se me olvida ninguna de las personas fallecidas, que a día de hoy son 4.600...

–...Más de cinco mil muertos por la covid (5.681) en la comunidad, según recoge la página de la Junta, no solo los fallecidos en hospitales y residencias.

–Incluyendo las personas que fallecen en casa... Desde el 1 de septiembre han fallecido en torno a 800 personas. Mi pésame para sus familias y también mi cariño y mi compromiso con las empresas, los autónomos, los trabajadores afectados por esta situación. Vamos a realizar un esfuerzo y creo que el Gobierno de España debe hacerlo. Comparto las palabras del presidente de Aragón que pidió un Plan de Rescate para la Hostelería. Nosotros, dentro de nuestras posibilidades vamos a hacer ese esfuerzo.

–Ustedes defienden no subir impuestos, ¿de dónde sacamos el dinero si baja la recaudación?

–Subir impuestos ataca claramente a las clases medias y a la actividad productiva. Nosotros hemos optado por el camino del endeudamiento. Hemos sido ahorradores en el pasado y podemos hacerlo ahora en lugar de las personas, las familias y las empresas. Es un error por parte del Gobierno y un ataque territorial grave subir el impuesto del azúcar. El 85% de la remolacha y de la molturación está en Castilla y León. Nos preocupa el impuesto al diésel y el de la matriculación.

–¿Cómo valora al Pablo Casado postmoción de censura de Vox?

–Es verdad que hay un antes y un después de la moción de censura. Dio una batalla ideológica y pedagógica sobre cuestiones clave. El PP cree en Europa y quien piensa en otras formaciones políticas que no creen en Europa tiene que darse cuenta de que eso significa perder la Política Agraria Común. Y lo que va a venir, que es una oportunidad, 140.000 millones de euros de fondos europeos. También creemos en la Constitución y en el diseño territorial de nuestro país.

–El PP de Castilla y León iniciará próximamente los congresos provinciales. Ha habido nombramientos recientes desde Génova, como el de Borja García Carvajal como gerente. ¿Siente que puede perder cuota de poder en Castilla y León?

–A Borja García Carvajal se le ha nombrado gerente, con labores administrativas que nada tienen que ver con la política. El poder del PP es de los afiliados, ni es de Mañueco, ni de Casado ni de ningún otro presidente. Esa es la realidad. Y en estos momentos el PP de Castilla y León no está para congresos. El PP está pensando únicamente en las personas de Castilla y León, en la protección de su vida y en recuperar, desde la seguridad sanitaria, la economía de Castilla y León.

–¿Qué mensaje le gustaría trasladar a los ciudadanos?

–De esperanza. España siempre ha salido adelante cuando hemos ido juntos y unidos. Y de seriedad. Tenemos que adaptarnos a vivir con el virus. Debemos cumplir cada uno con nuestra responsabilidad. Mascarilla, distancia social, manos limpias y ventilación.

–¿Y decisiones claras de los gestores públicos?

–Y decisiones claras. Ahí tenemos que aprender de la autocrítica, porque a veces 17 comunidades autónomas, el Gobierno… Creo que es importante que haya criterios comunes y, ante problemas comunes, soluciones comunes.