La Junta pide ayuda al comité de expertos por el número de casos y la situación hospitalaria
Los consejeros de todas las áreas escucharán este viernes el «preocupante» informe de los expertos y se acude a los ayuntamientos principales y a las comunidades limítrofes
La Junta, personalizada en los rostros de Verónica Casado y Francisco Igea, ha sido durante meses el primer muro de contención de la pandemia en ... Castilla y León. La responsable de mitigar el colapso sanitario en los peores momentos, en pleno estado de alarma, y la conductora de las fases de desescalada en una carretera sin visibilidad. Pero el golpeo constante erosiona el muro, así que ahora, cuando los números del Sars-Cov-2 vuelven a presentarse como una amenaza a corto plazo para el sistema sanitario regional, Casado e Igea buscan ampliar las defensas con una macroalianza que permita buscar soluciones añadidas a las ya implantadas e involucrar, de paso, a todas las áreas de la administración regional, a los municipios más poblados de la autonomía y a las comunidades autónomas que más incidencia tienen en los datos de Castilla y León.
Un modo, además, de conseguir apagar el ruido de los últimos enfrentamientos dialécticos y conseguir la complicidad de aquellos que se ven afectados por las medidas, como los ayuntamientos. «El diálogo es el camino», rubricó a modo de mantra el vicepresidente de la Junta.
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Pasados «209 días desde que se declaró el estado de alarma y 89 desde que decayó», como cuenta Casado en cada comparecencia como si se tratara de una pena carcelaria, el panorama se ha puesto a punto de desbordamiento. «La situación epidemiológica general es preocupante», advirtió ayer la consejera de Sanidad. Y ya no se trata, señaló, de que se hagan más o menos pruebas PCR y por eso salgan los asintomáticos que antes se 'escondían'. «Si en la primera semana de septiembre aparecieron 2.860 casos, en los últimos siete días hemos detectado 4.653, lo que supone un incremento del 62,6%», fue el primer dato que arrojó para justificar ese apelativo de «preocupante».
Peores fueron los dos que añadió a continuación. «Somos la tercera comunidad en número de hospitalizaciones en los últimos siete días, y la cuarta en ingresos en la UCI».
Y alrededor, aunque ni Casado ni Igea quisieron meterse demasiado en territorio ajeno, emergen la situación de Madrid o de La Rioja, donde se ha llegado a prohibir la venta de alcohol a partir de las 22 horas salvo en hostelería. «Nos preocupa, Madrid tiene una incidencia global dos o tres veces mayor que la nuestra y habrá incorporaciones con la movilidad laboral y universitaria», incidía la consejera de Sanidad.
Factores que apuntan a que la expansión de la pandemia se puede acelerar mucho y en muy poco tiempo. Y por la experiencia de meses pasados ya se sabe que este virus tiene una inercia muy complicada de frenar cuando se lanza. Cuando se deja de localizar a los positivos y sus contactos y se llega a la temida transmisión comunitaria. Así que la Junta ha buscado un giro radical en la lucha contra el coronavirus Sars-Cov-2. Primero fueron las reuniones con Castilla La Mancha y Madrid para coordinarse, que serán crónicas.
Lo segundo es que hoy, anunciaron, todos los miembros del Consejo de Gobierno de la Junta, y eso atañe desde el presidente, Alfonso Fernández Mañueco, al consejero de Cultura, Javier Ortega, se reunirán telemáticamente con el comité de expertos que asesora a la Consejería de Sanidad. Van a escuchar de primera mano el último informe que han elaborado los especialistas y, sobre todo, qué implicaciones tiene. «Hay cosas que queremos preguntar y saber la opinión individualizada de cada uno de los expertos, porque hay decisiones que hay que tomar. No podemos ocultar nuestra preocupación, no lo hemos hecho nunca y esto exige tomar decisiones», apuntó Igea. «Necesitamos volver a cotejar y pulsar su opinión. Que nos indiquen si hay que tomar otro tipo de medidas», concluyó Casado.
«Se avecinan días muy difíciles», sonó el aviso del vicepresidente de la Junta.
Además, se reunirán con los alcaldes de los municipios de más de veinte mil habitantes para pedir su colaboración. Son, por densidad demográfica, estructura de algunos barrios y condiciones de vida, los más proclives a albergar grandes focos descontrolados. Serán esos ayuntamientos, que por población y recursos disponen de Policía Municipal, quienes reciban el encargo de vigilar el cumplimiento de las cuarentenas. Lo harán mediante «un oficio» con el que podrán «observar la vigilancia y el cumplimiento de las cuarentenas, con los datos precisos. Y que de manera aleatoria, dado el número de casos, se proceda a la comprobación del cumplimiento», explicó Casado. Y recordó que las multas por «poner en riesgo» a otros pueden ser gravosas. Desde 100 hasta 3.000 euros pueden costar las de las infracciones leves.
Además se les pedirá que envíen sus propuestas «de mejora y control» por escrito para poder «analizarlas en las reuniones con ellos, en el Consejo de Gobierno y en las reuniones del comité de expertos de la Consejería de Sanidad».
A estos actores del espacio público se unirán, también, los sindicatos, los empresarios, los rectores de las universidades. Y los medios de comunicación, a quienes se quiere involucrar en la transmisión de los mensajes necesarios para detener el avance del Sars-Cov-2. Todo lo que sea necesario para engrosar el muro.
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