Enrique Cabero: «Por muchos paños calientes que pongamos, el contexto es difícil»
El presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León defiende que «la sociedad tiene que reclamar acuerdos a los políticos»
He aquí un servidor público que tiene muy interiorizada la vocación de trabajo por sus semejantes. Enrique Cabero (Salamanca, 1966), una referencia indiscutible del Derecho ... del Trabajo y de la Seguridad Social y un incuestionable defensor del diálogo para la construcción y el sostenimiento de una sociedad que quiera vivir libre y democráticamente. En su madurez vital puede que esté en el puesto que mejor se adapta a sus convicciones, formación y aptitudes: la Presidencia del Consejo Económico y Social (CES), el órgano que permanentemente pulsa en Castilla yLeón el estado de opinión de los protagonistas de los sectores empresarial, sindical, agrario y de consumo entre los que dialogar es una función tan natural como intrínseca a su acción diaria.
–Ha abogado esta semana por un plan estratégico de comunidad «para saber dónde se quiere ir». Por lógica deductiva, ¿desconocemos dónde queremos ir como Castilla y León?
–No, no, no se puede deducir eso. Yo me refería al largo plazo porque muchas veces el largo plazo en política es muy difícil de abordar. Mandatos electorales, problemas inmediatos, y mas ahora en la situación tan difícil en la que estamos, hacen que la acción del Gobierno, a veces la del Legislativo también, se tengan que centrar demasiado en el corto plazo. El CES tiene una ventaja institucional respecto del Ejecutivo y el Parlamento: aquí no estamos sujetos a mandatos electorales porque no hay partidos políticos. De tal manera que hay una oportunidad aquí de poder hacer una participación estratégica consensuada, o al menos dialogada, incorporando el largo plazo en la proyección.
–Entenderá que es imposible no tener cierta sensación de fracaso: si tras 40 años de autonomía tenemos que hablar de eso...
–Estamos ante un cambio de época. De eso tenemos que ser conscientes, ¿eh? Creo que no de modelo, porque nuestro modelo constitucional es muy válido y muy valioso, pero sí de época a nivel internacional. La globalización, tal y como se había diseñado, se está transformando...
–Y en plena pandemia mundial.
–La pandemia no ha generado ese cambio de paradigma de la globalización sino que lo ha acelerado. Antes de la pandemia empezamos a ver que había desajustes en el ámbito de la producción, que se había concentrado mucho en algunos continentes y otros, como Europa, habían empezado a producir menos pensando que siempre podrían comprarlo. Se habían generado problemas en la logística y en el transporte internacional y hemos visto cómo un barco cruzado en el Canal de Suez ponía en peligro nuestra vida cotidiana aunque fuera unos pocos días... Y ahora mismo hay una reflexión muy profunda, que se ha visto claramente en la reunión del G-7 y en la Cumbre de la OTAN, que muestra que la globalización va a continuar. Defiendo la globalización y más integración europea, pero hay que replantearlo.
–¿De qué manera?
–Debemos producir más, hemos de replantear las políticas de logística y transporte porque no puede estar todo pendiente de pequeños nodos a nivel mundial. Por eso defiendo el Corredor Atlántico, en el que está Castilla yLeón, como eje estratégico para toda Europa. En este contexto en el que estamos, en el que por muchos paños calientes que pongamos es un contexto difícil y nuevo, no porque no se esperara, es donde hablamos en el CES de la necesidad de hacer un plan estratégico para Castilla y León de medio y largo plazo de manera dialogada y con acuerdos.
–Con las Cortes de Castilla y León políticamente más fragmentadas de los cuatro decenios de vida de la comunidad, ¿no está pidiendo un imposible?
–Confío en que no. La responsabilidad de quien asume cargos políticos debe llevar a que por mucha fragmentación que haya hay que hacer un gran esfuerzo de llegar a acuerdos. En la Transición política también había mucha fragmentación y se alcanzaron; es verdad que era otra época. La situación es tan grave y tan especial que tenemos que hacer un esfuerzo de responsabilidad muy grande todos. Y hemos de hacerlo en el ámbito social y en el político.
–Les ha dicho a los partidos de las Cortes que «hay que ponerse de acuerdo en lo que se pueda». Defina 'lo que se pueda'.
–Soy un defensor del pluralismo político. No propongo, ni proponemos desde el CES, que se esté de acuerdo en todo, pero sí tenemos que ponernos de acuerdo en el modelo de sociedad, en el modelo económico productivo y en el modelo de política social que queremos para los próximos 50 años. Hay decisiones que no se pueden adoptar solo para 4 años y por tanto tenemos que ser conscientes de qué queremos que sea Castilla y León dentro de 50 años. No sabemos quién va a gobernar entonces, pero nosotros tenemos que pensar hoy en las personas que vivan en Castilla y León dentro de 50 años. Digo 'en lo que podamos' porque luego va a haber muchos matices: gobierne quien gobierne y sea cual sea la mayoría parlamentaria debe haber unos pilares que no podemos ir transformando cada poco tiempo, porque entonces no funciona. Y el CES lo puede hacer.
–El presidente de la Junta y el secretario regional del PSOE lo más que han estado sentados en el último medio año ha sido un cuarto de hora...
–Ya, pero es que creo que no es bueno resignarse. Hay que pedirlo y desde el CES lo pedimos: que se haga un esfuerzo.
–¿Voz que clama en el desierto?
–Espero no serlo. Quizá sea por lo que se ha dado en llamar 'La cultura CES'. Aquí hay organizaciones muy distintas y con intereses contrapuestos y hay momentos en los que hay que acordar. No es fácil. Para redactar un párrafo estamos horas con tal de que quede claramente reflejada la idea en la que hay acuerdo. Pues bien, yo creo que en el ámbito político hay que hacerlo también y la ciudadanía tiene que valorar esos esfuerzos y lo pide de alguna manera. La sociedad tiene que pedir acuerdos, lo que no significa que todos piensen lo mismo.
–¿Y qué significa entonces?
–Marcar unas metas comunes. Y luego cada uno pensar cómo llegar a esas metas. Y puede haber diferencia y debe haberlas, si no estaríamos en una sociedad de partido único, que sería contraria a la democracia. No estoy diciendo eso. Hay que llegar a grandes acuerdos. El CES en ese sentido es una plataforma privilegiada. Esta es una comunidad, por el carácter del castellano y del leonés, a la que no le gustan las grandes estridencias, le gusta que haya acuerdos, responsabilidad, trabajo, también divergencias.
«Por el carácter del castellano y el leonés, esta es una comunidad a la que no le gustan las estridencias»
ENRIQUE CABERO
Presidente del CES de Castilla y León
–Todo en este mundo acelerado e internetizado está en cuestión. ¿A qué teme que conduzca eso?
–Lo que más me preocupa es que se ponga en cuestión el estado social democrático y de derecho a nivel internacional. Puede pasar que se pueda convertir en primera potencia mundial un sistema no democrático...
–...¿Se refiere a China?
–Teníamos la referencia de que las grandes potencias, las que podían dirigir el mundo de alguna manera, multilateral, eran potencias que con todos sus defectos están basadas en la democracia. Por primera vez en nuestra historia reciente eso ya no es así. Ahora hay potencias consolidadas en lo económico, con creciente fuerza militar, como es el caso de China. Por eso es muy importante que en Europa seamos conscientes de ello.
–¿Alguno de los dirigentes de los partidos de las Cortes le ha llamado después de pedirles que dialoguen?
–No, pero me han trasladado todos los portavoces que quieren intervenir ante el pleno y el grupo de enlace del CES.
–Vox ha empezado a lanzar sobre el Consejo Consultivo la advertencia de que existe el Consejo de Estado y, vamos, que se darían duplicidades. ¿Han puesto en el CES las barbas a remojar?
–No, no... El Estatuto de Autonomía de Castilla y León posiblemente es el que mejor definidas tiene sus instituciones. No hay duplicidades con ninguna de las instituciones.
–Se puede pensar que lo dice porque es usted parte interesada al presidir una de ellas.
–No. Sencillamente cada comunidad autónoma tiene sus competencias, que son distintas a las del Estado. ¿Cuándo podemos llegar a la conclusión de que hay duplicidades? Si en lo que estamos de acuerdo es en que exista la comunidad autónoma. Porque, claro, podemos decir lo mismo de las Cortes, o de la Junta. ¿Para qué las queremos si están el Congreso, el Senado y el Gobierno de España? Luego no es un problema de duplicidades, sino de configuración del Estado. Las instituciones propias en nuestro sistema son imprescindibles y algunas comunidades que las suprimieron las están creando de nuevo. La Rioja volverá a constituir en septiembre el CES y Castilla-La Mancha acaba de crear otra vez la Cámara de Cuentas, que la había suprimido.
–Que el diálogo social esté siendo atacado por una de sus bases, la de los medios para ejecutar los acuerdos, el presupuesto, ¿a qué cree que conduce?
–Yo creo que no se va a cuestionar el diálogo social institucionalmente. Confío en que el Gobierno de Castilla y León, que además es heredero de una tradición importante en esta materia, que hasta la Organización Internacional del Trabajo ha considerado una buena práctica, no lo ponga en peligro. Otra cosa distinta es qué juego el Gobierno puede dar al diálogo social, que es el que quiera, naturalmente. Pero cuestionar el diálogo social llevaría a cambiar el Estatuto de Autonomía y no creo que esté en la voluntad de nadie cambiarlo en este momento. Y, segundo, porque ha funcionado.
–Pero Vox planteó un hachazo de 20 millones de euros...
–Está por verse qué es lo que se plantea. No he visto por ahora ningún documento oficial sobre eso.
«La longevidad lleva a un concepto de sociedad que nada tiene que ver con la de hace 40 años»
ENRIQUE CABERO
Presidente del CES de Castilla y León
–El CES ha hecho en 30 años varios informes sobre despoblación. En ninguno aparece como causa de la misma la hipersexualización de la sociedad, que dice ahora Vox que ha provocado la pérdida de habitantes. A ver si es que no estaban ustedes valorando todas las causas...
–La despoblación es realmente uno de los asuntos estratégicos, porque no es 'un' tema; es 'el' tema. Afecta transversalmente a todo. ¿Porque por qué se produce despoblación? Se produce si no hay actividad económica suficiente y que genere empleo, si no hay suficientes servicios públicos, si no hay expectativas de futuro para mejorar la calidad de vida, si no hay una ordenación del territorio acorde con las necesidades, si no hay una política de captación del talento... Es un conjunto de factores muy complejos, es un asunto global y resolverlo no es fácil.
–Pero acaban de anunciar que un estudio sobre el impacto de la longevidad. ¿No basta con mirar a los Presupuestos públicos y ver el coste de prestar la sanidad, los servicios sociales, etc?
–No basta, no. Es que no se trata de ver solo la repercusión de la longevidad sobre los servicios públicos sino el cambio social que produce la longevidad.
–En vez de cuidar niños, ¿cuidar ancianos?
–No solo, no solo. Los mayores de ahora tienen una más alta capacidad de consumo, de decisión sobre lo que se compra o no, de gustos, de preferencias... Ha cambiado mucho: el ocio de ahora de las personas mayores no tiene nada que ver con el de hace 40 años. Ha habido cambios de hábitos de vida, de consumo, de demanda de productos, de preferencias en moda y en lo que se utiliza que están modificando también la política de las empresas. Es un concepto distinto de sociedad.
–Va a cumplir tres años como presidente. ¿Cuántas veces se le ha pasado ya por la cabeza 'lo a gusto que estaba de vicerrector en Salamanca...'?
–Nunca, nunca, créame, nunca.
–¿No dan la docencia o la gestión universitaria menos disgustos que presidir un órgano autonómico?
–La docencia y la investigación no dan disgustos: dan retos. Y la gestión universitaria es apasionante. Me costó mucho trabajo, por ello, tomar la decisión de venir al CES, pero una vez tomada, como con todo lo que he hecho en la vida cuando me han dicho que puedo ser útil en algo: ahí estoy. Y aquí estoy.
–En tantos años de actividad universitaria y de actividad institucional autonómica, ¿ha pensado ya en algún momento qué quiere ser de mayor?
–Mi vocación desde pequeño es la de ser un servidor público y la mantengo vocación.
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