Día de Castilla y León

Más de 25.000 personas celebran un Villalar del que se 'borra' el PP por el luto por el Papa

Ese hueco por el luto institucional tras el fallecimiento del pontífice argentino ha sido el último tropiezo de una edición festiva jalonada de contratiempos, tras la retirada total de las labores de organización, a un mes de la celebración, de la Fundación Castilla y León, que depende de las Cortes, institución bajo la presidencia de Vox. Una labor que ha tenido que asumir un Ayuntamiento de 490 vecinos. «Ha sido un año muy complicado, muy duro, lo he pasado muy mal», confesaba Luis Alonso Laguna, alcalde de Villalar de los Comuneros, que se felicitaba de haber logrado culminar la empresa, sumando al programa cultural y musical la garantía de seguridad y la intendencia necesaria para dar respaldo a una asistencia multitudinaria. Más de 22.000 asistentes, según estimación oficial, a primera hora de la tarde, con coches aún en caravana para acceder. Finalmente, más de 25.000 personas difrutaron de la fiesta. Ha sido, en definición del regidor, «otro Villalar más, a pesar de». A la contra una vez más, pese a que el Estatuto de Autonomía (ley orgánica) respalda el 23 de abril con referencia expresa a los valores comuneros, algo que se ha recordado este miércoles.

En ausencia de los populares, algo inédito en la villa comunera desde que Juan Vicente Herrera promoviera hace más de 20 años el retorno del partido y de la Junta a la localidad, los partidos de izquierda y los sindicatos han capitalizado tanto el mensaje como las imágenes, con la ministra de Igualdad, Ana Redondo, 'sustituyendo' a Alfonso Fernández Mañueco en el habitual paseíllo matinal junto al alcalde comunero, Luis Alonso Laguna. A esa hora el presidente Mañueco había ya felicitado el Día de Castilla y León a través de la red social Twitter con un mensaje que no era de acceso general en el que destacaba «el talento y compromiso que mira al futuro con esperanza» de Castilla y León, «una tierra con historia», al tiempo que invitaba a seguir «construyendo juntos una Comunidad fuerte, solidaria y llena de oportunidades».

«No están los de siempre, lamentablemente no está ni se le espera», ha criticado Carlos Martínez, secretario general del PSOE de Castilla y Léon, en una ofrenda floral ante el monolito que recuerda a los capitanes comuneros en la que ha defendido que el carácter reivindicativo del 23 de abril debe cuajar en «un presente de futuro para nuestros jóvenes». Los socialistas han recordado a todos los castellanos y leoneses para los que el 23 de abril no puede ser un día efectivo de fiesta «porque están trabajando fuera». Y han llamado a «atreverse a cambiar», en modo ya mitín, en las próximas elecciones autonómicas. Como tarde, en febrero del próximo año.

El soriano se ha estrenado como líder de los socialistas de Castilla y León ante el monolito comunero arropado por su antecesor, Luis Tudanca, y por quien fuera el primer presidente de la Junta, Demetrio Madrid, que ha deseado que «de una vez por todas, todos entiendan que la esta es la fiesta de todos, con independencias de ideologías».

Han sido más de 25.000 las personas que se han acercado a disfrutar de las actuaciones musicales o de los puestos hosteleros y de artesanía, pero también a hacer visibles demandas como la mejora de la asistencia sanitaria en el abulense Valle del Tiétar, a dos puertos de distancia por carretera del hospital de la capital, o la oposición a la instalación de las plantas de biogás que buscan licencia en el mapa de Castilla y León. Algunas proyectadas muy cerca de Villalar, como la que se quiere construir en Pedrosa del Rey.

La primera ofrenda floral, la promovida por el Ayuntamiento, ha corrido a cargo de Enrique Cabero, presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León, y de la única voz del PP que se ha escuchado en la mañana, la Gema Pérez, concejala en Villalar. Con coronas de flor blanca y crespón negro, entre la fiesta y el luto oficial por Francisco. A partir de ahí, se han sucedido discursos y ramos. Los de Óscar Lobo y Vicente Andrés, responsables autonómicos de UGT y CC OO.

El primero ha llamado a «elegir en conciencia entre la Castilla y León que se rebela y la Castilla y León que se entrega«. El segundo ha criticado que la Fundación Valores, creada en 2024 por el Gobierno autonómico del PP, haya servido para «disgregar» el 23 de abril en actos por doce ciudades de Castilla y León, siguiendo los pasos que en su día emprendió José María Aznar para socavar Villalar. Y también ha alertado sobre «los enemigos de la libertad de siempre, que han vuelto a aparecer con fuerza». Han estado arropados en este día festivo autonómico por los líderes nacionales de ambos sindicatos, Unai Sordo y Pepe Álvarez.

A ese sube y baja del monolito se han sumado responsables de Izquierda Unida y de Podemos. Por separado. Juan Gascón, secretario de IU en la comunidad, que ha defendido que Castilla y León debe ser una «tierra de acogida». Junto a él estaba Antonio Maíllo, que en clave nacional ha acusado a Pedro Sánchez y al PSOE de «alinearse con los gobiernos de derecha y extrema derecha de Europa a los que dice combatir» al acatar el aumento del gasto militar. Pablo Fernández, de Podemos, ha enarbolado la bandera palestina contra el «genocidio» en Gaza y también la de los derechos LBGTI+, recordando la laguna legal que aún existe en Castilla y León para estos colectivos.

Finiquitado el paseíllo mitinero por la plaza mayor de la villa comunera, el foco informativo ha pasado a la campa, donde se ha hecho un alto en las actuaciones musicales para leer el Manifiesto de Villalar 2025. Han puesto voz al texto acordado por catorce partidos y asociaciones, entre los que tampoco este año figura el PP, el alcalde de la localidad y Yolanda Rodríguez, presidenta de la Fundación Triángulo, pese a que se había anunciado que serían dos representantes de las asociaciones de Burgos capital que estuvieron a punto de quedarse sin la aportación que recibían del Ayuntamiento para atender a inmigrantes: Burgos Acoge y Accem. El PP nacional movió a la alcaldesa Cristina Ayala a dar marcha atrás y esa crisis dinamitó el acuerdo de gobierno municipal con Vox.

Política aparte, la fiesta popular se abría paso a medida que avanzaba la jornada en Villalar de los Comuneros, que mira ya hacia la edición de 2026, con el alcalde Luis Alonso empeñado en cuajar un programa potente que conmemore el 50 aniversario del primer Villalar festivo, allá por 1976. El regidor confía en que algún día prime el símbolo de «Villalar como lugar de encuentro» porque, según describió, en la práctica siempre se impone la rutina de la fiesta a las polémicas políticas.