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Las listas de espera sanitarias hacen bueno el dicho de que cada cual habla de la feria según le pinta, porque si están marcadas por ... un denominador común, más allá de la imagen difuminada que proporcionan medias, ese es el de la desigualdad: hay brecha entre especialidades, brecha entre provincias y, brecha dentro de la misma provincia o ciudad cuando hay más de un hospital. No es lo mismo necesitar ser operado por un traumatólogo en Salamanca, con 199 días de espera media, que en el Río Hortega de Valladolid (93 días) o el Clínico de la capital del Pisuerga, en el que la media de espera de quirófano en esa especialidad es de 56. La sanidad autonómica es una, toda bajo la gestión de la Gerencia Regional de Salud de la Junta (Sacyl), pero la gestión de las listas se compartimenta por áreas hospitalarias.
El último dato oficial publicado sitúa la demora media para entrar en quirófano en Castilla y León en 95 días, que son 21 menos que hace un año y mejora también el último dato nacional (121 días), pero es una cifra que no hace justicia a la situación de algunas provincias. Para los salmantinos supone 142 días en el conjunto de todas las especialidades, mientras en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid ese tiempo es de 40 días, que también son la mitad que en el Río Hortega, con una espera promedio de 81.
Y para llegar a engrosar la lista de espera quirúrgica, el paciente deberá haber superado una carrera de etapas, con sus demoras propias, que comienza en el médico de Familia o en Urgencias y pasa por lograr fecha para la primera consulta con el especialista, luego cita para las pruebas diagnósticas que ese profesional estime necesarias para aplicar un remedio al enfermo, después para volver al especialista en consultas sucesivas para ser informado de resultados y tratamientos. Y antes de todo eso, según denuncian sindicatos y oposición, los volantes pueden estar un tiempo en un 'cajón' en el que ese paciente no está contabilizado ni registrado oficialmente, aunque él esté esperando. Este es el planteamiento general de las listas de espera en Castilla y León, que puede afinarse con algunas claves que ayudan a 'leer' esas cifras.
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Paciente comparte familia léxica con paciencia y no gastan la misma, cuando de esperar para ponerse en manos del cirujano se trata, uno de Salamanca que uno de Segovia, Palencia o Ávila. Si la media autonómica de demora quirúrgica es de 91 días, el hospital charro la recrece hasta las 142 jornadas, mientras que el Río Carrión palentino, el Nuestra Señora de Sonsoles abulense o el General segoviano registran esperas medias de 29, 49 y 51 días respectivamente para entrar en quirófano. Estos tres centros son más pequeños que el de Salamanca, que tiene unidades que afrontar operaciones más complejas que requieren más tiempo en quirófano. El hospital salmantino jugaría, en ese sentido, en la liga de los dos grandes de Valladolid, el de Burgos y el de León. Todos ellos presentan una demora más liviana. León está por encima de la media, pero refleja 110 días, mientras que Burgos se sitúa en la media autonómica de 91 días, el Río Hortega consigna 81 y el Clínico de Valladolid reduce oficialmente la espera hasta los 40.
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Esa diferencia en el tiempo de espera para ser operado es el final una prueba por etapas. Cruzar el umbral de la consulta del especialista es el primer paso. A fecha de 31 de diciembre había 231.446 personas pendientes de esa primera consulta. La media de espera autonómica era de 89 días, pero ese promedio supera los cien en Salamanca (102), el Santos Reyes de Aranda de Duero (116), el Hospital del Bierzo (144) y el Virgen de la Concha de Zamora (152). Y pasa de los 90 días en Burgos (97) y el Santiago Apóstol de Miranda de Ebro (96). El Clínico de Valladolid consigna la menor demora en consultas externas, con un promedio de 49 días, mientras el Río Hortega mejora la media autonómica pero se sitúa a distancia del otro centro de la capital vallisoletana, con 64 días de espera media. De la consulta con el especiales, el paciente suele salir con prescripción de pruebas. Y aquí llega otra etapa de demora: 47 de media para un TAC, 70 para una resonancia, 104 para una ecografía o 40 para una mamografía. Son cifras de demoras medias a nivel autonómico, que pueden llegar a 269 días de promedio de espera para una resonancia en León o 215 para una ecografía en Salamanca.
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De los 27.525 pacientes que la Consejería de Sanidad que dirige Alejandro Vázquez contabilizaba en lista de espera quirúrgica en Castilla y León el día de Nochevieja, la mitad se agrupan en un reducido conjunto de operaciones que lideran las cataratas (3.417 personas en lista), las artrosis de rodilla (1.707) y cadera (1.051) y las hernias inguinales (1.497). A esos procesos les siguen, atendiendo al número de pacientes que hacen cola ante el quirófano, las deformidades de los dedos de la mano y el pie, el trastorno interno de la rodilla, los cálculos biliares (colelitiasis) y las lesiones de hombro, patologías de la nariz y los senos nasales y de las amígdalas, hernias ventrales, mononeuropatías (daños en nervios) de extremidad superior, hipertrofias de próstata y cierran el listado las complicaciones de prótesis, implantes e injertos ortopédicos.
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La demora en esos procesos más 'populares', con más pacientes en espera, también es desigual según la especialidad y el centro. El calendario medio de las operaciones de Traumatología llega a 199 días en Salamanca, 173 en León, 139 en Burgos y 132 en Ponferrada. El Río Hortega se planta en los 93 de días de espera para el quirófano de Traumatología, mientras el Clínico de Valladolid consigna una espera media en esta especialidad de 56 días, que mejora el Río Carrión palentino, con 31 jornadas. Y en Aparato Digestivo, la espera para el quirófano al cierre de 2024 era de 109 días en Salamanca y 106 en Ponferrada. Tras esos centros se situaba el Hospital de Burgos, con 91 jornadas, lejos de los 21 días que anotaba Palencia, los 31 del Clínico de Valladolid y los 37 del Río Hortega en esa especialidad.
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Del conjunto de cifras que componen la lista de espera quizá la más sangrante sea la de aquellos pacientes que llevan más de un año apuntados oficialmente para entrar en un quirófano. Son personas cuya patología puede que limite su día a día, con dolor, falta de movilidad o de visión, pero no pone riesgo su vida, ya que estas tienen prioridad máxima y se operan en Castilla y León en 12 días de media. A fecha de diciembre había 553 personas que llevaban más de 365 esperando la llamada del hospital para entrar en quirófano, más de la mitad de ellos, 302, en Salamanca, con patología de trauma y de aparato digestivo. El segundo hospital con más paciente en larga espera es el de León, con 144, seguido del de Ponferrada, con 82. El Hospital de Burgos tenía un paciente de Traumatología en esta situación y el Río Hortega vallisoletano contabilizaba 24, de 'trauma', pero también de Cirugía Plástica y de Maxilofacial.
Y los enfermos que esperan entre medio año y un año son oficialmente en Castilla y León 4.164, la mayor parte en Salamanca (1.222), en León (1.248) y en El Bierzo (607). El Río Hortega tiene 319 personas que superan el medio año de espera (en Urología, Traumatología, Maxilofacial y Aparato Digestivo) y el Clínico de Valladolid, 7 paciente que superan los seis meses de demora. Los centros de Palencia y Segovia tienen las listas de más de seis meses a cero.
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