Manuel García Bofill: «En Cs no hay problemas de ideología; si ha habido algún error, ha sido de estrategia»
El cofundador del partido y presidente de la actual Comisión Gestora, augura que el tiempo les va a dar la razón: «Va a hacer falta un gran acuerdo constitucionalista»
Manuel García Bofill (Barcelona, 1959) está a los mandos de la gestora que conduce, tras la dimisión de Albert Rivera por el derrumbe electoral de ... noviembre, el proceso de repensado de Cs. Licenciado en Filosofía y experto en Márketing, García Bofill, defiende que esa gestora, con abrumadora presencia de dirigentes afines a Rivera –incluido él mismo, que está en el proyecto naranja desde el inicio– no tiene preferencias personalistas. Lo hace en una entrevista en la que se esforzó en no mentar a Francisco Igea en su tierra. Y lo logró. Bofill se ha reunido esta semana con afiliados de Valladolid y León.
–¿Ve a Francisco Igea compitiendo con Inés Arrimadas para liderar el partido?
–Todos los afiliados, sean lo que sean, valen un voto. Hay que sacar el foco de los personalismos y llevarlo a los debates de fondo, a cómo queremos que sea el partido, a las ponencias de estrategia y estatutos, algo que es clave para que el partido salga muy cohesionado. El resto no es importante en este momento.
–Igea se postuló, entre otras cuestiones, para garantizar que ese nuevo modelo de partido tenga en cuenta a los territorios.
–Es el momento de hacer propuestas. Todas las opiniones que se puedan tener hay que someterlas a debate y resolverlo democráticamente. En Cs nos gusta tener el mismo mensaje en todas partes y por otro lado queremos un proyecto vivo y que la gente participe. Resolveremos cómo (se hará) en un proceso abierto que la gestora no lidera, simplemente conduce para que sea impecable y concluya con unos resultados muy legitimados. No tenemos preferencias.
–¿Cómo se reflota un partido que pasa de 57 diputados a 10 de seis meses? En Castilla y León se han quedado sin parlamentarios nacionales.
–Cuando tenemos un resultado que es un correctivo tan severo hay que hacer un análisis donde participe todo el mundo, un proceso de crítica. En estos últimos meses las cosas cambian muy rápido y los escenarios se dibujan de maneras muy distintas. Se ve cada vez más imprescindible un espacio de centro capaz de liderar y proponer grandes acuerdos constitucionales, porque la situación es muy preocupante.
«No sabemos lo que ha pasado en Castilla y León (primarias). No digo si lo fue (un pucherazo) o no lo fue. Hacemos todo lo posible para que no vuelva a pasar»
–Habla de autocrítica y de escuchar todas la voces. ¿Puede prescindir el nuevo proyecto de las voces críticas a las que Albert Rivera y el núcleo de su confianza señalaron la puerta de salida?
–No es que haya voces críticas o discrepancias, que estas siempre hay en un partido; a veces, lo que se critica es la oportunidad de hacerlas públicas. Hay personas de la misma opinión que se mantienen en silencio esperando el momento para debatirlas. No creo que sea una cuestión de opiniones, es de oportunidad de hacer ciertas declaraciones. Se verá. Estoy convencido de que las voces críticas no están tan distantes del sentir mayoritario.
–¿Definiría a Francisco Igea como una voz crítica dentro de Cs?
–Definiría voces críticas de dos tipos, la que se expresan internamente y las que tienen proyección en medios. Ahora, todos, tanto si tienen altavoces mediáticos como si no, tienen el mismo peso. Un afiliado, un voto.
«Hay que sacar los focos de los personalismos y llevarlo a cómo queremos que sea el partido», afirma sobre la posibilidad de que Igea compita con Arrimadas
–¿Qué diferencia cree que hay entre el partido de los 57 escaños y el de los 10?
–(Pausa) Seguramente hay que ver qué ocurrió, de qué manera se pudo hacer entender, comunicar y expresar cuál era la situación, cómo se veían las cosas, y no se llegó a la ciudadanía como se esperaba llegar. Cada vez más gente se da cuenta de que el escenario que se estaba denunciando entonces es más evidente.
–¿Esa diferencia es más de ideología o de estrategia?
–En Ciudadanos no hay problemas de ideología o de valores; si ha habido algún error, ha sido de estrategia.
–Arrimadas ha intentado promover una alianza de desbloqueo de Gobierno con PSOE, PP y Cs, no cuajó, pero aritméticamente los 10 escaños naranjas eran innecesarios.
–Ciudadanos tiene un origen de partido casi activista, de proponer cosas más allá de su fuerza real en los parlamentos. Nos encontramos en un espacio político, es verdad, con menos peso del que desearíamos, pero estamos convencidos de que la realidad nos va a dar la razón y va a ser necesario hacer frente a los desafíos que hay con un gran acuerdo.
«Voces críticas o discrepancias siempre hay en un partido. Lo que se critica, a veces, es la oportunidad de hacerlas públicas»
–Hay presidente, esta semana tomará posesión el Gobierno, ¿qué devenir le augura?
–Difícil para España y difícil para los españoles. Me preocupan especialmente las clases medias y la igualdad entre españoles: Los ciudadanos constitucionalistas en Cataluña se sienten en un total desamparo.
–¿Habría sido mejor volver a convocar elecciones?
–No, habría sido mejor hacer frente a los desafíos secesionistas con un gran acuerdo constitucionalista.
–¿Qué solución plantean para reconducir la convivencia política y social en Cataluña?
–La situación es de excepcionalidad, con una sociedad civil secuestrada por grupos de agitación en connivencia con el Gobierno autónomo. El día a día se ha complicado mucho. Se espera que se restaure el Estado de Derecho. No hay otra que un gran acuerdo constitucionalista.
–¿Será capaz el partido de sobreponerse a años de hiperliderazgo de Rivera?
–El modelo que ha servido para Rivera se somete a examen en este momento. Todos los afiliados diseñarán el modelo de partido que quieran.
–¿Cuánto ha pesado en el resultado de noviembre el veto general a pactar con el PSOE en comunidades y ayuntamientos y acceder a cargos en diputaciones?
–No esta claro.
–Entre abril y noviembre está mayo y los pactos de gobierno.
–Hemos tenido pactos cuestionados en un momento dado y que ahora tienen una valoración distinta.
–En Castilla y León han pactado con el PP, ¿comparte la idea de que Alfonso Fernández Mañueco, heredero político de Aznar, Posada, Lucas y Herrera, es aquí el cambio?
–Creo que en este momento se ve que había más distancias con el PSOE de las que se podían apreciar, y que han aflorado las últimas semanas.
–¿Cómo valora que Ciudadanos presida la Diputación de Zamora, institución que consideran obsoleta y a suprimir,con un único diputado?
–Que sea obsoleta no quiere decir que podamos ignorar sus funciones. Estaríamos más cómodos con otro tipo de estructuras, pero esta oportunidad se aprovecha para hacer lo mejor posible.
–Por cerrar el capítulo de pactos, tienen la Alcaldía en Palencia otorgando a Vox la dirección de la Agencia de Desarrollo Local, ¿están satisfechos con estos acuerdos?
–Bueno, habrá que darle un tiempo y entender bien los motivos, causas y el desarrollo antes de hacer una valoración.
–Los militantes elegirán a la nueva presidenta o presidente de Cs también en urna, ¿es una lección aprendida de las primarias en Castilla y León?
–Nosotros vimos que con los sistemas telemáticos mejorábamos la participación. Ahora hemos tenido un incidente que ha complicado las cosas. Es difícil sustituir una cosa por la otra. Cs tiene un agrupación fuera de España muy fuerte y gente que no tiene sede cerca y reclama participar telemáticamente. Intentamos conseguir que todo el mundo participe de la manera que se sienta más cómodo y con todas las garantías.
–Califica de incidente lo que eran 80 votos «imposibles de adjudicar a un emisor válido», según definición de Francisco Hervías, que se emitieron de madrugada y todos a favor de Silvia Clemente que investiga la Fiscalía. ¿Faltó contundencia en el partido para aclarar las primarias fraudulentas de Castilla y León?
–Hay que tener mucho cuidado con ese tema. Nosotros sí tenemos una voluntad clara que llegar hasta el final. Absoluta colaboración. Es obvio que la Fiscalía y los tribunales tienen muchos más recursos. Se tomarán las medidas que se tomen. No nos podemos precipitar y, desde luego, no mirar hacia otra parte. Todavía no sabemos lo que ha pasado, lo que sí sabemos es que esto nos ha perjudicado muchísimo. ¿Que es un pucherazo?, el responsable lo pagará. ¿Que es otra cosa?, también esperamos llegar hasta el fondo.
–¿Y si no fue un pucherazo, qué fue?
–No lo sé, no digo si lo fue o no lo fue. Simplemente que, sea lo que sea, lo llevaremos hasta el final.
–¿Cómo van a garantizar que no va a pasar lo mismo esta vez?
–Le garantizo que hacemos todo lo posible para que no vuelva a pasar. Todo el sistema lo hemos externalizado a una empresa que audita, garantiza, todos los procedimientos. Partimos con todos los requisitos y certifica que todo se ha hecho correctamente. Está fuera de nuestra sede, de nuestras manos, y si alguien cree que las cosas no se hacen correctamente, tiene adonde dirigirse. Y si hay una acusación que tampoco es lo que tiene que ser, tendrá que asumir las consecuencias de una posible querella.
–¿Qué le transmiten los afiliados?
–Ilusión sobre la necesidad del proyecto de ciudadanos, cosas que podemos mejorar.
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