Ciudadanos busca evitar las primarias exprés con un candidato de consenso antes del domingo

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Es uno de los dos mensajes que Ciudadanos quiere convertir en eje de su actuación a partir de ahora. El primero, la lealtad. A los ciudadanos y al pacto de Gobierno. El segundo, la unidad. Hace justo una pandemia que el partido de Inés Arrimadas se quebraba en unas primarias en las que Francisco Igea, Gobierno, salía perdedor y el sector oficialista, grupo parlamentario, se proclamaba vencedor. Las dos corrientes, sin embargo, se han reconciliado con el paso de los meses y con la gestión de la pandemia. Y también, en cierto modo, como modo de reaccionar a algunas actuaciones del PP que han molestado al socio de Gobierno. Por ejemplo, la proposición no de ley contra la reforma sanitaria que los populares votaron junto al PSOE y al resto de fuerzas políticas del hemiciclo. Un voto que desautorizaba especialmente a Verónica Casado y a Francisco Igea, caras visibles en la gestión de la pandemia.

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Condenados por las encuestas y por los ecos de aquel pacto que parecía a contranatura en 2019, después de una campaña electoral en clave 'desalojar al PP', los de Ciudadanos buscan un «candidato de consenso». Incluso refrendarlo cuanto antes, si puede ser antes del domingo, día 25, para conformar una lista sin tiranteces y sin primarias.

«Otra forma de hacer política es posible», reivindicó Igea en su alocución. Lo hizo varias veces, al referirse a las políticas de transparencia y a los logros de sus consejerías. Y ahora quieren dejar patente que esa forma alternativa incluye, también, no hacer ruido con las quinielas internas.

Según los estatutos de Ciudadanos, en un caso como este, con elecciones anticipadas en un plazo de menos de dos meses, deberían celebrarse unas primarias exprés, al estilo de lo ocurrido en Andalucía, con varias candidaturas. Eso supone algunas incomodidades, como desnudar la merma de afiliados que padece la formación. En Andalucía bajaron de en torno a 6.000 a menos de 2.500. La participación se cerró en poco más de 1.400 votos a repartir entre nueve candidatos –eran once, pero dos se retiraron finalmente–. Por otro lado, obliga a una minicampaña en la que, de nuevo, hay confrontación. Y eso puede reabrir heridas de las primarias Arrimadas-Igea.

«Había indicios de que el PSOEbuscaba apoyos para otra moción de censura»

PabloCasado

Presidente del PP

Francisco Igea y Verónica Casado son dos nombres con los que se quiere contar sí o sí. La política mejor valorada durante la pandemia en Castilla y León –encuesta de Gad3 para El Norte hace seis meses– y el hasta ahora portavoz. La lista clave será la de Valladolid, provincia que reparte más procuradores, 15. En León, la coordinadora autonómica Gema Villarroel tiene protagonismo en la Diputación y en el Ayuntamiento y es el territorio de AnaCarlota Amigo, ex consejera de Empleo e Industria.

«Las decisiones las tomará el partido, las tomaremos entre todos. Pero estos días los hospitales necesitan gente trabajando y yo no voy a perder ni un solo día y voy a ir donde tengo mi corazón, que es en un trabajo que me ha enseñado muchas cosas, la más importante es que no hay nada que esté por encima de la vida humana», abundó Igea. Incluso dejó claro que su opción política sigue siendo Ciudadanos. «Que nadie piense que nos hemos rendido, que estamos muertos», afirmó. «Solo ha fallado quien ha faltado a su palabra, abandonando a los ciudadanos en el peor momento, huyendo de sus responsabilidades en el peor momento», espetó a Mañueco.

En el otro bando del hasta ahora tándem de Gobierno, la secuencia parecía pautada y ensayada al milímetro. Desde la escenografía inicial –salida del presidente escoltado por sus consejeros, atril en el centro de un escenario adornado en otras ocasiones con una mesa– hasta el discurso, modulado con un tono contundente y sin titubeos, sin preguntas de la prensa. El presidente de la Junta, que tiene entre sus atribuciones la convocatoria de elecciones, responsabilizó al PSOE, a Ciudadanos y aPor Ávila del adelanto electoral al 13 de febrero. «En estos momentos la confianza se ha roto por la falta de lealtad de los socios del partido de Ciudadanos», aseguró. «Nos han traicionado al pactar los presupuestos a espaldas del presidente. Es una traición dañina, con esta deslealtad rompen el pacto de gobierno. PSOE, Por Ávila y Ciudadanos se han dado la mano para quebrar el principio de igualdad y cohesión territorial entre provincias», aseguró. Y acto seguido hizo aparición el que será otro gran argumento durante la campaña, al más puro estilo Díaz Ayuso: el del freno al sanchismo. «El chantaje de apoyos y privilegios –de algunos territorios a cambio de su apoyo, en alusión a Por Ávila– funciona con Sánchez, no conmigo».

«Las opciones eran moción de censura o elecciones», resumió Mañueco, que elevó a categoría de certeza la presunción de una segunda moción por parte del PSOE. Algo que, en todo caso, no podría suceder antes del 10 de marzo, cuando se cumplía un año desde la anterior. El PSOE, además, necesitaría contar con seguridad con dos votos naranjas más, porque una segunda derrota del mismo modo dejaría a Tudanca amortizado.

Y es que, si Ciudadanos ha elegido «lealtad y unidad» como lema de supervivencia, el PP ha optado por «deslealtad e inestabilidad» como argumentos para iniciar esta precampaña inédita en Castilla y León. «En las Cortes se había roto la estabilidad por las intrigas del señor Tudanca siguiendo la estela de Sánchez. Existía riesgo cierto de moción por parte de PSOE, Cs, Podemos, tránsfugas y miembros de otras fuerzas políticas, como ya ocurrió en marzo», señaló. Y de nuevo la referencia al sanchismo. «Un Gobierno Frankestein, sostenido en tránsfugas, sería nefasto para Castilla y León, estaba en riesgo la estabilidad de esta tierra, la recuperación económica, la creación de empleo, la cohesión», aseguró.

Mañueco no admitió preguntas, pero Igea y Tudanca sí. Y en esas comparecencias, mucho más largas que la del presidente de la Junta, ambos acabaron por coincidir en un argumento: el PP convoca ahora por su «endiablado» calendario judicial. Tudanca recordó la próxima declaración de Javier Iglesias, presidente del PP de Salamanca, en el caso de presunta financiación ilegal del partido en las primarias de 2017, y el juicio de la Perla Negra, el 14 de marzo. «Veremos qué ocurre en Salamanca cuando se tome declaración a Javier Iglesias y se tome una decisión sobre la situación del partido. Dijimos 'si ocurre esto, este señor tendrá que renunciar'. Veremos lo que ocurre en su momento», desafió Igea, liberado ya de la obligación de lealtad a su socio.