Castilla y León tiene seis veces más ricos que hace una década, según Hacienda
Declaran 328.096 euros de media en concepto de retribuciones dinerarias, frente al montante habitual de 25.122
Casi seguro que entre sus preocupaciones no está lo mucho que ha subido la cesta de la compra. Ni tampoco si van a tener suficiente ... liquidez para pagar la hipoteca. Del mismo modo que es prácticamente seguro que pueden permitirse unas vacaciones de lujo en cualquier lugar del planeta, o adquirir un vehículo de gama alta sin temor a desequilibrar el presupuesto familiar. Se trata de los trabajadores castellanos y leoneses que por sus retribuciones dinerarias declaran en el tramo más alto del IRPF, un selecto club al que según Hacienda pertenecen solo unos pocos.
Para ser exactos, únicamente el 0,02% de los 1.369.003 declarantes del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) en la comunidad autónoma el año pasado. En números absolutos, 231 contribuyentes que gozan de una posición económica envidiable, de acuerdo con la estadística por partidas difundida recientemente por la Agencia Estatal de la Administración Tributaria (AEAT). Una cantidad muy similar a la del año anterior –hay dos ricos más que entonces–, pero que multiplica por la friolera de seis veces a la que se contabilizaba hace una década.
En 2013 la AEAT registraba un mínimo de 40 privilegiados en el segmento más alto del IRPF (más de 601.000 euros entre la base imponible general y del ahorro), que declaraban unos ingresos procedentes de su empleo de 367.753 euros de media. Curiosamente, aunque en la actualidad son muchos más, lo que perciben por su labor profesional ha bajado hasta los 328.096 euros. Aunque así sea, esta cuantía está muy lejos de la que perciben los 'curritos' de a pie, que se queda en 25.122 euros en la región en el ejercicio 2023 (el último del que hay datos), a pesar de que ha subido en 4.891 euros a lo largo de estos diez años.
En España rozan los 600.000 euros
El balance de Hacienda pone de relieve, por otra parte, que 1.246.695 declaraciones de la Renta de Castilla y León incluían rentas pecuniarias del trabajo, el 91,1% del total, por un valor global de 31.319 millones de euros. Ese porcentaje es idéntico al anotado para toda España, pero es en lo único en lo que hay una coincidencia. Para comprobarlo basta ver que la proporción de potentados es mayor en el conjunto del país, puesto que ascienden a 11.991 que equivalen al 0,05% de los declarantes. Pero es que además lo que ingresan está muy por encima de lo que se acostumbra en el mismo tramo de tributación en estas tierras: 599.923 euros de media, un montante envidiable que está a años luz de la cifra que es habitual para cualquier empleado corriente, que se sitúa en 26.923 euros.
La fotografía que realiza la Agencia Tributaria sobre las rentas del trabajo desvela, por otra parte, cuántos contribuyentes hay en cada sección. La más nutrida en la región es la que reúne a los que se embolsan entre 30.000 y 60.000 euros, donde están incluidos 291.750 (el 23,4%). A continuación figuran los que cobran entre 21.000 y 30.000 euros, que ascienden a 241.653 (el 19,4%), seguidos muy de cerca por los del grupo precedente, que va de los 12.000 a los 21.000 euros e incluye a 236.980 (el 19%). Los castellanos y leoneses que deben conformarse con una nómina de entre 1.500 y 6.000 euros son el 13,5% en términos relativos (168.617 liquidaciones), mientras que otro 11,7% gana entre 6.000 y 12.000 euros (145.330) y el 6% ni siquiera supera los 1.500 (74.703 residentes en la comunidad). Justo en el otro lado de la lista aparecen los 42.904 que disfrutan de una nómina de entre 60.000 y 150.000 euros (el 3,4%) y los 3.560 potentados que gozan de una todavía mayor, encuadrada entre los 150.000 y los 601.000, algo que está al alcance de un mero 0,3%.
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