Agentes de paisano se desplegarán en el Sonorama y las fiestas ante posibles pinchazos químicos
El festival de Aranda de Duero será el primer operativo especial para controlar la seguridad en eventos multitudinarios en la región con cien policías nacionales, sesenta guardias civiles y policía a caballo
El multitudinario festival Sonorama, que arranca este jueves en Aranda de Duero, será el primer capítulo de un operativo especial en Castilla y León para combatir la sensación de inseguridad generada por los casos de pinchazos químicos. Así lo ha anunciado este miércoles la delegada del Gobierno, Virginia Barcones, después de las presuntas agresiones sexuales cometidas este fin de semana en Simancas, Burgos y Soria.
De esta forma, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado harán especial hincapié este próximo fin de semana en la localidad burgalesa, que espera la llegada de 100.000 personas para disfrutar del festival musical. Con esas previsiones, Barcones ha adelantado que policías y guardias civiles trabajarán de paisano durante todos los conciertos. «Siempre va a haber un policía cerca de cualquier posible caso», ha apuntado la delegada del Gobierno.
Precisamente, está previsto que cien policías nacionales y sesenta guardias civiles se desplieguen en Aranda de Duero, que estarán acompañados por agentes de subsuelo, policía a caballo y un helicóptero de control. A esos se añadirán policías de la brigada de Transportes y guías caninos para detectar sustancias. «Todos los autobuses se controlarán en la propia estación», ha continuado. Unas medidas que se complementarán con la posición fija de un policía en cada puesto sanitario en los diferentes escenarios del festival.
Las medidas implementadas durante el Sonorama se trasladarán a todos los rincones con eventos multitudinarios durante el verano como las fiestas patronales de los municipios de la región. «Hemos detectado un sentimiento generalizado de miedo ante una nueva agresión a las mujeres. Existe ese sentimiento de inseguridad y miedo. Este fin de semana hemos tenido una decena de avisos ante posibles casos de sumisión química (todas han dado un resultado negativo en los análisis)», ha lamentado Barcones.
Por ese motivo, la delegada del Gobierno ha insistido en la importancia de comunicar todas las posibles incidencias al 112, 091 ó 060 y a los acompañantes.
Actualmente, ya hay un protocolo, que presentó el pasado mes de marzo el Ministerio de Justicia, ante delitos sexuales con sumisión química. Este Ministerio pone a disposición del esclarecimiento de estos delitos las herramientas del Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses. Este protocolo permite que todos los institutos de medicina legal provinciales estén coordinados y sigan unas pautas y pasos concretos cuando una mujer denuncia una posible agresión sexual y no sabe muy bien cómo ha ocurrido. Los forenses de Justicia cuentan con kits homologados para la recogida de muestras y se han adquirido dos máquinas de alta sensibilidad para analizar sustancias en sangre y orina.
En relación con este punto, Virginia Barcones ha indicado que «este tipo de sustancias no desaparecen tan rápidamente como se cree. Con las máquinas mencionadas se puede averiguar si hay sustancias en sangre en las siguientes doce horas. El plazo es incluso mayor para las muestras de orina. A lo largo del año 2021 en España se han presentado 3.000 diligencias de agresiones sexuales ante el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses de España y se han pedido estudios de sumisión química en casi mil de esos casos, un 33% del total. El 72% de las solicitudes analizadas dio positivo en alguna sustancia como alcohol, drogas de abuso, o psicofármacos, tanto de manera aislada como en combinación de varias de ellas. El 92% de las víctimas fueron mujeres».
«No pensemos en sofisticadas drogas difíciles de conseguir. Son sustancias que deprimen el sistema nervioso central y alteran el nivel de conciencia a la vez que dejan a la víctima sin capacidad de respuesta. Son fáciles de obtener y de administrar. El alcohol está presente en un 80 % de los delitos de sumisión química y el 20 % restante son medicamentos con efectos sedantes y miorrelajantes o drogas como el éxtasis líquido, la ketamina y, en mucha menor medida la burundanga», ha añadido la delegada.