El 60% de los contagiados de sida en Castilla y León desconoce estar infectado

El desconocimiento favorece la transmisión, no hay duda. Las personas contagiadas con el virus de la inmunodeficiencia adquirida (VIH) pueden desconocer durante muchos años que se han infectado y es, en este periodo de tiempo, cuando mayor es el peligro de contagio, fundamentalmente porque no valoran las conductas de riesgo. El sida sigue ahí. No por haber dejado de ser noticia; por haber bajado drásticamente el número de casos; por ser más una enfermedad crónica, grave pero con la que se convive, que mortal, o por ser prácticamente una patología de transmisión sexual deja de ser importante la prevención y fundamental el diagnóstico precoz, para quien la padece y para evitar su extensión.

Por todo ello, los responsables sanitarios persiguen que las costumbres no se relajen. Una cosa es no tener miedo a compartir la vida con enfermos y otra descuidar conductas. Por ello, ante el temor de un posible contagio por cualquier razón, lo fácil, gratis y rápido es realizarse una prueba. Confidencial por completo, además.

La prueba del VIH es un sencillo análisis de sangre. Ninguna otra detectará el virus, por lo que debe solicitarse de forma expresa. «Se puede realizar de forma gratuita en los centros sanitarios de la red pública, en los puntos de atención a enfermedades de transmisión sexual, en algunas ONG y en las farmacias para lo que no piden ni receta ni tarjeta sanitaria», explica Cruz Roja.

Incluso existen los tests rápidos de detección del VIH, cuyo resultado se puede obtener en menos de 30 minutos. Un resultado positivo a estas pruebas siempre requiere una confirmación posterior. Si es negativo no requiere confirmación.

Conocer el resultado permite beneficiarse de un tratamiento eficaz que mejora la calidad de vida, aumenta la supervivencia y contribuye a la prevención. El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) ataca el sistema inmunitario y debilita los sistemas de vigilancia y defensa contra las infecciones y algunos tipos de cáncer. A medida que el virus destruye las células inmunitarias y altera su función, la persona infectada se va volviendo gradualmente inmunodeficiente.

Si no se pone en marcha tratamiento, la mayoría de los infectados por el VIH presentan signos de enfermedad al cabo de 5 a 10 años, aunque el periodo puede ser más breve. El tiempo que transcurre entre la infección por el VIH y el diagnóstico de sida puede variar entre 10 y 15 años e, incluso, más.

Según los datos de la Consejería de Sanidad, el 60% de las personas diagnosticadas no son conscientes de estar infectadas con el VIH en el momento de poner el nombre de sida a su patología;de forma que se detecta en el mismo año la infección por VIH y el sida; algo que no solo se ha mantenido en los últimos tiempos sino que, incluso, se ha incrementado. Hay un importante retraso en el diagnóstico del sida. Ya en 2012, el 61,54% de los nuevos casos detectados llevaban una media de diez años infectados sin saberlo y sin poder beneficiarse de los tratamientos. Este retraso se produce fundamentalmente cuando el comportamiento de riesgo son las relaciones sexuales sin protección, que es por otro lado la forma más frecuente de contagio. Sin embargo, la prostitución desaparece ya en 2013 como forma de contagio.

Son todas estas variables, la relajación excesiva y el olvido de que este contagio es posible lo que ha hecho que los médicos y responsables sanitarios estimen interesante volver a recordar la importancia de una detección precoz, las formas de prevención y la realización de pruebas que lo determinen. No se trata de meter miedo sino de recuperar responsabilidad.

Por ello, elMinisterio de Sanidad ha lanzado una campaña, que se prolongará hasta el 29 de julio, para prevenir el VIH; pero también otras infecciones de transmisión sexual (ITS) dirigida a poblaciones vulnerables, especialmente hombres jóvenes que mantiene relaciones sexuales con hombres que es la forma de transmisión más frecuente actualmente, fomentando el sexo seguro, hábitos de vida saludables controlando el consumo de alcohol y drogas y el autocuidado integral.

Esta campaña se enmarca en el Plan Estratégico de Prevención y Control del VIH y otras ITS 2013-2016, que también tiene entre otros objetivos concienciar de la importancia de acudir al centro sanitario, comunitarios o farmacias que ofrecen las pruebas rápidas de la infección , si se tienen relaciones sexuales de riesgo.

En España hay de 130.000 a 160.000 personas seropositivas 3.058 casos en Castilla y León; lo que supone una prevalencia del 4 por 100.000 habitantes 1,2 en la comunidad , de las cuales aproximadamente entre un 25% y un 30% no lo sabe. Sanidad estima que más de la mitad de las nuevas infecciones procede de este grupo de población no diagnosticada.

Perfil del enfermo

El número de casos disminuye año tras año. Castilla y León registró, en 2010, 47 nuevos; en 2011 bajó a 29 y a 23 en 2013, último ejercicio completo cerrado. En relación a la afectación por sexos, un 78,4 % de los casos son varones y un 21,6% mujeres. Esta proporción se mantiene a lo largo de estos años.

Considerando globalmente toda la epidemia, los grupos de edad con mayor afectación son los de 25 a 40 años. En el año 1991, fueron los de 20 a 29 años, seguidos de 30 a 39 años; en los casos diagnosticados en los años 2007 y 2008 los colectivos más frecuentes fueron los de 30 a 39 años, seguidos de los de 40 a 49 años. En 2011 y 2012 más del 50% de los casos son mayores de 40 años. La tendencia es a aumentar la edad.

En cuanto al comportamiento de riesgo más frecuente, en el conjunto de los casos incluidos en el registro, el primer lugar es para los usuarios de drogas intravenosas que representa un 64,7%. Le siguen en orden de importancia en nuestra la transmisión heterosexual y la homosexual con el 18,8% y el 7,6 % respectivamente.

La neumonía por Pneumocystis jirovecii sigue siendo, según los últimos datos de la Consejería de Sanidad, la enfermedad indicativa de sida más frecuente, afectando al 24,83% de los casos. Le sigue la tuberculosis pulmonar (18,94%) y Tuberculosis diseminada o extrapulmonar (13,91%). El porcentaje de extranjeros en el total del registro de Castilla y León es del 5,9% desde que comenzara la epidemia, la letalidad se situó en el 39,8%.