Ponga una tórtola en su vida
La organización SEO/BirdLife ha declarado a la tórtola común ave del año 2015, lo que ha hecho temblar a muchos cazadores de Castilla y León
Eloy de la Pisa
Domingo, 21 de diciembre 2014, 09:53
Allá por 1325, el infante don Juan Manuel escribió una pequeña obrita titulada 'El libro de la caza'. En ella el noble escritor disertaba sobre el arte cinegético, e incluía en él desde técnicas de caza hasta recetas. Y una de ellas era sobre la tórtola común. Contaba el sobrino de Alfonso X El Sabio que la única parte aprovechable de tal ave era la parte más profunda de la pechuga, que recomendaba confitar para servir como aperitivo en los banquetes. Delicia de tórtola la llamaban. La curiosidad estriba en que el infante despreciaba el resto de carne del ave, pese a que la pechuga de la tórtola es una pieza de tamaño similar a la que posee la codorniz. Así que imaginen la cantidad de tórtolas que había que cazar para hacer plato en los banquetes de la época. Claro, que por aquellos entonces no había problema. La tórtola común se cazaba con redes, de lo abundante que era. Hoy, para que se hagan una idea, en Castilla y León no puedes cazar más de ocho al día por persona.
Pues bien, esa ave migratoria otrora tan abundante ha sido elegida en una votación a través de Internet, como Ave del Año 2015 de SEO/BirdLife, y ello va a provocar muy probablemente que su caza sea reducida aún más en Castilla y León. El ave del año es elegida por la organización ornitológica desde hace 26 años para denunciar su situación o los problemas de conservación de la especie. En este caso, los votantes han valorado que, a pesar de la relativa abundancia de tórtola europea, en las últimas décadas se encuentra «en marcada regresión» a causa de la intensificación agrícola y la excesiva presión cinegética. Curiosamente esa presión, que existe, se da en regiones en las que no hay cupo de caza, como Castilla-La Mancha, Extremadura o Andalucía, zonas que la especie atraviesa en su migración desde el Norte de España hacia los cuarteles de invierno en África.
La tórtola europea es un ave de tamaño mediano, es una especie estival y relativamente común en ambientes que alternen zonas abiertas de pastizales y cultivos con zonas arboladas. Aprovecha los días en el que se activa el viento del norte o del nordeste para iniciar su camino hacia el sur, y aprovecha los cultivos de girasol o los rastrojos para ir alimentándose. Curiosamente, y a diferencia de otras migratorias como los patos o las cigüeñas, la tórtola apenas acumula grasa en el hígado para hacer sus viajes.
El alcaudón y la perdiz
En la votación, la tórtola europea se alzó con el 52% de los votos y a esta especie le siguieron el alcaudón, con el 28% y la perdiz roja, con el 20%.
El alcaudón real (Lanius meridionalis), es el de mayor tamaño presente en la Península. Se trata de un ave sedentaria y frecuente en ambientes abiertos de toda la España mediterránea y en las islas Canarias. Suele observarse posado en cables, postes o partes altas de arbustos, oteando en busca de insectos, pequeños mamíferos, crías de otras aves y reptiles, a los que en muchos casos empala en arbustos pinchudos o en vallas con alambre de espino.
Sus poblaciones también están en fuerte declive a causa de la intensificación agrícola, el abandono de la ganadería extensiva o el empleo abusivo de plaguicidas. Sin embargo, las recientes plagas de topillos en amplias zonas de Castilla y León ha provocado que se pruebe a repoblar con esta especie para controlar a los roedores.
La perdiz roja (Alectoris rufa), que también concursaba, tiene una distribución natural restringida al suroeste de Europa, donde ocupa una amplia variedad de hábitats, alimentándose y situando sus nidos en el suelo. Es un ave gregaria, en especial fuera de la época de cría. Se encuentra en todo tipo de medios abiertos, desde el nivel del mar hasta la alta montaña, aunque escasea por encima de los 1.500 metros de altitud.
Esta especie está en regresión, señala la organziación ornitológica, por problemas derivados de la intensificación agrícola y la alteración de los paisajes agrarios de los que depende; además de estar sometida a un intenso aprovechamiento cinegético. Sin embargo presenta algunas peculiaridades. Por ejemplo: los intentos de provocar un cruce entre perdices salvajes y de granja han fracasado de manera estrepitosa. No se aparean. La única ventaja de mezclarlas en el campo es que la presión sobre las salvajes disminuye exponencialmente, ya que las de granja son incapaces de defenderse de los depredadores en las primeras semanas.
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.