Unas lentejas con un toque crujiente
El toque innovador consiste en incluir en los sacramentos de las legumbres unos torreznos de Soria
Innovar en la cocina no tiene por qué pasar por nuevos sabores o productos llegados de lejanos lugares. Innovar puede pasar, simplemente, por improvisar nuevas ... combinaciones con viejos recursos. Como unas lentejas guisadas de forma tradicional a las que se da un toque crujiente incorporando a sus sacramentos unos torreznos de Soria.
La elaboración de las lentejas es una de las más sencillas que hay. Simplemente se ponen a cocer con agua fría, una patata en trozos, tienen que chascar, y una hoja de laurel. Si queréis la receta ligera, se hace un sofrito de verduras -pimiento, puerro, zanahoria, ajo, cebolla, tomate- previo. Si sois de plato más contundente, elegid acompañamiento cárnico, chorizo, morcilla, tocino…
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Hacedlas a fuego lento, es como mejor quedan. Aunque hoy en día, la olla express es una excelente alternativa que nos permitirá tenerlas en apenas diez minutos. Cuando estén tiernas, solo hay que rehogarlas. Freír un par de ajos en aceite, cuando estén dorados, se retiran y fuera del fuego se tuesta un poco de pimentón para que no se arrebate y se añade al estofado de lentejas.
Mientras la legumbre termina de cocer, ponemos a calentar una sartén con abundante aceite hasta que alcance aproximadamente los 180º. Es el momento de introducir los torreznos, que ya se venden envasados en trozos manejables, y dejar que se hagan en aproximadamente cinco minutos para que queden crujientes.
El último paso es servir las lentejas e incorporar, a modo de picatostes, los torreznos al plato. Al comerlos, crujirán dando una sensación que encantará a todos. Sobre todo a los más pequeños.
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