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Jornada electoral. Antonio Quintero Acero
En mi pueblo nadie quiere ser alcalde

En mi pueblo nadie quiere ser alcalde

Vilviestre del Pinar y Villamayor de los Montes son los ejemplos más claros de esta situación en la provincia | En algunas localidades se teme que suceda lo mismo que en 2015 y se habla de la pérdida de municipalidad

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Martes, 5 de marzo 2019, 08:17

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El domingo 26 de mayo los vecinos de los cerca de 368 municipios que conforman la provincia burgalesa acudirán a las urnas para elegir a esas personas que se encargarán de la gestión del pueblo durante los próximos cuatro años. Al final de ese domingo, al día siguiente en otros casos, tras el pleno de investidura tal vez, los vecinos podrán conocer a su alcalde o alcaldesa y concejales. Pero, teniendo en cuenta la situación vivida en 2015 y si los pronósticos se cumplen, no será así en todos los municipios.

Vilviestre del Pinar y Villamayor de los Montes son los ejemplos más significativos de pueblos burgaleses en los que nadie quiso ostentar el bastón de mando en 2015 y han acabado regidos por una gestión directa de la Diputación, en el primer caso, y por una comisión gestora en el segundo.

Nadie parece decidido, por el momento, en Vilviestre del Pinar a dar un paso al frente y presentar una candidatura para los comicios municipales de mayo. En Vilviestre del Pinar no se pudo conformar una comisión gestora, integrada por vecinos del pueblo, como sí ocurrió en Villamayor de los Montes. En este último pueblo, Eugenio Calvo, que ya había sido regidor en las dos legislaturas anteriores, tras meses de gestiones, aceptó seguir al frente del Ayuntamiento como presidente de la gestora, ya que le acompañaron en esta tarea pública cuatro vecinos, como así puso como condición.

Vilviestre del Pinar es un pueblo de casi unos 600 habitantes donde nadie quiso ser alcalde, un caso que, según fuentes de la Diputación, es atípico. No parece fácil ahora encontrar candidatos en un pueblo en el que en 2007 se presentaron cinco formaciones. Por el municipio se han lanzado rumores de pérdida de municipalidad. Es decir, que en caso de que nadie se presente a las elecciones, este pueblo acabaría anexionado por alguno de los municipios vecinos. Técnicos de la Diputación ya apuntan que esta tesitura es muy complicada y no hay muchas probabilidades de que ocurra en el caso de Vilviestre «pero todo está previsto en la ley».

«Lo más normal y lo que hay que alentar es que en el pueblo se presente una candidatura. La gestión directa al final funciona por lo que los vecinos transmiten y lo mejor para el pueblo es que se encargue de su gestión alguien que lo vive y lo conoce», explican estas fuentes. «La pérdida de municipalidad sería terrible para Vilviestre del Pinar porque al final es perder la identidad y nadie quiere eso», apuntan.

Alcalde de pueblo pequeño, especie en extinción

Desde los partidos políticos reconocen que ahora es muy complicado encontrar candidatos en los pequeños municipios de la provincia. «La alta política desprestigia a los políticos pequeños. En estos momentos cuesta encontrar candidatos en los pueblos burgaleses», reconoce un regidor burgalés.

Un factor importante para que un vecino se lance a esta tarea, en la mayor parte de la casos no remunerada, es saber que contará con la colaboración y participación de los vecinos. «Detrás de un equipo de Gobierno tiene que haber un grupo de gente con ilusión, que empuje para que haya vida en el pueblo», explica este mismo alcalde. La implicación vecinal es clave pero un alcalde comprometido lo es más. «Además, da vértigo el poco asesoramiento con el que contamos con todos los cambios legislaivos que se suceden», reconoce.

Lo que dice la ley

Si en Vilviestre del Pinar o Villamayor de los Montes, como ocurrió hace cuatro años, nadie quiere ser alcalde de su pueblo, la ley ya contempla estas situaciones. Habría que acudir a los artículos 181 y 182 de la Ley Electoral.

En el supuesto de que no se presenten candidaturas, se procede, en el plazo de seis meses, a la celebración de elecciones parciales. Si tampoco se presenta candidatura alguna o el número de miembros fuese inferior a la mitad del número de miembros de la corporación, se constituirá una comisión gestora. Esta estará integrada por todos los miembros de la corporación que continúen y por los ciudadanos que hubiesen sido designados para cubrir las vacantes. Así ocurrió en Villamayor de los Montes, regido por una comisión gestora, presidida por el que había sido alcalde y formada por más vecinos.

Pero es que en Vilviestre del Pinar ni siquiera se pudo producir esta situación. En estos casos, la Diputación debe asumir la gestión ordinaria de la entidad local. Así ha ocurrido en Vilviestre, la gestión no ha sido problemática pero no puede adoptar acuerdos para los que se requiera una mayoría cualificada.

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