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Castañar en El Tiemblo. M. Martín / ICAL
La Plataforma Salvar El Castañar de El Tiemblo pide medidas para proteger este espacio natural

La Plataforma Salvar El Castañar de El Tiemblo pide medidas para proteger este espacio natural

El progresivo deterioro que sufre el bosque ha provocado que remitan un informe a las autoridades ya que estas, aseguran, tienen la oportunidad de tratar una «joya botánica como lo que es, y no como un merendero»

Paula Velasco

Ávila

Lunes, 5 de noviembre 2018, 13:59

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La Plataforma Salvar El Castañar de El Tiemblo pide medidas para proteger este espacio natural, debido al progresivo deterioro que desde hace un años vienen observando los vecinos en este bosque abulense, «el más visitado de Castilla y León» y «el más grande del Sistema Central, a pesar de sus dimensiones reducidas».

Se trata de un bosque de castaños, algunos milenarios, de menos de dos kilómetros cuadrados, pero que durante los meses de otoño recibe dieciocho mil visitas, de un total de las veinticinco mil de todo el año, según el último informe emitido por la Gerencia de Medio Ambiente el pasado año. «Eso significa que algunos días se concentran allí dos mil personas a la vez, algo que altera de manera sustancial la vida de un bosque», ha explicado Ana Reviejo, miembro de la Plataforma, desde donde piden un «informe serio que analice todo y proteja El Castañar como lo que es: una joya botánica que merece un cuidado».

Y es que desde que «el boca a boca y las redes sociales» hicieron de este bosque uno de los enclaves más demandados en la región para visitar en otoño, los vecinos de El Tiemblo y miembros de esta Plataforma han observado un deterioro en él muy importante. «Par los que vivimos allí y los mayores que lo visitan el deterioro es evidente. Se nota todo muy pisoteado, hay caminos nuevos, la gente sube a coger castañas y no a ver el bosque; hemos visto rastrillar y  varear los castaños. Eso en una reserva natural», señala Ana. El acceso para los coches está controlado pero no así el tráfico de personas, que no está sometido a ninguna restricción. «Había un camino principal, pero del cual la gente se sale para irse a través del bosque, con lo que eso supone para su alteración. Igualmente, al llevarse las castañas, simplemente por regeneración natural no vuelve a salir un castaño. Pero es que los animales también dejan de estar en este bosque, por falta de alimento», explica Reviejo.

Al no tener un informe para rebatir «nuestra percepción de deterioro, acudimos  a quien pudiera darnos una opinión, por lo que contactamos con el reconocido investigador Juan Fernando Gallardo Lancho, profesor de investigación jubilado del Centro Superior de Investigaciones Científicas y profesor titular excedente de la Universidad de Salamanca». Él corroboró el deterioro que calificó de «evidente, y en el que se ve cómo el bosque ha ido perdiendo suelo, favorecido por el pisoteo de las lluvias otoñales. También habla de especies de castaño en serio peligro» y uno de los grandes fallos: una clara falta de gestión.

Soluciones

«Nosotros pensamos que la Junta tiene la oportunidad delante de tratar una joya botánica como lo que es y no como un merendero, que es lo que están haciendo ahora».

Y como ejemplo Reviejo pone el Hayedo de Montejo, un bosque dentro de la Reserva Natural de la Sierra del Rincón, en Madrid, con cuyos responsables se reunieron y con quienes llegaron a la conclusión de que este y el caso de El Castañar eran prácticamente iguales. «El Hayedo de Montejo lleva más de veinte años gestionado. Gracias a eso no solo está bien conservado, sino que ha creado un desarrollo económico y social importante en los cinco pueblos bajo su influencia. Tanto es así, que el Hayedo el año pasado fue nombrado Reserva Mundial de la Biosfera, debido a la gestión que aúna la conservación y el desarrollo local».

Según la Plataforma, actualmente en El Castañar no hay vigilancia, no hay cartelería que indique normas, «hasta el año pasado no se cerró y valló correctamente el perímetro de El Abuelo, el castaño más antiguo del bosque, con cerca de mil años de antigüedad», asegura Ana Reviejo. «La gente sube y entra en el bosque, con su bocadillo. Eso no trae ni riqueza para el pueblo ni aporta nada. La Junta lo tiene delante: regulando las visitas diarias, limitándolas. También desestacionalizándolas para que acuda gente durante todo el año, no solo concentrada en dos meses -el Hayedo de Montejo recibe las mismas visitas al año que El Castañar de El Tiemblo, según sus datos—», afirma.

Igualmente proponen «guías de la naturaleza, un día reservado para educación, colegios». Actuaciones y medidas que crearían «puestos de trabajo y todo con un presupuesto no muy elevado», para el que pone de ejemplo de nuevo los trescientos mil euros anuales que supone la gestión del Hayedo madrileño.

Según Reviejo «no hay que negar lo que está pasando» ni la Junta puede «desaprovechar» esta oportunidad de regular este bosque milenario. Por esta razón la Plataforma Salvemos el Castañar de El Tiemblo ha hecho llegar a la Consejería de la Junta de Castilla y León, a la Delegación Territorial en Ávila y al Ayuntamiento de el Tiemblo un informe, con el fin de lograr este objetivo.

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